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La Revolución Norteamericana del Siglo XXI Parte II

Capítulo IV Pentágono

"No hagas lo que hice. No esperes a que la guerra haya comenzado. No esperes a que las bombas hayan caído...No esperes hasta que el motor de esta guerra sea imparable. Antes de la guerra arriésgate. Revela lo que sabes que es la verdad... Obedece a tu juramento... no a los oficiales superiores... sino a la Constitución... que saben que está siendo violada..."

Daniel Ellsberg. Denunciante de Los Papeles del Pentágono. 2013

La crisis golpeaba simultáneamente a la Administración Bush, y al Departamento de Defensa de Estados Unidos (en inglés, Department of Defense, DoD) conocido popularmente como el Pentágono, el Departamento del Poder Ejecutivo que coordina, supervisa y organiza agencias y funciones relacionadas con la seguridad nacional y las Fuerzas Armadas. DoD posee más de 2,13 millones de soldados en servicio activo, marineros, infantes de marina, pilotos y trabajadores civiles, y más de 1,1 millones de soldados en la Guardia Nacional y miembros del Ejército, Armada, Fuerza Aérea y en la Reserva del Cuerpo de Marines.

La crisis por el desastre militar en Irak empezó a conmover a una enorme burocracia de poco más de 3,2 millones de militares y civiles, equivalente a la población de un pequeño país, con el Jefe del Pentágono comando de 3 departamentos subordinados: Ejército, Armada y Fuerza Aérea. Los jefes de Estos 3 Departamentos componen el Estado Mayor Conjunto, el cual tiene a su vez un Director que es Teniente General del Ejército, o Vicealmirante de la Marina y supervisa al Ejército, la Armada, el Cuerpo de Marines, la Fuerza Aérea y 4 servicios nacionales de inteligencia: La Agencia de Inteligencia de Defensa (DIA), la Agencia de Seguridad Nacional (NSA), la Agencia Nacional de Inteligencia- Geoespacial (NGA), y la OIficina Nacional de Reconocimiento (NRO).

Otras agencias bajo el mando del Pentágono incluyen a la Agencia de Proyectos Avanzados de Defensa (DARPA), la Agencia de Logística de la Defensa (DLA), la Agencia de la Defensa de Misiles (MDA), la Agencia de Defensa para la Reducción de Amenazas (DTRA) y la Agencia de Fuerzas de Protección del Pentágono (PFPA). Todas estas agencias están bajo el mando del Secretario de Defensa, así como las escuelas de servicios conjuntos, incluyendo la Universidad Nacional de Defensa (NDU) y el Colegio Nacional de Guerra (NWC). La organización del Pentágono tiene como 1er eslabón de la cadena de mandos al Presidente de la Nación con el título de "Comandante en Jefe". El 2do eslabón de la cadena es el Secretario de Defensa, máxima autoridad del Pentágono, que es asesorado por los jefes del Estado Mayor Conjunto compuesto por los jefes de las distintas fuerzas.

El 3er eslabón de la cadena son los jefes de los Comandos Combatientes Unificados (UCC), generales o almirante 4 estrellas denominados "Comandantes Combatientes" (CCDR). Este tercer eslabón revela la estructura profunda de las Fuerzas Armadas de los EE.UU. Laorganización del Pentágono está basada en un sistema de Comandos Combatientes Unificados (UCC), organismos compuestos de las distintas fuerzas que proporcionan mando y control efectivo sobre una base geográfica con el dominio de un determinado sector territorial del planeta. Ésta área geográfica es llamada "Área de Responsabilidad" (AOR), sobre la que tiene competencia tanto en momentos de paz como de guerra.

Así, cada UCC tiene potestad sobre decenas de naciones, gobiernos, estados y millones de habitantes. Los UCC son actualmente 9 en total, y surgieron a partir de una serie de reestructuraciones de las Fuerzas Armadas impulsadas desde 1945 por un estado mayor conjunto liderado por el General Dwight D. Eisenhower, quien fue era el comandante supremo de las tropas Aliadas en la 2da Guerra Mundial. Tras el fin de la misma siguieron cambios y reestructuraciones bajo la presidencia de Harry Truman, que se plasmaron en la Ley de Seguridad Nacional de 1947, bajo el marco político, ideológico y legal de la Doctrina Truman y el Plan Marshall. En esa etapa surgieron los dos primeros UCC: El Comando del Pacífico (USPACOM), y el Comando Europeo (USEUCOM).

El Departamento de Defensa (DOD) y su estructura definitiva se plasmaron tras una sucesión de cambios, documentos, enmiendas, y un proceso de reestructuraciones a través de las décadas por el cual fue evolucionando la compleja estructura de las Fuerzas Armadas de los EE.UU. Toda la estructura de las Fuerzas Armadas de los EE.UU evolucionó siempre teniendo como base a los UCC, cada uno de los cuales estableció un Plan de Comando Unificado (UCP), actualizado anualmente entre los CCDR y el Pentágono. El UCP es un plan que involucra estrategias y responsabilidades para los enormes sectores del globo que cada UCC abarca.

Con el paso de los años se conformaron nuevos UCC: En 1963 se estableció el Comando Sur (USSOUTHCOM) para América Latina, y en 1983 se estableció el Comando Central en la región de Medio Oriente (USCENTCOM). Pero a partir de la sanción de la Ley Goldwater- Nichols durante la Administración Reagan surgieron 3 nuevos UCC con nuevas características que los diferencian notablemente de los UCC surgidos en la posguerra. En 1987 surgió el Comando de Operaciones Especiales (USSOCOM), y el Comando de Transporte (USTRANSCOM). En 1992 nació el Comando Estratégico (USSTRATCOM).

Pero SOCOM, TRANSCOM y STRATCOM son 3 UCC completamente diferentes a los anteriores que habían surgido en la inmediata posguerra. Los UCC de posguerra establecían una AOR, es decir, un área de dominio de tipo "horizontal" sobre un grupo de regiones y países. En cambio los 3 nuevos UCC el SOCOM, TRANSCOM y TRATCOM, no tienen una AOR, un área geográfica bajo su dominio, sino que desarrollan un grupo de operaciones específicas que atraviesan en forma "vertical" a todos las Fuerzas Armadas. Por ejemplo, el Comando Estratégico TRATCOM, o el de transporte TRANSCOM desarrollan una actividad que afecta al conjunto de las fuerzas, tanto el planeamiento estratégico o la provisión de transporte que no están vinculadas a un área geográfica en particular sino a todas las áreas, de todas las fuerzas, en todo el globo.

Finalmente, la actual estructura de 9 UCC de las Fuerzas Armadas terminó de conformarse en el 2002 cuando la Administración Bush estableció el Comando Norte (USNORTHCOM) y en el 2007 el Comando Africa (USAFRICOM), nuevos UCC del tipo "horizontal". A su vez, cada UCC estableció Comandos Subordinados como el Comando de Alaska (ALCOM), por ejemplo, que está subordinado al NORTHCOM, o las Fuerzas de Estados Unidos en Corea (USFK) subordinadas al USPACOM. Así fue llegando a su punto actual el proceso de organización de las Fuerzas Armadas, constituyendo una fuerza imponente, la más grande de la historia, que dispone del mayor arsenal de armas de destrucción masiva. Para el año 2003 cuando comenzó la Guerra de Irak, esta imponente estructura de UCC "horizontales" y "verticales" tenía bajo su control un armamento total aproximado de 534 misiles balísticos intercontinentales (ICBM) de los modelos Minuteman III y Peacekeeper, además de 432 misiles balísticos de lanzamiento submarino (SLBM) Trident C4 y D5 y aproximadamente 2 centenares de bombarderos nucleares de largo alcance, entre ellos, 16 bombarderos "invisibles" del tipo B-2.

Toda esta estructura contó con 1000 bases militares distribuidas en todo el mundo y un presupuesto aproximado de 1 billón de dólares que supera el presupuesto militar de todas las potencias capitalistas juntas, y un despliegue que abarca más de 180 países de Europa, Asia, África y América. Al comenzar la guerra de Irak las fuerzas Armadas de los EE.UU disponían de un total de entre 5.000 y 10.000 cabezas nucleares, junto con alrededor de 9 buques de asalto anfibio, 22 cruceros, 64 destructores, y 18 fragatas o buques litorales. En cuanto a los submarinos, tenía 18 Clase Ohio, 43 Clase Los Ángeles, 3 submarinos Clase Seawolf, y 9 submarinos Clase Virginia y un poder naval de norme magnitud sustentado en el despliegue de 10 portaaviones. Toda ésta imponente estructura permite cubrir todos los océanos y mares del mundo mediante la capacidad de despliegue de 7 flotas operativas equipadas con poder nuclear.

Al momento de invadir Irak, las Fuerzas Armadas disponían además de una Fuerza Aérea (en inglés, USAF) compuesta de más de 5.500 aviones, 3.900 unidades de servicio activo, alrededor de 1.200 en la Guardia Aérea Nacional, 370 en la Reserva de la Fuerza Aérea, y 180 aviones de combate no tripulados, con un armamento de 2.130 misiles de crucero, y 450 misiles intercontinentales para articular disuasión, inteligencia, reconocimiento global, superioridad en el espacio, ciberespacio, rescate de personal, y ataque de precisión global. La USAF, con un personal de 330.159 efectivos, 68.872 reservistas, 94.753 efectivos en la Guardia Aérea Nacional, más de 151.360 trabajadores civiles, y 60.000 miembros en la Patrulla Aérea Civil, es la mayor y tecnológicamente más sofisticada Fuerza Aérea del mundo.

Al momento de encarar la Guerra de Irak, las Fuerzas Armadas de los EE.UU eran la fuerza militar más importante de la historia de la humanidad, incomparable e inigualable por ningún otro país, ni nación, ni imperio que hubiera existido nunca.

El CENTCOM en el ojo de la tormenta

La crisis política y militar de las Fuerzas Armadas en Irak golpeaba fuertemente sobre el UCC responsable de Medio Oriente: El United States Central Command (CENTCOM). Con asiento en la Base de la Fuerza Aérea Mac Dill, en Tampa, Florida, y nacido en 1983 bajo la Administración Reagan, CENTCOM surgió al transformarse la Fuerza de Tareas Conjuntas (en inglés, RDJTF), que había previamente conformado el presidente James Carter para la región de Medio Oriente. El CENTCOM a cargo de la Guerras de Irak y Afganistán, tiene una AOR de 27 naciones desde el Cuerno de África hasta China, y tiene bajo su mando la 5ta Flota patrullando el Golfo Pérsico, el Mar Rojo, el Mar Arábigo, y la costa de África del Este hacia el Sur hasta Kenia.

La 5ta flota había establecido su base en Bahrein con sus más de 20 buques, 15 000 hombres embarcados y 1000 en tierra, un máximo nivel de despliegue de 5 portaaviones, 6 buques de asalto anfibio LHD y LHA, y los componentes de la Fuerza Conjunta Aire- Tierra de los Marines. En el recuento general, el CENTCOM tenía bajo su mando 141 mil hombres en Irak, 20 mil en Afganistán, más un Comando Subordinado en la guerra de Irak, el USF- I, al que se sumaba la 5ta flota y sus buques escolta, los de suministro, y más de 30 buques de la Royal Navy. Todo un enorme potencial destructivo, una fuerza sin parangón. 


Pero el CENTCOM comenzó a soportar una muy fuerte presión desde el comienzo de las guerras de Irak y Afganistán, dado que ambas eran intervenciones militares muy diferentes a todas las anteriores del CENTCOM, desde todo punto de vista. Aunque había afrontado con relativo éxito guerras como la del Golfo, CENTCOM nunca había afrontado algo de la calidad y magnitud de las acciones que implicaban Irak y Afganistán.

En la Guerra del Golfo, CENTCOM había enfrentado con relativos triunfos las acciones que eran parte de Tormenta del Desierto en enero de 1991, y también en forma exitosa las operaciones destinadas a establecer la zona de exclusión aérea en Irak, que se llamaron "Vigilante Guerrero", "Centinela Vigilante", "Desert Strike", "Desert Thunder(I y II)", y "Zorro del Desierto". Pero diferente fue la realidad del CENTCOM en la zona de actuación que abarcó Somalía y el noreste de Kenia. Allí fueron muy traumáticas las operaciónes "Proveer Alivio" y "Restaurar la Esperanza" de 1992, en las cuales alternó triunfos y derrotas, una situación cada vez más complicada debido a la resistencia de las guerrilas somalíes que lograron varios triunfos, incluyendo el secuestro de militares en la ciudad de Mogadiscio, tras lograr impactar con granadas propulsadas por cohetes a 2 helicopteros UH- 60 Black Hawk.

