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Los gobiernos de Lula y Bolsonaro son los responsables de las inundaciones

07.05.2024

La Marx International

Los gobiernos capitalistas de PT y Lula, así como de Bolsonaro son los responsables de las inundaciones que golpean duramente sobre el estado de Rio Grande do Sul, su capital, la ciudad de Porto Alegre que atraviesan la peor catástrofe de la historia de Brasil, y una de las peores en la historia mundial. Las tormentas, la caída de agua e inundaciones han afectado a 1 millón 400 mil personas, ha dejado ya 100 personas muertas y 131 personas desaparecidas. 

El millón 400 mil de afectados equivale a cifras similar a la crisis humanitaria en Gaza, tal es la magnitud del desastre que esta sufriendo el pueblo de Brasil. El estado de Rio Grande do Sul es uno de los más ricos y representa el 7% del PIB de Brasil pero el golpe brutal sufrido por las inundaciones dejan a la hora de publicación de éste artículo a 401 municipios afectados, 48.799 personas en albergues, 159.036 desplazados, 1.443.950 afectados, 372 heridos, 131 desaparecidos, y 100 muertos. Las horas transcurren y el agua no baja, mientras miles de personas no tienen acceso a agua potable

Los datos cambian todo el tiempo, y seguramente serán diferentes con el transcurso de los días, pero una cosa es segura: Las pérdidas son incalculables. Existe la proyección de que las lluvias pueden generar nuevos días de fuertes inundaciones, incluso en las áreas del Valle de Taquari y la Serra Gaúcha, con repercusiones posteriores en la Región Metropolitana de Porto Alegre, pero las crecidas de los ríos han sido brutales con Guaíba de Porto Alegre a 5,22 metros, Campanas de São Leopoldo a 7,12 metros, Gravataí de Passo das Canoas a 6,19 metros, Río Taquari a Estrela de 15.05 metros, Río Caí de Feliz a 3.35 metros, Río Uruguay de Garruchos a 16,59 metros, niveles que destruyen ciudades, barrios, y todo lo que encuentran a su paso.

Rio Grande do Sul no es una tragedia de la naturaleza

Los expertos afirman que el cambio climático, así como el fenómeno del Niño son la razón por la que se producen estos desastres. Sin embargo, la catástrofe que sufre el pueblo de Brasil en Rio Grande do Sul no es una tragedia de la naturaleza, obviamente los estragos que el capitalismo y las corporaciones hacen sobre la naturaleza es lo que prepara las condiciones para este tipo de desastre, pero a los desastres naturales se suma la política de imprevisión, y de falta de obras públicas que impidan la destrucción que se abate sobre millones.

Tanto el gobierno federal, como los gobiernos estaduales conocían la situación de gravedad que amenazaba a Brasil. En 2023 el gobierno de Lula tenía los informes en base a un mapeo de 142 municipios de Rio Grande do Sul más susceptibles a los desastres naturales, incluida la capital, Porto Alegre. El estudio fue elaborado por el Cemaden (Centro Nacional de Monitoreo y Alertas de Desastres Naturales), dependiente del Ministerio de Ciencia y Tecnología, y coordinado por el Jefe de Gabinete. El objetivo fue identificar las ciudades que deberían ser priorizadas por el Nuevo PAC, bajo el criterio de adaptación a los efectos del cambio climático.

Los gobiernos debieron haber invertido dinero coordinando con los departamentos municipales y municipios en la ejecución de obras de drenaje, limpieza de ríos y canales, inspección de construcciones irregulares, reasentamiento de pobladores que vivían en zonas de riesgo e instalación de un sistema de alarma y sirenas, además de la creación del Centro de Operaciones. Además, debieron realizar los mantenimientos correspondientes a los diques que estallaron o se rompieron, lo que provocó una violenta inundación de las ciudades y poblaciones.

Repudiamos a la izquierda que no denuncia al gobierno

Ahora el gobierno capitalista de Lula reconoció el estado de calamidad pública en 336 de los 497 municipios del estado. Anuncian más medidas, envían presupuesto, visitan las zonas en situación de catástrofe, toda una actitud hipócrita cuando son ellos con su política los responsables del desastre que sufren millones de afectados, entre ellos los sectores más pobres y vulnerables de la población, niños, adultos mayores, familias, etc.

El Cemaden ya había entregado los listados hace meses mostrando las zonas especialmente vulnerables a desastres como deslizamientos de tierra, inundaciones, inundaciones repentinas, sucesos que han estado ocurriendo en todo el estado en los últimos días. Cemaden ya había avisado que Rio Grande do Sul es el cuarto estado con más ciudades en riesgo en un ranking donde también figuran Minas Gerais como el estado donde hay más municipios en riesgo, seguido en segundo lugar por Santa Catarina, que ya está sufriendo los impactos de las lluvias que devastan el estado de Rio Grande do Sul, y en tercer lugar se encuentra São Paulo.

El estudio del gobierno federal estimó, con base en la población de los 142 municipios de Rio Grande do Sul vulnerables a desastres geohidrológicos, 313.000 personas en áreas de riesgo. Los ambientalistas dicen que las fuertes lluvias en Rio Grande do Sul, podían haber sido mínimamente anticipadas por el gobierno, que debería haber preparado la infraestructura de las ciudades para hacer frente a los eventos climáticos extremos.

Pero a pesar de los evidente que significa la política desastrosa de 13 años de gobierno del PT de Lula, y Dilma Roussef, así como los 4 años de Jair Bolsonnaro, los grupos de izquierda brasileños se niegan a denunciar a los gobernantes capitalistas. El PSTU de Brasil ha emitido una declaración que no arroja ni un solo renglón de ni la más mínima crítica al gobierno de Lula, y se limita a ofrecer "una campaña de solidaridad" con los afectados.

El PSOL y los grupos que lo integran no dicen una palabra. Se entiende porque todos estos grupos son cómplices del gobierno capitalista de Lula, e integran la coalición de gobierno con puestos de funcionarios en el gobierno, y en los bloques legislativos de la coalición gobernante. Resulta indignante la actitud cómplice de la izquierda con el gobierno capitalista de Lula, y con el PT que son los mayores responsables del desastre que sufre el pueblo brasileño.

Tenemos que terminar con estos gobiernos capitalistas como los de Lula y Bolsonaro para terminar con el Brasil capitalista, que destruye la vida de miles de brasileños. Hay que darle la espalda a la izquierda reformista del PSOL, o el PSTU que están integrados al régimen, y comenzar a profundizar la construcción de una organización revolucionaria, La Marx Brasil para pelear por un gobierno obrero y popular en el camino de la lucha por el Socialismo global.

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