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Ecuador: Un paso adelante, una revolución pendiente

Por La Marx Ecuador

Durante 18 días nuestro pueblo con una insurrección de masas impuso un paro general en Ecuador que puso al borde de la caída al gobierno capitalista de Guillermo Lasso. A pesar de la la dura represión que lanzó el gobierno, la enorme movilización desarrolló la autoorganización de masas con bloqueos en las calles y caminos del país, una insurrección que obligó a Lasso a huir de Quito, y refugiarse en Guayaquil. La movilización de nuestro pueblo impuso un poder dual de hecho, y dejó al país en una situación de vacío de poder. 

El paro nacional se convirtió de este modo en una verdadera revolución que tenía todas las condiciones para imponer un gobierno obrero y popular. Sin embargo, la dirección de esta lucha, la dirección de la Confederación de Nacionalidades Indígenas de Ecuador (CONAIE), encabezada por Leonidas Iza, se conformó con lograr pequeñas concesiones que significan un triunfo parcial, a cambio de lo cual deja en pie el decadente gobierno de Lasso representante del cruel desigual, y corrupto capitalismo ecuatoriano.


Una insurrección que superó a la CONAIE


El 13 de junio del 2022 la CONAIE convocó un paro nacional, con un pliego de 10 reivindicaciones, entre ellas la reducción del precio del gas y el gasoil; la aplicación de controles de precios a los productos agrícolas; ayudas sociales, renegociación de las deudas, moratoria de proyectos mineros y petrolíferos, etc, y otras demandas. La COANIE venía negociando hace tiempo con el gobierno este pliego de reivindicaciones, pero el alza de precios provocó la indignación popular, y obligó a la dirección de CONAIE a decretar el paro.  

La respuesta de nuestro pueblo fue extraordinaria: Decenas de miles de campesinos y trabajadores rurales descendieron de las laderas de los Andes y de las regiones amazónicas, estableciendo bloqueos en todo el país y marchando en las ciudades de provincia antes de converger en la capital. Quito comenzó a paralizarse sobre todo, en los barrios obreros mas importantes de la ciudad, que a su vez conformaron piquetes con manifestantes que bloquean varias carreteras importantes cerca del centro de la ciudad, donde se enfrentan a la policía, con enfrentamientos violentos.

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La convocatoria detonó una insurrección que superó la convocatoria inicial de la CONAIE. Importantes zonas del país se vieron igualmente paralizadas y envueltas en movilizaciones con manifestantes indígenas que enfrentaron con armas de fuego y lanzas ancestrales a los soldados y policías. Hubo manifestantes muertos y cientos han resultado heridos en la brutal represión estatal enviada por el gobierno de Lasso que dicto el estado de excepción. La represión fue lanzada contra los centros culturales (Casas de las Culturas), en donde se nucleó gran parte del activismo. 

Lasso declaró que el líder de la CONAIE, Leónidas Iza, intentaba derrocar al gobierno, planteando en sus declaraciones: "Está demostrado que la verdadera intención de los violentos es generar un golpe de Estado y por eso llamamos a la comunidad internacional a advertir de este intento de desestabilizar la democracia en Ecuador... El señor Iza ya no puede controlar la situación. La violencia perpetrada por delincuentes infiltrados se le ha ido de las manos". 

Contra Iza, y el movimiento indigena el gobierno lanzó una acusacion aún mas grave: La de ser financiados ppor el narcotráfico. Se alimentó a miles de gentes en la ciudad fruto de las ollas comunitarias, situación imposible de concebir para la mentalidad del banquero y del usurero, pero tan propia dre las comunidade obreras y campesinas. El gobierno encarceló a Iza, pero eso provocó un levantamiento mayor del pueblo.

Un acuerdo contra los trabajadores y el pueblo


Sin embargo, apenas un día después, Lasso cedió abruptamente a las demandas de los grupos indígenas de levantar el estado de excepción, y la Asamblea Nacional anunció que formaría una comisión para facilitar las negociaciones con los líderes indígenas para poner fin a las protestas. El partido capitalista opositor Unión por la Esperanza -alineado con el expresidente Rafael Correa - había pedido la destitución de Lasso, pero le faltaron 12 de los 92 votos necesarios para que la legislatura destituyera al presidente, pero predominó entre los partidos capitalistas la política de un "Acuerdo Nacional" para detener la revolución, y terminar con la movilización de masas

Imágenes de la Mesa de Dialogo y Paz Social de Ecuador


La Iglesia Católica cumplió un rol fundamental en el esfuerzo por calmar la ira popular. Finalmente Lasso se comprometió a reducir los precios de la gasolina y el gasóleo en 10 centavos de dólar por galón, además de otorgar subsidios a los fertilizantes y medidas de condonación de la deuda a los pequeños productores. Todas estas medidas acordadas, significaban un triunfo parcial de los trabajadores y el pueblo, pero aún así son medidas completamente insuficientes para sacar de la pobreza a millones de trabajadores y campesinos que sufren el cruel y desigual capitalismo ecuatoriano.

La dirección de CONAIE, reformista, terminó acordando con un gobierno débil, que estaba mas cerca de la caída que de la continuidad. El acuerdo permitió que Lasso continúe gobernando, cuando estaban dadas todas las condiciones para imponer un gobierno obrero y popular, ya que los trabajadores y el pueblo, con su movilización autoorganizada, se había apoderado completamente del control del país. Esto no es la primera vez que sucede, ya en el 2019 el gobierno capitalista de Lenin Moreno sufrió una insurrección de masas que liquidó su capital político.

La ausencia de una dirección revolucionaria provocó que miles de activistas que buscaban una salida revolucionaria a la crisis no pudieran imponerla. Desde La Marx Ecuador, consideramos que si bien la lucha logró triunfos parciales, tenemos que apuntar a abolir el capitalismo ecuatoriano, e imponer un gobierno obrero y popular, en el camino de una Federación Socialista Latinoamericana. Desde ese punto de vista, la insurrección del 13 de Junio dejó a la revolución como una tarea pendiente. Para abordar las futuras luchas, el reagrupamiento de los revolucionarios ecuatorianos es una tarea impostergable, y con ese objetivo vamos a encauzar desde La Marx Ecuador todas nuestras fuerzas.


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