Al tomar los milicianos somalíes rehenes del ejército, el CENTCOM debió esmerarse en rescatarlos mediante la "Operación Serpiente Gótica". A pesar de ello, la situación empeoró en Mogadiscio, capital de Somalía, y tras una serie de estallidos populares que se sumaron a las derrotas acumuladas, la Administración Clinton ordenó la retirada de las tropas de Somalia. Luego el CENTCOM hubo de afrontar los atentados de 1996 contra las Torres Khobar en la que murieron 19 aviadores americanos, así como también los ataques a las embajadas de EE.UU en Kenia y Tanzania donde fallecieron 250 personas.

En junio del año 2000, el entonces presidente Bill Clinton designó Comandante Combatiente del CENTCOM al General Tommy Franks, quien tenía una larga trayectoria en las fuerzas armadas, habiendo actuado en Vietnam, en el Pentágono, en el Estado Mayor del Ejército, y en la Guerra del Golfo. Apenas asumido, Franks debió confrontar el atentado al USS Cole ocurrido el 12 de octubre del 2000 en Yemen donde perecieron 17 marineros. Sin embargo, ninguno de los atentados, ni hechos sucedidos en la región en años anteriores alcanzó la intensidad y la gravedad de confrontación que debió afrontar el CENTCOM tras el 11-S.

CENTCOM inició las operaciones en Afganistán con bombardeos aéreos, despliegue de infantería estadounidense, y británica, más fuerzas especiales de varias naciones aliadas como Australia, a la que posteriormente se sumaron las tropas de la OTAN y las restantes que compusieron la Fuerza Internacional de Asistencia para la Seguridad (en inglés, ISAF). En la operación "Libertad Iraquí" de marzo del 2003, el CENTCOM coordinó su accionar con el de las tropas de Reino Unido, y a contingentes menores de Australia, España, Dinamarca, Polonia, etc, pero a partir de allí, y apenas logrados los primeros triunfos en Irak y Afganistán una oleada de críticas se abatió sobre la operación "Libertad Iraquí", y la crisis política al interior de las Fuerzas Armadas se agravó cuando el jefe del CENTCOM Tommy Franks presentó su renuncia al cargo de comandante de la coalición multinacional en mayo del 2003.

Apenas habían transcurrido 2 meses de iniciadas las operaciones en Irak, cuando su máximo jefe, el general Tommy Franks presentó la renuncia. Y tras la renuncia a comandar la Coalición Multinacional, en julio del 2003 Franks renunció como Jefe del CENTCOM, con lo cual Franks renunció a los 2 cargos de máxima responsabilidad militar, apenas 2 meses después de que el presidente George W. Bush proclamara el triunfo desde la cubierta del USS Lincoln con la frase: "Mission Acomplished!" (en inglés, "Misión cumplida!").

Las 2 renuncias de Tommy Franks ponían al desnudo la crisis política que se desató al interior de las Fuerzas Armadas apenas iniciada la guerra de Irak. En el mejor momento de triunfo y gloria de la Administración Bush, comenzaban a mostrarse evidentes diferencias de criterio estratégico al interior del Pentágono y entre los mandos militares. Se hicieron públicas, las contradicciones y entredichos entre Rumsfeld, el jefe del Pentágono y los Comandantes Combatientes, evidenciando diferencias tanto de criterio como estratégicas, tanto en el campo de batalla como en las operaciones de apoyo, tanto a nivel militar como en el político, que comenzaron a incidir en la realidad de la guerra de Irak.

¿Qué provocaba esta creciente crisis política al interior de las Fuerzas Armadas en medio del desarrollo de la guerra? Lo que agravaba la crisis política en el Pentágono era que tríada Bush- Cheney- Rumsfeld impulsaba una reforma de las Fuerzas Armadas, aprovechando las guerras de Irak y Afganistán, mediante el desarrollo operaciones militares no convencionales que combinaban la actuación de las Fuerzas Armadas tradicionales con fuerzas de élite, en un plan de guerra que ensayaba un nuevo esquema militar.

Este esquema de la Administración Bush se basaba en 3 estrategias que se desarrollaban simultáneamente: La primera estrategia fue que las tropas comandadas por Rumsfeld violaran todos los organismos, leyes y convenciones de guerra, y actuaran desconociendo al Consejo de Seguridad de la ONU, la Convención de Ginebra, y la Carta de San Francisco de la ONU de 1945. Y si bien ninguna de estas organizaciones, leyes y convenciones habían impedido a las Fuerzas Armadas de los EE.UU durante décadas invadir naciones de diferentes continentes, realizar masacres, o arrojar bombas atómicas de alto poder destructivo, para Rumsfeld no era suficiente y debían superarlas y desconocerlas. 

La segunda estrategia de la Administración Bush era la de construir un ejército paralelo al ejército tradicional. Esta estrategia implicaba una profunda reforma político- social de las Fuerzas Armadas, y era impulsada con una campaña política permanente en favor del uso de "Capacidades No- Convencionales" dela cual Donald Rumsfeld se convirtió en su vocero más importante. Estas capacidades militares "No- Convencionales" se plasmaron en la conformación de las Fuerzas Especiales, cuerpos de elite con capacidad de concretar tareas que el ejército regular de los EE.UU se resistía a llevar adelante.

Las guerras de Irak y Afganistán eran el escenario ideal para plasmar esta reforma de las Fuerzas Armadas y dar rienda suelta a la actuación de las Fuerzas Especiales. En Afganistán, las Fuerzas Especiales constituían una fuerza de casi 47.000 hombres de los cuerpos de los SEAL, Rangers, Fuerza Delta, y otros comandos especiales, toda una fuerza que alcanzó cada vez mayor protagonismo en el teatro de guerra siendo las que llevaron adelante el asalto de Mazar-i-Sharif, y luego patrullando las calles de Kabul como de otras ciudades del país.

Estas Fuerzas Especiales actuaban bajo el Mando Conjunto de Operaciones Especiales, (en inglés, Joint Special Operations Command, JSOC), subordinado al SOCOM. Pero además de contar con un Comando propio, coordinaban acciones con las fuerzas de élite como el Blackwater, un ejército privatizado con un presupuesto propio de miles de millones de dólares establecido en la base de Fort Bragg en Carolina del Norte. Esta coordinación entre las tropas mercenarias de las Fuerzas Armadas y los cuerpos de ejércitos privatizados actuó bajo el mando del general Charles R. Holland, jefe del SOCOM, asistido por el general Dell L. Dailey como jefe del JOSC.

Como vimos SOCOM había nacido bajo la Administración Reagan tras el fracaso del rescate a los rehenes de la embajada estadounidense en Irán en 1980. Desde su activación el 16 de abril de 1987, SOCOM había participado en múltiples operaciones como la invasión de Panamá en 1989 y varias misiones clandestinas o encubiertas. El cuartel general de SOCOM al igual que el de CENTCOM estan superpuestos ya que ambos comparten la misma Base de la Fuerza Aérea MacDill, en Tampa, Florida. Pero ésta superposición de ambos UCC no era sólo geográfica, sino también política.

Ambos UCC superponían acciones en la Guerra de Irak. En las operaciones militares de Irak, las operaciones de SOCOM se superponían, y en muchos casos actuaban en forma contradictoria, con las del CENTCOM. Al impulsar a toda velocidad este conglomerado de Fuerzas Especiales, el secretario de Defensa Donald Rumsfeld estaba generando enormes contradicciones al interior del ejército y el régimen político. Rumsfeld buscaba modificar el estatuto de las Fuerzas Especiales, para lo cual se apoyaba en informes del Comité Consultivo Científico del Pentágono, según el cual las Fuerzas Especiales tienen que convertirse en el instrumento central de las operaciones militares y no deben ser más puestas a disposición de las otras armas.

Los informes del Comité Consultivo Científico planteaban la necesidad de librar a las Fuerzas Especiales de la autoridad del Estado Mayor Conjunto, y sugerían que se vinculen directamente al Consejo de Seguridad Nacional. Todo este nuevo dispositivo era un esquema de organización de las Fuerzas Armadas completamente nuevo, una reforma que no era sólo militar; sino también política porque implicaban indirectamente cambios en el régimen político del país. Este esquema de reorganización de las Fuerzas Armadas se fue estableciendo progresivamente a partir de la guerra de Afganistán, en el terreno mismo de las acciones militares, y expresaban la 3era estrategia de la Administración Bush: La de llevar a cabo una profunda reforma de las Fuerzas Armadas que estableciera la supremacía de los UCC "verticales", por encima de los UCC "horizontales".

La reforma bonapartista de Rumsfeld y la Administración Bush



La Administración Bush comenzó a desarrollar en medio del teatro de la Guerras de Irak y Afganistán una reforma de las Fuerzas Armadas, que profundizaba su carácter bonapartista. Se denomina bonapartismo al régimen político asentado esencialmente en las Fuerzas Armadas, y su nombre proviene del régimen establecido por Napoleón Bonaparte basado en el ejército francés, que actuó como árbitro sobre las instituciones y clases sociales en pugna tras el triunfo de la Revolución Francesa.

Las Fuerzas Armadas son una institución que tiende a colocarse por encima del resto de las instituciones políticas como el Parlamento, el Poder Judicial, o el Poder Ejecutivo que se desarrolla en todos los países capitalistas en forma desigual de acuerdo a las características particulares de cada país y de su situación política. Pero al tratarse Estados Unidos de un estado que domina la economía mundial capitalista desde aproximadamente la posguerra del siglo XX, la estructura de las Fuerzas Armadas de los EE.UU se estableció a partir de entonces evolucionando progresivamente como una enorme entidad supranacional que tiende a colocarse por encima del conjunto de los países, instituciones y formaciones sociales de los diferentes estados del orbe, y se plasmó tras el fin de las 2da guerra mundial en la conformación de los UCC "horizontales".

La estructura militar de UCC´s con una AOR asignado sobre un determinado sector geográfico del planeta, los ubicó como una colosal entidad militar supranacional, por encima der naciones, gobiernos, leyes, instituciones, e incluso, ejércitos de los diferentes países que componen dicha región. De éste modo, las Fuerzas Armadas de Estados Unidos fueron corporizando su carácter bonapartista de carácter global, estableciendo un dominio sobre las diferentes formaciones político- sociales de las diversas regiones del globo. Éste carácter bonapartista fue desarrollándose tras la II Guerra Mundial y se expresó a partir de las diferentes intervenciones militares que ocurrieron durante todo el siglo XX tanto en Europa en la 2da guerra Mundial, como en el sudeste asiático como en Japón, Corea, Vietnam, o en América Latina, África, etc.

Independientemente de tratarse todas las intervenciones de diferente carácter y signo, todas ellas son la muestra de la creciente ubicación bonapartista de las Fuerzas Armadas de los Estados Unidos, que intervino permanentemente en los últimos 70 años en regiones y continentes enteros del globo. La Ley Goldwater- Nichols de 1986 que estableció los nuevos UCC "verticales" SOCOM, TRANSCOM y STRATCOM, supuso un refuerzo y fortalecimiento de los aspectos bonapartistas de las Fuerzas Armadas.

La aparición de los UCC "verticales", implicó el surgimiento de nuevas y gigantescas organizaciones supranacionales que tienden en a superponerse en forma contradictoria, e incluso ponerse "por encima" de los UCC horizontales. Precisamente, al desarrollarse la tercera estrategia de impulsar el predominio de los los UCC "verticales" por encima de los UCC "horizontales", comenzó a plasmarse en Irak en una estructura que imponía el predominio del SOCOM, en una pirámide cuyo vértice era Rumsfeld, y dejaba debajo sometidas a las restantes fuerzas, ramas, y UCC's. Al momento de iniciarse las operaciones en Irak y Afganistán, dos UCC operaban bajo el mando de Rumsfeld, CENTCOM y SOCOM. Las dos ubicadas en la misma Base de la Fuerza Aérea MacDill en Tampa, Florida. Una "horizontal", la otra "vertical". Una a cargo de Tommy Franks, la otra a cargo de Charles Hollande ¿Cuál de los 2 realmente comandaba?

Tanto Tommy Franks, el CENTCOM, como el Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas comenzaron a observar que en la Guerra actuaban fuerzas que estaban fuera de su control, no obedecían sus órdenes, actuaban bajo su propio plan y no acataban sus decisiones, ni proyectos. Por ejemplo observaban como Task Force 121 actuaba como una fuerza multi-servicio comandada por el Brigadier General Gregory L. Trebon que recibía asistencia directa de las naciones de la coalición como los cuerpos canadienses, británicos, australianos, y polacos, lo que aumentaba su poderío.

Basada en miles de hombres que provenían de la ya desaparecidas Task Force 5 y Task Force 20, el objetivo principal de la Task Force 121 era capturar o matar objetivos de alto valor"" (en inglés, "High Value Targets HVTs"), como líderes muyahidines o ex jefes del Partido Baath. La Task Force 121 estuvo directamente involucrada en el asesinato de los hijos de Saddam Hussein, Uday y Qusay, y estuvieron envueltas en el apresamiento del propio Saddam Hussein. Producto de que su misión principal era la captura de los HVT, se organizó de tal manera que tenía una estrecha relación con el personal de inteligencia como operadores de la CIA, que eran una parte integral de la unidad.

Task Force 121 sólo respondía y recibía órdenes de uno de los UCC establecidos en MacDill: El SOCOM. Con este panorma, el CENTCOM estaba en el centro de la tormenta atenazado por la guerra de un lado, y la crisis interna del otro. SOCOM y CENTCOM estaban a cargo de Rumsfeld, pero el CENTCOM sentía que a cada minuto su capacidad de acción en la guerra se veía limitado por el accionar del SOCOM. El Estado Mayor Conjunto y el Jefe del CENTCOM observaban como las Fuerzas Especiales alcanzaban cada vez mayor protagonismo y tomaban la delantera en todas las acciones, cambiando en el terreno mismo de la acción militar la estructura de las Fuerzas Armadas, lo que suponía no sólo un cambio en el terreno militar, sino también en aspecto político. 

Rumsfeld aprovechaba las Guerras de Afganistán e Irak, para llevar adelante una reforma de las Fuerzas Armadas de los EE.UU, operando en el terreno concreto, y a la vez no desaprovechaba ninguna ocasión para estigmatizar en público el peso burocrático de los altos mandos de las Fuerzas Armadas. El jefe del Pentágono exhortaba a los cuerpos de oficiales a adaptarse a sus exigencias, y presionaba cada vez con mayor fuerza sobre los mandos del CENTCOM, imponiendo medidas en pos de fortalecer y desarrollar los aspectos de las Fuerzas Armadas de interés para la Administración Bush. Pero no terminaban allí las aspiraciones de Rumsfeld.

La Reforma del jefe del Pentágono incluyó la absorción del Comando Espacial por el SOCOM con vistas a la creación de un ejército del espacio, con el objetivo de avanzar en la construcción de una fuerza que tuviera presencia en el cielo para librar batallas en tierra, contando con soporte satelital desde la estratósfera disponiendo de infraestructura de telecomunicaciones en órbita. Era un plan que no tenía límites en su carácter bonapartista con una agresividad que ponía en peligro al conjunto de la humanidad. Todo el accionar del Secretario de Defensa desató una crisis aguda en las Fuerzas Armadas que paralizó parcialmente al Estado Mayor, e hizo difícil cualquier plan e incluso cualquier nombramiento.

La crisis no tardó en desatar feroces luchas internas entre los miembros de las Fuerzas Armadas, entre los jefes de los UCC, entre los jefes y Rumsfeld, instalada en el Pentágono, desde allí irradió hacia los partidos políticos, y todas las instituciones del régimen político, con lo cual, cada acontecimiento de la Guerra de Irak, no hacía más que azuzar estos enfrentamientos.En la medida en que la Guerra se desarrollaba, la estrategia militar de Rumsfeld y el Pentágono plasmaba en el teatro mismo de los enfrentamientos bélicos la reforma militar de las Fuerzas Armadas. Esta reforma impulsada por la Administración Bush tenía como objetivo de profundizar el carácter bonapartistas de las Fuerzas Armadas. Y a la vez, tenía otro objetivo: La privatización de la Fuerzas Armadas iniciada por la Administración Reagan mediante la Ley Goldwater- Nichols de 1986 que encontraba continuidad con las medidas implementadas por la Administración Bush y el Pentágono.

La privatización de las Fuerzas Armadas y el salto tecnológico

A partir de la Ley Goldwater- Nichols de 1986, comenzó un proceso de privatización de las Fuerzas Armadas, que continuó 4 años después bajo la Administración Bush padre con la gestión de Richard "Dick" Cheney como Secretario de Defensa. Esta reforma implicaba no solamente el surgimiento de los UCC verticales sino también el reemplazo de soldados regulares, por tropas compuestas de mercenarios profesionales. Bajo la gestión de Cheney se redujo la cantidad de soldados del ejército de 2 millones 200 mil soldados, a 1 millón 600 mil soldados a partir de 1989 y 1990, y se comprimió el presupuesto militar.

Antes el ejército no apelaba a contratistas civiles en forma importante, pero la reducción de la plantilla y del presupuesto dejó a las Fuerzas Armadas con una escasez de servicios, infraestructura y lugares de entrenamiento que dio a los contratistas carta blanca para ofrecer una amplia gama de servicios militares y de seguridad. Las empresas y corporaciones privadas comenzaron a proveer servicios de reparaciones de armas avanzadas, protección de instalaciones, seguridad del personal, traducción, interrogatorio y cursos de formación de las fuerzas militares y de la policía.

Bajo la gestión de Administración Bush y Donald Rumsfeld todo este proceso se profundizó. Para cuando comenzó la invasión a Irak, 35 contratistas privados proveían estos servicios a las Fuerzas Armadas, entre ellos Halliburton, KBR, Bechtel, Fluor, Titan, CACL, Triple Canopy, DynCorp, Trident y Blackwater, las cuales ganaron contratos de seguridad valuados en millones de dólares. Muchos de estos se firmaron merced a la invasión de Irak, además de los servicios que demandaba la red de centros de detención y de cárcel en diversos servicios de alta complejidad.

Por ejemplo, los Black Sites requerían de aviones privados para transportar prisioneros secretamente, además de seguridad, comunicaciones y una multiplicidad de servicios que requerían el incremento de contratistas que a finales de 2006 sumaban más de 100.000 de diversas nacionalidades prestando múltiples servicios al Pentágono, sin contar a los posibles subcontratados. En términos comparativos con la Guerra del Golfo, la presencia de las corporaciones privadas proveyendo servicios militares se había multiplicado aproximadamente por diez. Los informes del Congreso señalaron que un 20% del dinero gastado por su país en Irak en el periodo 2003 - 2007, aproximadamente 85.000 millones U$S, se habían empleado en contratar servicios a empresas militares privadas, las cuales se agruparon en la Private Security Company Association of Iraq (PSCA, asociación de compañías de seguridad privada en Irak) para discutir asuntos de interés empresarial que afecten a las PSCA.

Estas empresas establecieron una relación muy estrecha con el gobierno local y las fuerzas de la coalición. El 27 de junio de 2004, Paul Bremer antes de abandonar la jefatura de la Autoridad Provisional de la Coalición firmó la Orden número 17 que definía en el anexo 4 el estatus jurídico de los contratistas en Irak, ordenanza que generó controversia al conocerse, ya que permitía que los contratistas no estuvieran sujetos a las leyes y regulaciones iraquíes, teniendo inmunidad frente a procesos locales siempre y cuando se ajustaran por lo establecido en su contrato.

Más tarde esta inmunidad fue retirada tras la muerte de 17 civiles perpetrada por fuerzas mercenarias, pero todo este proceso tuvo una empresa beneficiada en forma privilegiada: Blackwater, (en español "Aguanegra") la empresa de mercenarios de mayor alcance del mundo. Blackwater con 20.000 soldados, base militar propia en Carolina del Norte, flota de aviones, de helicópteros artillados, y división privada de inteligencia, llegaba a las entrañas del ejército mismo con la entrada en escena de una firma de mercenarios de mayor alcance del mundo, con miles de soldados, la base militar privada más grande del planeta. Al momento de ser contratada, Blackwater fabricaba sus propios dirigibles no rígidos de vigilancia y sistemas de detección de blancos. La empresa era dirigida por Erik Prince, un cristiano supremacista blanco de extrema derecha y ex marino de guerra, contribuyente del Partido Republicano, cuya familia ha tenido conexiones neo-conservadoras profundas.

Prince fue favorecido por una oleada de contratos por millones de dólares lo que le facilitó la creación de la empresa- ejército privado que contó entre sus directivos como Presidente a Gary Jackson, también ex marine, y a un número significativo de oficiales de la CIA y el Pentágono. La base militar de Erik Prince se extendía por alrededor de 6.000 hectáreas, casi 24 quilómetros cuadrados en un inmenso pantano en la Carolina del Norte en la frontera con Virginia, y de allí el nombre Blackwater adoptado por el agua de color turbia del pantano. Desde su formación en 1990 proporcionó apoyo a la formación de militares combate cuerpo a cuerpo, precisión de tiro de fusil, cursos de tácticas y de conducción por carretera, capacitación para militares, el gobierno y las fuerzas del orden, en sus pistas en Camden y los condados de Currituck.

Para el 2006, Blackwater tenía soldados desplegados en 9 países en el mundo, fabricaba sus propios dirigibles no rígidos de vigilancia, sus propios sistemas de detección de blancos, y su dueño el ex marine Erik Prince había sido favorecido por una oleada de contratos por millones de dólares lo que le permitió tener un ejército desplegado en las zonas de conflicto junto a la OTAN, o la ONU. Las PSCA demandan personal con un alto grado de entrenamiento y conocimiento en manejo de armas y situaciones de combate, por lo que se nutren principalmente de soldados de élite que por el crecimiento del negocio de las empresas militares, se pasan al sector privado.

Sectores de soldados de elite como los SAS británicos, los boinas verdes de EE.UU o los el JTF-2 canadienses pasan a ofrecer sus servicios a estas empresas y ejércitos privados donde obtienen sueldos y beneficios más altos. Enormes contradicciones provocaban esta irrupción de las empresas privadas y Blackwater en el ejército, En primer lugar, estas fuerzas realizaban acciones que estaban parcialmente sin supervisión de CENTCOM y los Altos Mandos, lo cual a veces provocaba graves problema en el teatro de guerra. Por poner un ejemplo más resonante, Blackwater estuvo estrechamente vinculada a la masacre de Fallujah, cuando 4 contratistas de Blackwater Scott Helvenston, Jerry Zovko, Batalona Wesley y Michael Teague, fueron atacados y asesinados con granadas y disparos de armas pequeñas, y sus cuerpos fueron colgados de un puente sobre el Éufrates.

Pero también en otras acciones militares, las Fuerzas de Blackwater y las fuerzas regulares del ejército se enfrentaron en tiroteos y otras confusas acciones, a veces provocadas por errores, o a veces como expresión de los roces existentes entre las fuerzas mercenarias y las tropas regulares. El otro elemento es que la irrupción de una enorme masa de contratos a empresas privadas disparó el "negocio" del servicio de tareas militares, y provocó el desvío de partes del Presupuesto del Pentágono lo que desencadenaba todo el tiempo pujas y enfrentamientos entre el Alto Mando, las empresas y el gobierno por el destino de esas partidas presupuestarias.

Todo el proceso de Reforma de las Fuerzas Armadas tras la Goldwater- Nichols, es hijo de la derrota militar en Vietnam. La derrota militar de Vietnam produjo en amplios sectores de la oficialidad y de los especialistas militares la visión de que esa guerra no podía ganarse aún a pesar de la enorme superioridad militar. Esa conclusión llevaba a otra: Para que no se repita un episodio similar, las Fuerzas Armadas debían dotarse en el futuro de una superioridad tecnológica tan inigualable que ningún otro estado pudiera siquiera acercarse a ella, lo que llevó a que la década de los 1970´s fuera una década de saltos tecnológicos entre los más grandes de la historia aún en proceso de desarrollo y evolución

Los 70´s fueron una década de evolución industrial y grandes avances tecnológicos, desarrollo en el cual se destacó la evolución de la informática, iniciada en la década de los 40´s en plena Segunda Guerra Mundial y relativamente retrasada hasta los 60´s cuando comenzó a avanzar decididamente. La informática logró su punto de inflexión en los 70´s, con la aparición del ordenador personal, y desde entonces, los ordenadores han liderado el sector militar principalmente las áreas descubiertas mediante radares, el control, la alerta temprana y la gestión de aviones de combate.

El ejemplo más destacado es el interredes, que surgió como un programa militar en 1968 cuando el Comando Aéreo Estratégico decidió diseminar estratégicamente en varios centros por toda el pais información militar sensible contenida en ordenadores. La única forma de mantener en contacto permanente a esos ordenadores era por vía telefónica ya que los operarios leían las pantallas por teléfono, un sistema que evolucionó con los años y hoy conocemos como Internet. En 1981 se lanzó al campo civil con apenas mil usuarios la mayoría corporaciones empresariales, y luego se universalizó por todo el mundo a partir de 1995.

El proceso de privatización de las Fuerzas Armadas tuvo otra consecuencia: la de financiar a la poderosa industria militar privada del país formada por gigantescos conglomerados de empresas, lo que se llevó a cabo no sólo mediante contratos sino también de créditos multimillonarios federales. Varios ejemplos ilustran esta transferencia de fondos federales a las Corporaciones armamentísticas privadas. Un caso fueron los enormes contratos concedidos en 1978 a las compañías McDonall-Douglas y General Dynamics para producir los cazas F-16 en 1975 y el caza F-18 para la US Navy en 1978.

A finales de los 1990´s, la fusión de dos gigantes aeroespaciales McDonall-Douglas y Boeing obedeció a la decisión del Pentágono de fabricar en un mismo modelo para la Fuerza Aérea y la Marina, el futuro caza JSF, un caza polivalente avanzado para los siguientes 50 años, mediante un inmenso contrato por valor de 200.000 millones U$S. Como resultado, desde entonces Boeing, además de ser líder mundial en la producción de aviones de pasajeros vio incrementada su división militar con la incorporación de McDonall-Douglas. Tras fabricar el avanzado caza F-15, Boeing consiguió el contrato para proveer el más avanzado F-22, un caza de última generación y tecnología Stealth, que lo hace invisible al radar y sustituyo de ese modo al F-15 equipando a las Fuerza Aérea hasta el 2050, modelo que entró en servicio en la USAF en 2002.

Otras grandes innovaciones tecnológicas desarrolladas a partir de la década de los 1970´s son el láser surgido en 1958 y perfeccionado posteriormente. Luego las armas biológicas como los gases CS, VX y napalm muchas de estas utilizadas en la Guerra de Vietnam. Más tarde se desarrolló el misil de crucero, como el Tomahawk, utilizado en la Guerra de Golfo, los misiles navales antibuque como el Harpoon, el Exocet y otros; el avión F-117 que posibilitó operativos denominados bombardeo "quirúrgico" y el bombardeo con imágenes digitales, y posteriormente la construcción de los bombarderos B-1 y B-2. Otros avances tecnológicos en las operaciones militares fueron el desarrollo de diferentes tipos de bombas, así desde los '70 se desarrollaron las "bombas inteligentes", las bombas guiadas por láser, las bombas de racimo, las bombas de desfragmentación, las guiadas por TV, las retardadas, las térmicas, las de grafito, las de precisión, las bombas guiadas por satélite Paveway II y III, y el misil antirradiación HARM.

Luego vinieron el helicóptero artillado AH-64 Apache, el caza anticarros A-10, la tecnología stealth de segunda generación, y el F-117. Desde los '70 se fueron desarrollando el visor de casco aeronáutico avanzado, las contramedidas electrónicas, la visión nocturna infrarroja, el radar Doppler, la tecnología V/STOL de despegue y aterrizaje aéreo corto/vertical. Este crecimiento exponencial en lo que a tecnología militar se refiere, se vio acompañado por los adelantos en la astrofísica y la astronáutica, al igual que la tecnología espacial que se vieron materializados en los transbordadores espaciales que se iniciaron en EE.UU con intenciones fundamentalmente militares. 

La industria de defensa se localizó desde los años 1950´s en California donde se investigó en sistemas de armas, misiles, informática, y toda clase de tecnología aeroespacial, de allí que el área de San Francisco sea el primer centro mundial de la informática y la cibernética, donde se iniciaron éstas ciencias, con áreas emblemáticas como Syllicon Valley, sede de gigantes informáticos como Apple o Hewlett Packard, y una gran concentración mundial de ingenieros aeronáuticos e ingenieros informáticos.

El desarrollo de la industria armamentística y la informática transformó a California en el Estado más rico de todos los Estados Unidos, con un PIB similar al de Francia. Si California proclamara su independencia, su gobernador acudiría a la cumbre del G-8 representando a una sexta parte de la población de EE.UU en el estado más poblado del país. Aunque California es el epicentro de la industria de defensa estadounidense, ésta tiene centros secundarios, como el estado de Luisiana, sede del gigante aeroespacial McDonall-Douglas, hoy absorbido por Boeing.

Otro Estado que alberga a un gigante de la industria de defensa es Michigan, sede del conglomerado Lockheed- Martin, líder mundial en la fabricación de sistemas de misiles. También se destaca Nueva Jersey, además de Texas, y Florida relacionadas con los viajes espaciales. Todo el desarrollo de esta tecnología de punta tuvo siempre como objetivo el lanzamiento de enfrentamiento bélico de magnitud, que permitiera a las Fuerzas Armadas superar la derrota de Vietnam y finalmente imponerse, una estrategia que estaba apenas comenzando con las Guerras de Irak y Afganistán.

El presupuesto militar anual del Pentágono de muchos miles de millones de dólares significa un factor dominante en la economía. En Washington operan extensos grupos de presión que trabajan sobre un determinado tipo de servicios o un sistema de armas, procurando una mayor porción del pastel para sus clientes. Un Subcomité de la Cámara de Representantes sobre Servicios de las Fuerzas Armadas encontró que más de mil cuatrocientos oficiales retirados, incluyendo doscientos sesenta y un generales y almirantes, estaban empleados por los cien más importantes contratistas de la defensa. En 1961, casi dos de cada tres congresistas tenían instalaciones militares del gobierno en sus distritos electorales. La presencia de éstas, junto a las empresas de contratistas militares privados, ejerce una presión político-económica irresistible sobre los legisladores para que apoyen asignaciones destinadas a armas y políticas imperialistas.

El Pentágono cuenta además con Echelon, considerada la mayor red de espionaje y análisis para interceptar comunicaciones electrónicas de la historia. Puede capturar imágenes de radio y satélite, llamadas de teléfono, faxes y correos electrónicos e incluye análisis automático y clasificación de las interceptaciones, estimándose que intercepta más de 3 mil millones de comunicaciones por día. A pesar de haber sido desarrollada con el fin de controlar las comunicaciones militares de la Unión Soviética, en la actualidad es utilizada también para encontrar pistas sobre terrorismo, narcotráfico, e inteligencia política y diplomática, siendo fundamental para el espionaje de cualquier nación y la invasión de privacidad en gran escala.

Todo este sistema está bajo la administración de la NSA (National Security Agency), una organización que cuenta con 100.000 empleados tan sólo en Maryland, aunque se estima que posee 380.000 empleados a escala mundial, lo que la constituye en la mayor organización de espionaje del mundo. En junio de 2013 varios medios de comunicación como The Guardian y The Washington Post divulgaron la existencia del Programa PRIM que captura los datos de compañías como Google, Apple, Microsoft o Facebook.

De este modo, el Complejo Militar- Industrial y el Pentágono se basan en las 5 empresas gigantes de armamento que son Lockheed-Martin, Boeing, General Dynamics, Raytheon, y Northrop-Grumman. A su vez, éstas tienen una alianza con el británico British AerospaceSystems (BAES), que las convierte en los mayores proveedores de material de defensa del Pentágono. Los atentados del 11- S, permitieron el diseño de una estrategia militar que pudiera concretar todo este desarrollo. La hora del PNAC había llegado. Veamos ahora cuales fueron estas estrategias militares, las medidas y orientaciones que desarrollaron la Administración Bush, el Pentágono y Donald Rumsfeld, que buscaban concretar la Reforma de las Fuerzas Armadas, la privatización y terminaron agravando la crisis política a su interior.

Las estrategias militares en Irak y Afganistán

Para comprender la estrategia militar llevada adelante por Donald Rumsfeld y el Pentágono en Irak, es necesario primero echar un vistazo a cuál fue la estrategia de la resistencia iraquí. En la medida que veamos paso a paso como se desarrolló la estrategia militar de las tropas iraquíes, comprenderemos acabadamente porque la estrategia de Wolfowitz y Rumsfeld fue completamente diferente de todas aquellas llevadas adelante en guerras anteriores. Por ejemplo, cuando se desarrolló la Guerra del Golfo en 1991, Colin Powell en su carácter de Jefe del Pentágono le planteó al entonces presidente George Bush padre que necesitaban 200.000 hombres adicionales para triunfar en Irak. Pero diez años después, la situación era muy diferente.

En esta guerra el jefe del Pentágono no solicitaba más hombres, la Doctrina Powell había quedado atrás, y ahora se solicitaban tropas ligeras, pequeñas, de élite para enfrentar una resistencia basada en guerra de guerrillas, pero que no se desarrollaba en selvas tropicales como Vietnam, sino que era urbana, calle por calle, y casa por casa. Esta visión estratégica de Rumsfeld y los altos mandos del Pentágono, se anticipó con rigurosidad a los hechos que sobrevendrían, y se correspondía perfectamente con la realidad.

Rumsfeld y Wolfowitz eran conscientes de que enfrentaban a una fuerza de resistencia que habían sacado conclusiones de lo ocurrido en Afganistán, una resistencia que comprendió que las grandes concentraciones de tropas, así contasen con una relativa defensa antiaérea, eran inútiles para enfrentar al poderío de la OTAN. En Afganistán el Talibán creyó que podía oponer resistencia a las fuerzas del Pentágono lo que lo llevó a cometer el error desde el punto de vista militar, de exponer sus mejores tropas al bombardeo indiscriminado del Pentágono, tremendamente superior en el aire y en cohetería desde larga distancia.

Esto provocó la derrota del ejército Talibán en medio de un enfrentamiento muy desigual. El ataque masivo de la poderosa Fuerza Aérea de la OTAN produjo enormes bajas en el ejército Talibán que prácticamente fue borrado del mapa, y quedó reducido a unos pocos focos de resistencia. De estos eventos de la guerra en Afganistán fue que el Estado Mayor iraquí sacó conclusiones. Fue de la experiencia de la derrota del Talibán que nació la estrategia militar iraquí basada en la percepción de que los satélites de la OTAN podían descubrir cualquier desplazamiento de tropas o concentración de ellas.

El desierto iraquí no era el lugar más apropiado para ocultar una concentración de tanques, cañones y cohetería. De esa forma, un gran ejército por más valiente que fuese, si no cuenta con una cobertura aérea corría el riesgo de ser destruido antes de entrar en combate. El curso de acción se desplazó hacia la estrategia de emplear las mejores fuerzas, las más aguerridas y mejor entrenadas en una "guerra de guerrillas urbana". Por eso, apenas iniciados los bombardeos y el avance de las tropas de la OTAN sobre Bagdad fue consumado, el ejército iraquí se desvaneció en el aire.

Y luego reapareció en acciones comando, contando con los contingentes de la Guardia Republicana y los de las fuerzas de seguridad que debían golpear y producir el mayor daño posible, para luego desaparecer en la masa del pueblo iraquí. Para este objetivo lo que hizo el ejército iraquí fue aparentar una rendición total, mientras se dotó de bases en las ciudades, en el campo y en el desierto, las cuales fueron utilizadas para esconder el máximo de armas, municiones y explosivos en centenares de lugares.

Estas bases eran conocidas sólo por ciertos jefes y líderes de la resistencia, y no se trataban de grandes depósitos, sino más bien, medianos y pequeños, que eran funcionales a los ataques en aquellos lugares más inesperados y a las fuerzas menos protegidas, en cualquier instante. Desde allí la resistencia iraquí atacó primero las columnas de aprovisionamiento de la OTAN, las unidades de servicios logísticos y patrullas dentro de las ciudades.

Luego los ataques se concentraron en las tropas del nuevo gobierno iraquí, aliado a los invasores, y así los asaltos a los contingentes integrados por soldados iraquíes se generalizaron.Estos ataques buscaron atemorizar a los colaboracionistas con la OTAN y a las fuerzas policiales del nuevo gobierno iraquí, produciendo el terror en la jefatura, y con ello un sentimiento generalizado de inseguridad en el gobierno de ocupación. Pero además toda la estrategia guerrillera y de comando buscaba llevar a la Guerra a un desarrollo prolongado, sabiendo que en la medida en que se transcurriera el tiempo, la guerra iría perdiendo apoyo popular en los EE.UU, por su enorme costo económico y en vidas humanas. Por eso el objetivo de la resistencia era evitar una batalla decisiva, un acontecimiento donde quien tiene mayor posibilidad es el que cuenta con más potencial de fuego.

La estrategia de la resistencia iraquí consistió en realizar pequeñas acciones de hostigamiento cotidiano que provoca la perturbación psicológica de muchos soldados de la OTAN. Los soldados comenzaron a concurrir a sus tareas de patrullaje atemorizados, deteniéndose y refugiándose en el terreno a sólo un par de kilómetros de su base, con un profundo miedo que disparó a su vez también errores de cálculo, provocados por el nerviosismo. Estos errores de cálculo iban en detrimento de la estrategia militar de la OTAN, lo que se hizo evidente por ejemplo cuando muchos de los policías del gobierno provisional iraquí fueron muertos por marines que creían estar enfrentándose a enemigos.

Al mismo tiempo, los iraquíes sabían que tarde o temprano habrían de concurrir a Irak miles de luchadores para enfrentar la invasión, combatientes de todas las regiones y confines de Medio Oriente, conmovidos por la lucha del pueblo iraquí dispuestos a entregar la vida para derrotar a las tropas invasoras. La estrategia de la resistencia tuvo como objetivo mantener la iniciativa en la totalidad del territorio, para ello no era necesaria una enorme fuerza que sería más fácil de detectar y de destruir, sino fuerzas pequeñas de combate. Se trató de una elite militar muy bien entrenada, bien equipada y decidida, lo que les permitió que las bajas siempre se puedan sustituir con nueva gente y mantener siempre activa una fuerza operacional que no perdía su potencia de combate.

La dispersión por todo el territorio fue preferible a una concentración porque obligaba a una dispersión de las tropas de la OTAN. La dispersión de las tropas de la OTAN a su vez favoreció la presentación de oportunidades tácticas para los comandos de la resistencia, e impidió al Pentágono arribar a una batalla decisiva, a la vez exponía a las tropas de la OTAN a recibir ataques sistemáticos y permanentes. Desde el punto de vista de la estrategia militar, la Guerra de Irak comenzó a transcurrir según el plan de la resistencia, constituida en general, y salvo excepciones como en la batalla de Fallujah, por pequeños combates en que siempre hay bajas por ambos lados.

El soldado invasor se encontró transitando en convoyes que eran atacados cuando menos se lo esperaba; los soldados encontraban explosivos en las carreteras, dentro de las ciudades, y en cualquier parte, lo que convirtió la realidad de Irak para los soldados de la OTAN en una pesadilla permanente e insoportable provocada por un enemigo prácticamente invisible. El efecto sobre las tropas de la OTAN fue devastador, y a pesar de que la Administración Bush hacía todo lo posible por dar la impresión de que estaban ganando la guerra, no pasó mucho tiempo sin que el pueblo norteamericano se diera cuenta de la realidad.

Los vientos de derrota soplaban sobre la Administración Bush y cuestionaban la estrategia política del PNAC, así como también la estrategia militar del Pentágono que era exactamente opuesta a la que había diseñado la resistencia iraquí. La estrategia del Pentágono era la de una guerra corta, un triunfo rápido, y una retirada de los territorios dejando una fuerza militar y policial local que ayudara a administrar la ocupación. Esta estrategia estuvo basada desde el principio en el impacto de los atentados del 11-S que le otorgaba una fuerte base política de sustentación de apoyo de sectores de masas en el país y en el mundo al GWOT, junto con la colaboración de los gobiernos, partidos políticos, y representantes de la mayoría del mundo árabe. Para conseguir esa guerra corta y limpia el Pentágono buscó estructurar una variante de la estrategia militar conocida como "Swarming" o "ataque de enjambre". Es una estrategia ofensiva, consistente en una combinación de numerosas acciones rápidas y simultáneas de ataques aéreos, misiles de crucero, fuerzas especiales y fuerzas terrestres convencionales sobre todos los puntos de decisión del régimen y sus apoyos.

El "swarming" en la estrategia del Pentágono y Donald Rumsfeld

El "swarming" implica el ataque al enemigo a través de la convergencia ofensiva de muchas unidades autónomas o semiautónomas sobre un objetivo, que combina diferentes técnicas y formas. Esta estrategia del Pentágono y Donald Rumsfeld en Irak consistió en bombardeos a Bagdad, penetración de tanques en el desierto, marcha de tropas con movilidad, reagrupamiento, comunicación, autonomía de las unidades, coordinación y sincronización de las actividades de las diferentes fuerzas. Los avances tecnológicos de la era de la información proporcionaron avanzadas herramientas que hicieron la estrategia más efectiva, con resultados más rápidos y contundentes, pero también, dada la intensidad del ataque, provocaron un gran número de bajas civiles. 

El término swarming (en inglés, "enjambre") fue acuñado por el think thank conservador de la RAND Corporation, y sus características son similares a la estrategia utilizada por Alemania en la Segunda Guerra Mundial llamada "Blitzkrieg" (en alemán, "Guerra Relámpago"). Esta estrategia utilizada por Hitler y y los Altos Mandos nazis buscó conseguir sus objetivos de forma rápida, combinando todas las fuerzas militares de tierra, mar y aire. Fue imparable para los ejércitos todos los países y sólo la frenó el Ejército Rojo de la Unión Soviética. El Alto Mando del Ejército Alemán quería evitar la guerra de trincheras, estrategia defensiva y de posiciones utilizada por los ejércitos que intervinieron en la I Guerra Mundial, una estrategia de enfrentamientos estáticos, muy poco útiles a la hora de derrotar al enemigo, que causaron una enorme y contundente cantidad de bajas.

Si en la Primera Guerra Mundial las armas tuvieron fundamentalmente un carácter defensivo, como las ametralladoras, las minas o la artillería pesada que fueron útiles en la lucha de trincheras, durante la II Guerra Mundial adquirieron más importancia las armas de carácter ofensivo y móvil. El protagonismo correspondió al carro de combate, al avión, a los tanques dotados de cañones de mayor calibre, con blindajes más gruesos y resistentes, y mejoras en la velocidad y la autonomía. La aviación jugó un papel esencial en misiones de bombardeo, o de apoyo a los carros de combate, y abandonó la exclusiva misión de reconocimiento para convertirse en un arma ofensiva, que sirvió para trasladar paracaidistas y destruir objetivos militares y civiles.

En 1939 la Luftwaffe alemana disponía de 4.800 aparatos de guerra, de los cuales 1670 eran bombarderos. Contando con este armamento, la estrategia Nazi de la "Blitzkrieg" consistió en una rápida entrada de aviones y tanques en el territorio a conquistar que rompió las líneas enemigas, alcanzó los puestos de mando, desarticuló la retaguardia y rodeó al contrincante. La infantería se fue encargando de asegurar todas las zonas por las que la primera avanzada de la aviación llamada "Luftwaffe", y los tanques llamados "Panzer" por los alemanes. Estos avanzaron con fuerza, y en pocos días, hicieron capitular a un ejército tras otro.

Esta estrategia se aplicó por primera vez en la Guerra de Polonia el 1 de septiembre de 1939, y Alemania lanzó la Blitzkrieg sobre Bélgica, y los Países Bajos en 1940. Finalmente el ejército alemán entró a Francia en una seguidilla de ataques militares que terminaron con triunfos de los nazis. En el caso de las Fuerzas Armadas en Irak y Afganistán, el "Swarming" contó con una mejor tecnología que la Blitzkrieg de los nazis a la hora de avanzar sobre Bagdad. Producto del salto tecnológico operado desde los '70 en las Fuerzas Armadas, el "Swarming" contó con tecnología informática, desde censores a satélites, y desde radares a visores nocturnos.

Basado en estos avances tecnológicos el Pentágono comenzó a utilizar el concepto de "guerra tecnológica de precisión" que buscaba la exactitud en ataques que no afectaran a la población civil, concepto que fue usado para justificar los bombardeos. Sin embargo el concepto de "guerra tecnológica de precisión" comenzó a tener fisuras apenas comenzó el bombardeo, porque el Swarming, al igual que lo hizo la Blitzkrieg de los nazis en Europa, causó enormes daños sobre las ciudades, concentraciones urbanas y la población civil.

El Swarming se implementó con bombas que impactaron en los barrios, lo cual se pudo apreciar en las imágenes de televisión en las que se vieron madres llorando, niños corriendo, y multitudes que habiéndolo perdido todo se agolpaban por comida. Junto al concepto de "guerra tecnológica de precisión" reapareció el concepto de "daño colateral", utilizado para referirse al daño no intencional o accidental producto de una operación militar, y había sido acuñado como un eufemismo por el ejército de Estados Unidos durante la Guerra de Vietnam. El término "daño colateral" llegó a las masas en la Guerra del Golfo de 1991, pero se hizo ampliamente conocido a partir de las imágenes que globalmente las cadenas de transmisión mostraron al mundo durante la Guerra de Irak.

Quizá las más conocidas y famosas fueron las imágenes de la CNN, nebulosas, de destellos borrosos que impedían apreciar la crueldad de lo que acontecía con la población civil en Irak, pero en la medida en que resultó imposible ocultar los graves daños que el "swarming" provocaba a la población de Irak, comenzó a conocerse la verdad: Los "Daños colaterales" eran graves abusos a los derechos civiles de la población. El pueblo iraquí ya había sufrido graves violaciones con la dictadura de Saddam Hussein, y ahora sufría terribles abusos de parte de los ejércitos más poderosos de la historia.

El odio que la población comenzó a sentir contra las fuerzas de la OTAN, y las de los EE.UU en particular, complicaba la estrategia de las Fuerzas Armadas en la medida en que tenían que ocupar un país de tamaño y población muy grande lo cual requería una peligrosa combinación de dos necesidades: Muchos efectivos en la región, y mucho tiempo de ocupación, exactamente lo opuesto a la estrategia militar que había planificado el Pentágono. A su vez, la OTAN debía enfrentar este panorama en medio de un creciente proceso de aislamiento político y militar.

Las Fuerzas Armadas contaban con su fiel aliado británico y con un pequeño contingente australiano, pero ahí terminaban los apoyos militares importantes. El esfuerzo de guerra recayó política y militarmente en las fuerzas de EE.UU, y sobre todo, la presión estaba en el CENTCOM. El aislamiento político era aún mayor que el militar, y en la medida en que la guerra se fue profundizando, el COW se desintegró además de que el rechazo a la guerra que ya era considerable, aumentaba día a día. En el mundo, y sobre todo en Europa, el aislamiento era cada vez mayor y las movilizaciones contra la invasión habían alcanzado las magnitudes más importantes de la historia.

Pero además en la región del Medio Oriente, en la medida en que la población de Irak aumentaba su odio a las tropas de ocupación, aumentaba el aislamiento político de EE.UU en la región, y casi en ningún país la población apoyaba la guerra. En EE.UU el apoyo popular a la guerra descendía día a día, el temor ante las bajas creó su propia dinámica, y ésta se amplificaba en la opinión pública incluso aunque fueran mínimas, cualquier emboscada o escaramuza en la que morían una docena de soldados ya se consideraba una derrota, o un golpe militar de considerable importancia.

Fue en este momento crucial de la guerra de Irak, en estos meses críticos que definían el rumbo de la contienda, que el general Tommy Franks renunció a su cargo de comandante de CENTCOM y de la coalición multinacional. Franks había sido citado como posible candidato al puesto de jefe de todo el Ejército estadounidense, pero rechazó el ofrecimiento del secretario de Defensa, Donald Rumsfeld. La discusión y diferencias entre Rumsfeld y los Altos Mandos abarcó varias cuestiones, pero fundamentalmente la cantidad de tropas que se debían poner en tierra para ganar la guerra.

En el debate sobre esta cuestión se sintetizaban las 2 posturas existentes en el Pentágono sobre la estrategia militar, la de Rumsfeld por un lado versus la del Estado Mayor Conjunto por el otro. La postura de Rumsfeld y Wolfowitz, que defendían a su vez la visión de la Administración Bush, era la guerra corta, rápida, la "Blitzkrieg del siglo XXI", con sus correspondientes "daños colaterales", basados en cuerpos de élite y ejércitos mercenarios privatizados, monitoreados desde el Pentágono y el SOCOM.

El Estado Mayor Conjunto en cambio veía otra estrategia militar más convencional, con miles y miles de soldados en tierra, centrada en el CENTCOM. El puesto de jefe del Ejército había generado mucha tensión en el Pentágono porque el plan de reforma del ejército de Rumsfeld había provocado su enfrentamiento con los principales generales, lo que motivó que el Jefe del Estado Mayor Eric Shinseki, también se enfrentara públicamente a Rumsfeld sobre la estrategia en Irak y el número de tropas que deberían establecerse durante la ocupación del país.

Shinseki anunció su retiro el 11 de junio de 2003. Es decir, apenas comenzada la Guerra en Irak se desató tal crisis política en las Fuerzas Armadas que se sucedían las renuncias de Tommy Franks a su cargo de Jefe del CENTCOM y a su cargo de Jefe de la Coalición Multinacional, y de Eric Shinseki a su cargo de Jefe del Estado Mayor del Ejército lo cual dejaba a las Fuerzas Armadas en los primeros 4 meses de la Guerra de Irak sin sus dirigentes principales.

Pero además, Franks y Shinseki renunciaban expresando públicamente sus diferencias políticas con Rumsfeld, lo cual era una muestra de la crisis política que atravesaba el Pentágono. La crisis no afectaba sólo al CENTCOM, sino también al SOCOM. El Comando Subordinado el JOSC (Mando Conjunto de Operaciones Especiales, en inglés, Joint Special Operations Command, JSOC), perdía su máximo jefe 6 meses después de la invasión, en septiembre del 2003. Dell L. Dailey tuvo que dejar su cargo en medio de duras críticas por no desplegar tropas y no hallar a Osama Bin Laden.

El JSOC había estado involucrados en el asesinato de los hijos de Saddam Hussein, pero habían fracasado en la búsqueda de Osama Bin Laden. Cuando Dell. L. Dailey dejó su cargo, Bin Laden llevaba ya 2 años de ser buscado sin que se supiera nada de su paradero. En el camino de la búsqueda de Bin Laden, las tropas mercenarias y de elite del JOSC habían cometido toda clase de masacres sin distinguir civiles de militares, activistas y simpatizantes de la resistencia armada. Los escuadrones de la muerte y las fuerzas paramilitares habían sido muy eficientes para aterrorizar a las comunidades, barrios y movimientos sociales, asesinando a los líderes locales para" enseñar "a los locales a obedecer y someterse a la ocupación, pero no habían podido dar ninguna pista sobre el sindicado como autor de los atentados del 11- S.

Era un fracaso del JOSC, y del SOCOM que costó el cargo a Dell. L. Dailey, quien fue reemplazado por Stanley McChrystal, un militar "favorito" de Rumsfeld y Cheney. A su vez, la controversia política sobre la guerra y la disputa entre los dirigentes del SOCOM y el CENTCOM continuaba. El ex- Jefe del Estado Mayor del Ejército Eric Shinseki testificó ante el Comité de Servicios Armados del Senado argumentando que para el Irak de posguerra se requerían "varios cientos de miles de soldados".

Esta era una estimación mucho más alta que la cifra que proponían Rumsfeld y su subsecretario Paul Wolfowitz, quien fueron los ideólogos centrales de la planificación de la invasión y la ocupación. Shinseki y Franks se oponían públicamente a la estrategia militar de la Administración Bush, y la crisis política en el Pentágono se incrementaba con cada batalla, cada derrota, cada hecho que acontecía en el teatro de operaciones. Tras la renuncia de Tommy Franks, fue designado como Jefe del CENTCOM el general John Philip Abizaid, un General del Ejército de origen árabe libanés cristiano graduado en West Point.

Pero aun así la crisis continuó, poniendo sobre el tapete el fracaso de la estrategia militar de las Fuerzas Armadas, un fracaso bien explicado por Michael Gordon principal corresponsal militar del NY Times y Bernard Trainor teniente general retirado del Cuerpo de Marina, autores del libro "Cobra II: La historia interna de la invasión y ocupación de Irak". Gordon y Trainor fueron entrevistados por los periodistas de Democracy Now Amy Goodman y Juan González. En dicha entrevista Trainer explicó el fracaso del plan post- invasión:"...el plan era que los militares de EEUU salieran de Irak lo más rápidamente posible, dejando a cargo a un gobierno iraquí apoyado por EEUU, presuponiendo que la infraestructura -política y económica- quedaría en gran parte intacta y que en el período post-Saddam conseguirían involucrar a la comunidad internacional, a la ONU y a otros. Esta fue una presunción fatalmente dañada que resultó en un plan fatalmente erróneo. Así pues, si usted está buscando el problema que emergió con la insurrección, aquí tiene la causa fundamental..."

En las palabras del analista militar aparece por primera vez la palabra "insurrección". Esta palabra, era la expresión de la realidad de lo que ocurría en la Guerra de Irak, del fracaso de la estrategia militar de la Administración Bush que había detonado la crisis política en el Pentágono y enfrentado a Rumsfeld con el Estado Mayor Conjunto. Sin embargo, la palabra "insurrección" expresaba un elemento nuevo, un rumbo inesperado que tomó la Guerra y se transformó en el más importante de todos. La Guerra de Irak estaba transformándose en el elemento político central de la situación mundial, pero no ya por el impacto de los atentados del 11- S, sino por la acción de las masas. Años después de los atentados, cuando las tropas de la OTAN habían entrado y ocupado Bagdad, un cambio fundamental comenzó a operar e impactar de lleno sobre los acontecimientos políticos internacionales: En Irak, la Guerra se estaba transformando en una Revolución.

Irak: Cuando la Guerra se transforma en revolución

Los papeles de la Administración Bush se quemaron una vez que las Fuerzas Armadas tomaron Bagdad. La "Blitzkrieg del siglo XXI" de Rumsfeld y Wolfowitz tuvo éxito hasta la entrada en la capital de Irak, para luego transformarse en una terrible pesadilla. Y la explicación es simple: Hasta la entrada de las tropas de la OTAN a Irak se podía hablar de una "guerra" entre el ejército iraquí y los ejércitos de la OTAN. Pero apenas establecidas en Bagdad las fuerzas de la OTAN se transformaron en un ejército de ocupación contra el cual comenzó una revolución de liberación nacional del pueblo iraquí. 

Y contra todos los planes de la Administración Bush, la "Blitzkrieg del siglo XXI" no hizo más que encender la chispa de la revolución en Irak y todo Medio Oriente. Una chispa que Rumsfeld y la Administración Bush encendieron confirmando la visión del estratega y autor de la teoría militar clásica Carl Philipp Gottlieb Von Clausewitz, para quien todo dispositivo militar sólo cumple la finalidad de subordinarse al poder político. "La guerra no es más que la política llevada a cabo por otros medios" fue la famosa frase de Clausewitz. 

En obras como "De la Guerra" Clausewitz condensó su concepción fruto de su dura experiencia al servicio del ejército prusiano durante la Cuarta Coalición contra Napoleón. Cuando Napoleón Bonaparte invadió Prusia enfrentando al ejército pruso-sajón liderado por Carlos Guillermo Fernando, Clausewitz participó con el puesto de ayudante en la batalla de Jena del 14 de octubre de 1806. Esa batalla junto a la librada en Auerstadt acabaron con una aplastante victoria francesa y la desintegración completa del ejército prusiano. 

Prusia sufrió una humillante derrota y se convirtió en un estado satélite de Francia. Clausewitz pasó a ser uno de los 25.000 prisioneros, tenía 26 años, y quedó cautivo en Francia casi 2 años hasta 1808. La tremenda derrota producida actuó en la conciencia de Clausewitz como un torbellino: ¿Cómo podía ser que la perfecta maquinaria militar prusiana sufriera tan tremenda derrota? La que era considerada como una de las mejores maquinarias bélicas de su época había sido aplastada sin miramientos por un ejército de base popular y de origen revolucionario.

Así lo afirmó Clausewitz: 

"En 1793 apareció una fuerza que superó todo lo imaginable. De repente, la guerra se convirtió de nuevo en un asunto del pueblo, una población de 30 millones todos los cuales se consideraban a sí mismos ciudadanos...el pueblo se convirtió en un participante en la guerra; en lugar de sólo los gobiernos y los ejércitos, como hasta entonces, el peso total de la nación se puso en juego, los nuevos recursos y esfuerzos disponibles para su uso sobrepasaban todos los límites convencionales; nada ahora limitaba el vigor con que la guerra podría ser conducida...este Juggernaut de la guerra, basado en la fuerza de todo un pueblo, comenzó su camino arrasador a través de Europa" (1)

De allí que formulara su visión estratégica llamada "triángulo", o "trinidad" de Clausewitz, que tienen en sus vértices los sentimientos básicos de violencia, odio y enemistad que afectan a la población, en el segundo vértice todo el esquema del mando militar con elementos científicos de incertidumbre y probabilidad, pero también de arte y espíritu creativo. Y en el tercer vértice del triángulo está la estrategia política de las organizaciones y los gobiernos. Clausewitz observó la interrelación entre la estrategia militar, con las relaciones sociales, producto del impacto de la Revolución Francesa en los hechos militares.

Al compás de la Marsellesa, se había desarrollado un hito histórico, decisivo: La transformación de la guerra provocada por la intervención decisiva de las masas populares organizadas para combatir. El ejército de Napoleón se basó en millones de campesinos movilizados dispuestos a defender sus tierras obtenidas mediante la revolución con la reforma agraria, basado en un proceso masivo de reclutamiento, una leva gigantesca de masas, sostenida en un proceso revolucionario que había expropiado a la nobleza.

Pero en Irak y Afganistán, la Administración Bush, Rumsfeld, Wolfowitz y los ideólogos del Neocon enfrentaban hechos que mostraban la evolución que los conceptos de las guerras y revolución habían sufrido a lo largo de los siglos. Desde la Revolución Francesa, y con el antecedente de la Revolución Americana, había ido cambiando el carácter de las guerras: De ser un hecho protagonizado casi exclusivamente por minorías y fracciones de clases dominantes, fueron paulatinamente cambiando su carácter y sufriendo cada vez en forma más asidua la irrupción del movimiento de masas. 

Todo este proceso comenzó a desarrollarse tras la Revolución Inglesa del siglo XVII, como lo analizó Federico Engels: "...todas las revoluciones se habían reducido a la sustitución de una determinada dominación de clase por otra; pero todas las clases dominantes anteriores sólo eran pequeñas minorías, comparadas con la masa del pueblo dominada. Una minoría dominante era derribada, y otra minoría empuñaba en su lugar el timón del Estado y amoldaba a sus intereses las instituciones estatales..." (2)

Esta fue para Engels la tónica dominante en las guerras y revoluciones hasta la Revolución inglesa del XVII: "...prescindiendo del contenido concreto de cada caso, la forma común a todas estas revoluciones era la de ser revoluciones minoritarias...la actitud pasiva, la no resistencia por parte de la mayoría, daba al grupo minoritario la apariencia de ser el representante de todo el pueblo...Todas las revoluciones de los tiempos modernos, a partir de la gran revolución inglesa del siglo XVII, presentaban estos rasgos, que parecían inseparables de toda lucha revolucionaria..." (3) 

Engels señaló el cambio que las revoluciones americana y francesa implicó en las relaciones entre las Revoluciones y las Guerras: "La revolución francesa consumó también en el terreno militar lo que había empezado la americana. A los ejercitados ejércitos mercenarios de la coalición, la Revolución Francesa no pudo oponer más que masas poco entrenadas, pero numerosas, la fuerza de toda la nación..." (4) La irrupción de las masas en los procesos revolucionarios y las guerras implicó grandes cambios en relación a la estrategia y técnica militar.

Antes de las revoluciones francesa y la Primera revolución Norteamericana, la técnica militar estuvo basada en pesados cuerpos de infantería como lo explica Federico Engels: 

"La infantería entera de un ejército formaba un largo cuadrilátero vacío de tres filas por lado y no se movía en orden de batalla, sino como un todo; a lo sumo se permitía a una de las alas que se adelantara o retrasara algo...era imposible toda modificación del orden de batalla durante el combate, y, una vez entrada en fuego la infantería, la victoria o la derrota se decidían en poco tiempo y de un golpe" (5) 

Pero con la irrupción de sectores de masas en la Primera revolución Norteamericana, surgen los primeros "tiradores", sectores del movimiento de masas que enfrentan las rígidas líneas del ejército inglés defendiendo sus propios intereses y enfrentando al invasor, como lo explicó Engels: "Frente a esas líneas rígidas y sin recursos aparecieron en la guerra de la Independencia americana grupos de rebeldes que estaban, ciertamente, poco entrenados, pero sabían usar muy bien sus carabinas, combatían por sus propios intereses -lo que quiere decir que no desertaban, como las tropas mercenarias-" (6)

Estos "tiradores" que surgen en la 1era Revolución Norteamericana, son los primeros "guerrilleros", los tiradores que surgen del propio pueblo e irrumpen en la guerra, cuyo impacto tiene consecuencias sobre la estrategia y técnica militar. Así lo explicó Engels: "...y que no hicieron a los ingleses el favor de enfrentarse con ellos en línea y en campo abierto, sino en bosques que los cubrieran, y por sueltas guerrillas, de rápidos movimientos. La infantería de línea resultó impotente y sucumbió a los enemigos invisibles e inalcanzables. Así se inventó de nuevo el tirador, un nuevo modo de combatir, a consecuencia de la aparición de una modificación del material soldado" (7)

La irrupción del pueblo y la aparición de los "tiradores guerrilleros", se desarrollaron aún más con la Revolución Francesa. Los cambios producidos en la estrategia militar por la irrupción de las masas en la guerra fueron perfeccionados e incorporados a la técnica y estrategia militar por Napoleón Bonaparte, como lo explica Federico Engels: "Este modo de combatir, basado en la combinación de tiradores y columnas, y en la división del ejército en divisiones o cuerpos independientes compuestos por todas las armas, fue plenamente perfeccionado en todos sus aspectos por Napoleón, tanto táctica cuanto estratégicamente..." (8)

Durante todo el siglo XIX, hasta entrado el siglo XX el movimiento de masas no volvió a aparecer en las guerras con un rol clave en términos históricos, salvo excepciones como en la Comuna de París de 1871. Procesos agudos de como la Guerra Civil Norteamericana, o la Guerra de Unificación de Italia, observaron la irrupción parcial y episódica de sectores de masas, como los campesinos en su lucha por la tierra o los afroamericanos en su lucha por la esclavitud, lo cual siguió asociando los conceptos de guerra y revolución en forma cada vez más estrecha.

Pero una irrupción del movimiento de masas de magnitud histórica del estilo de las Revolución Francesa, no sucedió durante todo ese período, cuestión que se extendió a hasta principios del siglo XX con la I Guerra Mundial. Durante la primera Guerra mundial, se sucedieron dos grandes revoluciones que sacudieron al mundo: La Revolución Rusa y la Revolución Mexicana. En ambas revoluciones se expresaron estos dos procesos del movimiento de masas, por un lado en la Revolución Rusa la insurrección urbana, encabezada por la clase trabajadora y dotada de organismos revolucionarios, los Soviets, que permitan a los trabajadores y al pueblo organizarse para disputar el poder.

Por otro lado, la Revolución Mexicana, donde sectores de masas y pobres del campo  apelaron a la táctica de la guerra de guerrillas. En su trabajo "Revoluciones del Siglo XX" Nahuel Moreno lo formuló de la siguiente manera: "Podemos dividir las revoluciones de este siglo en dos tipos: las urbanas y las llevadas a cabo a través de guerrillas. Ya en las primeras décadas del siglo se dieron dos grandes revoluciones que preanunciaron estos dos tipos: la revolución rusa (urbana) y la mexicana (guerra de guerrillas)." (9) 

Recién a partir de la II Guerra Mundial que las nociones de "guerra" y "revolución" se vincularon definitivamente. Durante la II Guerra Mundial se generalizó en Europa el desarrollo de milicias populares y ejércitos guerrilleros como los Maquis en España o la Resistencia en Francia para enfrentar al fascismo. Miles de combatientes apoyados en la colaboración de millones de personas en España, Francia o Yugoeslavia, una movilización que implicó una irrupción del movimiento de masas en la lucha contra el fascismo y el nazismo de una magnitud tan colosal que unió los conceptos de "guerra" y "revolución" para siempre.

La unión de ambos fenómenos, el de la "guerra" y la "revolución", dio lugar a un hecho nuevo: El del surgimiento de las denominadas "Guerras Revolucionarias". Nahuel Moreno afirmó que la II Guerra Mundial inauguró una época de guerras revolucionarias: "La II Guerra Mundial fue, como ya lo hemos dicho, una guerra revolucionaria...la derrota de Hitler fue el más colosal triunfo revolucionario de toda la historia de la humanidad...En la II Guerra Mundial, y en la posguerra, el hecho más descollante y novedoso fue el estallido de guerras revolucionarias... Durante la II Guerra se popularizó la guerra de guerrillas para enfrentar a los fascistas y a los ejércitos nazis de ocupación... Los marxistas revolucionarios habían definido la época como de guerras y revoluciones, sin ligar estrechamente ambos conceptos..." (10)

Las guerras revolucionarias que dieron comienzo con la II Guerra Mundial ubicaron a los fenómenos de las "Guerras" y "Revoluciones" intrínsecamente vinculados para siempre. Y al igual que sucedió con la Revolución Francesa, la irrupción de las masas en la II Guerra Mundial produjo cambios tanto en la estrategia como en las técnicas militares. De este modo se fue completando la evolución de las guerras y su vinculación con las revoluciones, lo que dio origen a las guerra revolucionarias.

Primero, durante los siglos XVIII, XIX y XX, durante la época de las revoluciones burguesas, cuando aparecieron en forma embrionaria la combinación de la insurrección popular con el ejército, o la formación de ejércitos con base popular, tanto en la Revolución Francesa como en la 1era Revolución Norteamericana. Dicha evolución continuó desarrollándose a lo largo del siglo XIX, y pegó un salto cualitativo con el comienzo de la época de la Revolución obrera y Socialista internacional abierta desde 1917 con la Revolución Rusa. 

Ya en el marco de dicha época, la combinación de Guerra y Revolución se establece en forma definitiva, dando origen a las Guerras Revolucionarias a partir de la II Guerra Mundial. Desde la Revolución Mexicana, y a lo largo de todo el siglo XX, las Guerra Revolucionarias tuvieron como componente fundamental la guerra de guerrillas en el campo o en la selva, como se observó en las Guerra de Corea, Vietnam, China e Indochina, Argelia, la Revolución Cubana, la Revolución Nicaraguense, o la Revolución Salvadoreña, por citar algunas.

Los dirigentes de estos procesos revolucionarios como Mao- Tse Tung o el "Che" Guevara quedaron para la historia como dirigentes guerrilleros que supieron ponerse al frente de las guerras revolucionarias, ya sea en lucha contra el invasor japonés, contra el colonizador francés, o contra la intervención de EE.UU. Pero en Irak se desarrolló un nuevo tipo de guerra revolucionaria. Es una revolución que unía la insurrección urbana, con la lucha guerrillera en la selva o el campo. Lo que debían enfrentar Wolfowitz y Rumsfeld era una guerra revolucionaria urbana, donde las tropas invasoras debían luchar contra un enemigo invisible que los acechaba en cada esquina, en las calles, en los barrios y las casas. 

En Irak, la Guerra de Guerrillas, y la revolución urbana se unificaron. No podía ser peor para Wolfowitz, Rumsfeld, la Administración Bush y el Pentágono. En Irak Bush, Cheney y Rumsfeld se enfrentaban al más moderno concepto de guerra que la historia podía ofrecerles: Si a los largo de los siglos XVIII, XIX y XX los conceptos de "guerra" y "revolución" se habían unificado dando lugar al surgimiento de las guerras revolucionarias, ahora en los albores del siglo XXI, los conceptos de guerra de guerrillas rural, y de revolución urbana también se habían unificado, dando origen al concepto de Guerra Revolucionaria urbana.

La Administración Bush y el poderío sin parangón de la OTAN y las Fuerzas Armadas se topaban con una de las combinatorias más modernas de acontecimientos militares y políticos que la evolución histórica podía ofrecerles. Enfrentaban una guerra revolucionaria, basada en el método de la guerra de guerrillas, pero urbana, es decir, basada en una insurrección de masas centrada en las ciudades, que contaba con apoyo y simpatía de millones de habitantes de toda una región. 

La evolución no es un proceso científico determinado únicamente para las especies biológicas o los hechos de la naturaleza, sino también para los fenómenos políticos- sociales como las guerras y las revoluciones. En Irak, Bush, Cheney y Rusmfeld probaban el amargo sabor de la evolución histórica de la combinatoria entre la guerra y la revolución, y su más moderna versión, la Guerra revolucionaria urbana en la que se había transformado la rebelión de los pueblos de Irak y el conjunto de Medio Oriente.

La crisis política de las Fuerzas Armadas se traslada a todas las instituciones

Menuda tarea le aguardaba entonces a John Philip Abizaid, el militar graduado en West Point en 1973 a cargodel CENTCOM en reemplazo de Tommy Franks. Abizaid ratificó la estrategia militar de Rumsfeld y la Administración Bush de actuar con tropas de elite y mercenarias, apoyándose en el actual del SOCOM y JOSC y sin apelar al requerimiento de más tropas regulares en Irak, debido a que enfrentaba una guerra revolucionaria urbana, un enemigo que los emboscaba en las calles, esquinas, barrios y casas, tanto en Bagdad como en las demás ciudades de Irak. El 19 de noviembre de 2005 las fuerzas Armadas llevaron adelante una de las peores masacres cuando un total de 24 iraquíes entre hombres mujeres y niños, todos civiles que fueron asesinados por un grupo de Marines en Haditha una ciudad en el oeste de Irak, en la provincia de Al- Anbar. 

Allí fueron fusilados niños y ancianos con varios tiros a quemarropa, alegando que los asesinatos eran represalias por el ataque a un convoy de marines con un artefacto explosivo que mató al soldado Miguel Terrazas. Los informes de prensa compararon el incidente a la masacre de My Lai de 1968 en la guerra de Vietnam en la cual las tropas de Estados Unidos lanzaron una operación en la región de Son My en la búsqueda de vietcongs.

En la masacre de My Lai la sección del ejército al mando de William Laws Calley perpetró violaciones, mato el ganado, y asesino a 500 personas indefensas. Al igual que como ocurrió en My Lai, el escándalo estalló inmediatamente en el mundo entero, y la Casa Blanca y el Pentágono trataron de disminuir el grave incidente que ponía a las Fuerzas Armadas otra vez frente ante un crimen de guerra en violación de la Carta de la ONU, las Convenciones de La Haya y los Convenios de Ginebra. Haditha ponía infantes de marina y oficiales sujetos a posibles cortes marciales en la legislación militar estadounidense, conforme al Código Uniforme de Justicia Militar, pero años después del juicio, ninguno de los infantes de marina fue condenado a la cárcel. Sin embargo la masacre de Hadita ponía de manifiesto también la impotencia de la Administración Bush y el Pentágono frente a un levantamiento de toda la región contra las Fuerzas Armadas de la OTAN con epicentro en Irak que se profundizaba día a día.

La crisis política instalada en el Pentágono no tardó en trasladarse al Parlamento, y a golpear sobre todas las instituciones del régimen, los demás poderes y los partidos políticos. Comenzó a cobrar cada vez mayor protagonismo el entonces el Coronel retirado de la Marina y representante demócrata John Murtha de Pennsylvania actuando como vocero de hecho del cuerpo superior de oficiales de las Fuerzas Armadas que se había amotinado contra la Administración Bush y Donald Rumsfeld. En medio de la crisis política, el 17 de noviembre del 2005 Murtha presentó un proyecto de ley solicitando un repliegue inmediato de Irak, denunciando que Bush estaba "llevando adelante la destrucción del Ejército". La crisis se instaló en el Partido Demócrata atenazado entre el dilema de ser opositor a la Administración Bush y a la vez apoyar la guerra. Los demócratas se distanciaron de Murtha a quien pronto le llovieron críticas de que era representante del ala extrema liberal o extrema izquierda del Partido Demócrata

Republicanos y Demócratas se unieron en sus críticas a Murtha. Pero ¿Era Murtha un liberal, o un izquierdista? Nada de eso, Murtha era el representante de un poderoso sector de las Fuerzas Armadas que estaba siendo desplazado en la Guerra de Irak, y se oponía a la estrategia militar del Pentágono. La crisis se profundizaba en la medida que afectaba al Parlamento, el Partido Demócrata, el Republicano y el Poder Ejecutivo, por lo que el vicepresidente Dick Cheney se vió obligado a declarar que aunque no estaba de acuerdo con Murtha, lo consideraba un hombre bueno, un Marine, un patriota que adopta una posición clara en una discusión legítima.

El discurso de Murtha no sólo expresaba la crisis de las Fuerzas Armadas y las instituciones del régimen, sino también el impacto social que la guerra de Irak provocaba en el país. Los sondeos de mitad de noviembre del 2005 revelaban que el nivel de aprobación de Bush excedía un 50% sólo en estados pequeños como Utah, Idaho, Wyoming, Nebraska, Oklahoma, Alabama y Mississippi, mientras que en los grandes estados como California, Nueva York, Illinois, Pennsylvania y Michigan, el índice de aprobación estaba ya por debajo del 35%. Había que volver a comienzos de los años '70, cuando un presidente como Nixon afectado por el escándalo y la Guerra de Vietnam se encontraba a punto de renunciar, para encontrar cifras más bajas que las de Bush en los primeros meses del 2005.

Nixon pasó a la historia de los presidentes como el que debió entregar la Casa Blanca al vicepresidente Ford y renunciar anticipadamente. Pero ahora la Guerra de Irak le estaba pasando factura a la Administración Bush, y el fantasma de Nixon comenzó a sobrevolar la Casa Blanca, porque el pueblo norteamericano comenzaba a darle la espalda a la guerra. Eran cada vez más las voces de analistas, periodistas, comentaristas y dirigentes políticos que planteaban el "vuelvan a casa", mientras que las voces por la continuidad de la guerra eran cada vez menos. El 1 de diciembre, Murtha volvió a la carga en Latrobe, Pennsylvania, al decir a un grupo cívico que había cometido un error al votar por la guerra y que la mayoría de los soldados de EE.UU abandonarán Irak dentro de un año porque el Ejército está "deshecho, agotado," y "en la precariedad."

La crisis política se extendía sobre todo Washington en la medida que el desastre de la Guerra de Irak anunciaba un desastre para el Partido Republicano en las elecciones venideras y la Administración Bush se debilitaba día a día cuando tenía todavía por delante más de 3 años de su mandato presidencial. Lo que llegaba de los sondeos actuales era un mensaje simple: Retirar las tropas de Irak. De lo contrario el año 2006 prometía convertirse en una pesadilla política para la Administración Bush. En medio de esta debacle, la única fuente de consuelo de los republicanos era la conducta vergonzosamente oficialista de los demócratas.

Primero fue la reacción aterrorizada de los demócratas ante Murtha, simbolizada por la anulación de una conferencia de prensa en apoyo a Murtha por parte de la líder de la minoría demócrata, Nancy Pelosi. Ningún demócrata, ni siquiera los llamados "progresistas" como Kucinich, Sanders y Conyers, tampoco los senadores de "centro" como Kerry, Clinton, Feingold u Obama se animaban a pronunciar las palabras "retirada". En esto los demócratas y los hombres de Bush estaban de acuerdo. La crisis política no era sólo una amenaza para el Partido Republicano, amenazaba a las Fuerzas Armadas y a todo el régimen político. La estrategia de ambos partidos pasó a ser compartida y lo objetivos fueron, primero, estabilizar Irak tratando de evitar una guerra civil abierta, luego dar a las facciones dentro de Irak el espacio para forjar un acuerdo político procurando contener y terminar por extinguir la insurgencia en Irak; y por último traer con seguridad los soldados a casa.

Mientras tanto la crisis de las Fuerzas Armadas se profundizaba sin cesar. "Necesitamos un nuevo Secretario de Defensa", planteaba el general retirado Charles Swannack y un grupo cada vez más numeroso de altos mandos militares. La rebelión contra el jefe del Pentágono Donald Rumsfeld se profundizaba, y cada día más generales lo cuestionaban. El portavoz presidencial de la Administración Bush Scott McClellan tuvo que salir a responder y reconocer públicamente la existencia de una crisis diciendo: "Somos una nación en guerra que está pasando por una transformación militar, y hay cosas que generan debate y desacuerdo".

El portavoz del Pentágono Eric Ruff ponía en claro que Rumsfeld no pensaba presentar ninguna renuncia pero el coro de jefes de las Fuerzas Armadas que pedía la cabeza de Rumsfeld crecía día a día. El general John Batiste, el general John Riggs, los generales retirados del cuerpo de marines Zinni Anthony, Gregory Newbold, el general del Ejército de Tierra Paul Easton, y Wesley Clark ex comandante general de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), todos ellos sumaban sus voces solicitando la renuncia de Rumsfeld. En defensa de Rumsfeld se pronunciaron el ex secretario de Estado, Henry Kissinger, y el ex jefe del Estado Mayor Conjunto, Richard Myers.

El gobernador de Nuevo México, Bill Richardson, también opinó que Rumsfeld debía renunciar y dijo "deberíamos escuchar lo que estos generales tienen que decir". A estas voces se sumó la de general Charles Swannack, un comandante que dirigió la 82 División Aerotransportada. También el coronel retirado Laird Anderson reclamó por la mala gestión de Rumsfeld, cuya situación al frente del Pentágono era ya insostenible.

Caída de Rumsfeld y crisis de la Administración Bush

El 8 de Noviembre del 2006 Donald Rumsfeld dimitió de su cargo como Secretario de Defensa. La enorme crisis política abierta en las Fuerzas Armadas, que impactó sobre el conjunto del régimen político del país, precipitó su caída. La caída de Rumsfeld tuvo una enorme importancia para el GWOT, el PNAC y el destino de la Administración Bush, porque Rumsfeld no era un funcionario más, sino el máximo estratega político- militar, el impulsor de la reforma de las Fuerzas Armadas y la invasión a Irak.

La trayectoria misma de Rumsfeld era la expresión de la trayectoria política de las Fuerzas Armadas que desde hacía décadas buscaba reponerse del síndrome de Vietnam. Rumsfeld no era un advenedizo político, sino una pieza fundamental en la Administración Bush por su amplia experiencia política y militar, su larga militancia en el Partido Republicano forjada desde su actuación como congresista, asesor, embajador de EE.UU ante la OTAN, y los cargos de Jefe de Gabinete, y Secretario de Defensa.

Ya desde la década del '70 Rumsfeld se formó en batallas políticas internas frente a funcionarios del calibre de Robert Hartmann, principal asesor de Ford, o Nelson Rockefeller, vicepresidente en la Administración Ford. Pero sin dudas la experiencia más importante y que marcó a fuego su vida política fue la de afrontar la grave crisis política y militar en las Fuerzas Armadas tras la derrota de Vietnam. Desde su cargo de Secretario de Defensa de la Administración Ford, Rumsfeld abocó todo su trabajo y esfuerzo en levantar la moral y el orgullo de las Fuerzas Armadas gravemente golpeados tras Vietnam. No sólo se trataba de levantar la moral de las Fuerzas Armadas, sino también de diseñar una estrategia que les permitiera recuperarse de la amarga derrota. Por ello, independientemente de los diversos cargos que ocupó posteriormente, su ubicación fundamental estuvo vinculada a cuestiones militares estratégicas relativas a recuperar a las Fuerzas Armadas frente al hecho que Vietnam había mostrado: Que un ejército, aun el más poderoso, podía resultar ser derrotado en la lucha en tierra y cuerpo a cuerpo frente a la voluntad de un pueblo decidido a defenderse. Y que una nación, incluso infinitamente más débil militarmente como Vietnam, podía derrotarlo.

Con las lecciones de Vietnam en su mano, Rumsfeld fue un incansable defensor de la estrategia de no poner demasiadas tropas en el terreno y buscar por todos los medios buscar una aplastante superioridad que les permitiera doblegar a los enemigos mediante el uso de fuerza tecnológicamente superior. Para ello es que Rumsfeld buscó el desarrollo de los misiles, ya sea desde el Comité Asesor de Control de Armamento, o como asesor presidencial en el Panel de Sistemas Estratégicos durante la Administración de Reagan. Allí Rumsfeld actuó como uno de los articuladores de la polémica Iniciativa de Defensa Estratégica (SDI) conocida como "Guerra de las Galaxias", que el 23 de marzo de 1983 Ronald Reagan anunció como un nuevo plan militar.

La SDI (en inglés, Strategic Defense Initiative) consistía en utilizar sistemas de armas balísticas estratégicas en tierra y en el espacio, con misiles balísticos intercontinentales y misiles balísticos lanzados desde submarinos. En 1984 el Pentágono impulsó la Organización de la Iniciativa de Defensa Estratégica (SDIO) para supervisar la SDI, pero la ambiciosa iniciativa fue enseguida criticada por reactivar la carrera armamentista. La SDI fue concebida como un escudo antimisiles apuntando a la entonces existente Unión Soviética con el objetivo de forzar una capitulación militar sobre la base de la imposición de una fuerza militar demoledora y superior. Y también fue un ambicioso macroprograma de investigación militar-espacial que en su mayoría quedó obsoleto justo después de ponerse en marcha.

Para el desarrollo de esta capacidad militar de la SDI, era fundamental el desarrollo de una modernización tecnológica y una revolución científica, así como el desarrollo de una inversión de dinero billonario para el Pentágono. A su vez, renombradas instituciones científicas llegaron a la conclusión de que un escudo anti misiles mundial no sólo era meramente imposible con la tecnología existente en aquel momento, si no que se necesitarían al menos diez años más de investigación para saber si podría alguna vez llegar a ser factible. Los primeros prototipo de misiles fueron desarrollados por el estado Nazi en la Alemania bajo el gobierno de Hitler, investigaciones que resultaron más tarde valiosas para equipos de Estados Unidos y de la Unión Soviética, donde los programas de misiles fueron desarrollándose lentamente durante la posguerra. No obstante, los diversos programas desarrollados a partir de allí, les permitieron a las Fuerzas Armadas de Estados Unidos poseer una ventaja significativa en el campo de los sistemas avanzados de misiles de defensa integrales.

A través de años de extensas pruebas e investigación, muchos de los conocimientos tecnológicos obtenidos que fueron transferidos a subsecuentes programas y encontrarían uso y aplicación en proyectos posteriores. Bajo la Administración Clinton la SDI cambió en 1993 su nombre al de Organización de Defensa de Misiles Balísticos (BMDO) y el trabajo de Rumsfeld al frente de las cuestiones estratégicas y de las cuestiones misilísticas hicieron que el presidente Bill Clinton lo nominara en 1998 como presidente de la Comisión sobre la Amenaza de Misiles Balísticos. Precisamente como vimos en el Capítulo I, fue Rumsfeld quien junto a otros ex funcionarios e intelectuales había enviado al presidente Clinton una carta que se convertiría en el embrión del Proyecto para un Nuevo Siglo Americano en la cual solicitaba que se cambie la estrategias de "retirada reflexiva" basadas en la utilización del disuasorio misil de crucero y la sustitución de esa estrategia por otra más ofensiva.

Finalmente desde su cargo de Secretario de Defensa en la Administración Bush, Rumsfeld podía ahora plasmar todas las conclusiones y su plan amasado a través de décadas. Con la constitución de STRATCOM Rumsfeld había intentado modernizar toda la estructura misilística de las Fuerzas Armadas buscando convertir a las Fuerzas Armadas en una especie de policía global y galáctica. Bajo su gestión en la Administración Bush la Organización de Defensa de Misiles Balísticos (BMDO) pasó a llamarse en 2002 Agencia de Defensa de Misiles (MDA), y el presupuesto del Pentágono se disparó más que nunca antes. Se desplazaron hacia el Pentágono importantes partidas presupuestarias destinadas a sostener el PNAC, el GWOT y toda la estrategia militar desarrollada a este fin. 

Pero este movimiento rompió todo el equilibrio presupuestario en desmedro de otras agencias de Inteligencia civil, lo cual provocó un importante cisma entre el Pentágono y la comunidad de Inteligencia. Es decir, durante el mandato de Rumsfeld el Pentágono invadió competencias de Inteligencia, diplomáticas, y se metió en áreas que antes correspondían a la CIA o el Departamento de Estado. Toda una estrategia y todo un movimiento bonapartista que se derrumbó el 8 de Noviembre del 2006, cuando por presión de los altos mandos de las Fuerzas Armadas dimitió de su cargo como Secretario de Defensa y fue sustituido por Robert Gates, ex director de la CIA.

Ese día pasó a la historia no sólo como el día en que cayó Rumsfeld, sino también el día en que recibieron un golpe mortal el GWOT y el PNAC, las estrategias fundamentales de la Administración Bush. Apenas unos días después de su renuncia, el 14 de Noviembre del año 2006, una veintena de asociaciones de derechos humanos representadas por el abogado alemán Wolfang Kaleck demandaron a Rumsfeld en el Tribunal Supremo Alemán por crímenes de guerra contra la Humanidad. En el Foro Social de Sevilla se presentó el día 8 de febrero del 2007 una denuncia en el Juzgado de Guardia de Sevilla contra Rumsfeld por crímenes de lesa humanidad, cometidos en Abu Ghraib, y Guantánamo.

La caída de Rumsfeld no era la caída de cualquier funcionario. Su caída representaba un golpe a la columna vertebral de la Administración Bush que había hecho del GWOT, la militarización del país, y las invasiones de Irak y Afganistán el eje de toda su estrategia política. Sin Rumsfeld, toda esta estrategia y el accionar de las Fuerzas Armadas quedaba a la deriva. Peor aún, se abría la crisis política más grande de la Administración Bush, que tras haber saboreado los triunfos posteriores al 11- S, ahora se encontraba ante su peor, e impensado momento. Curiosa paradoja. Quien durante toda su vida política puso su trayectoria al servicio de la recuperación histórica de las Fuerzas Armadas, era derrotado por los Altos Mandos de esa fuerza, bajo la presión de los acontecimientos en Irak. Con la caída de Rumsfeld se selló el destino de la Guerra de Irak, del GWOT, del PNAC y de la propia Administración Bush. Su caída abrió la crisis política más grande en el gobierno de los EE.UU, desde la caída de Nixon en los '70.

Interviene el parlamento y la administración Bush reconoce la derrota

Para fines del 2005 y principios del 2006, el fantasma de Vietnam comenzaba a erguirse sobre Irak. El panorama era dantesco, las muertes calculadas superaban el 1.220.580, la desnutrición se disparaba al 28%, millones de iraquíes se encontraban en una situación desastrosa, sin hospitales, sin agua, sin luz, ni servicios esenciales. Las muertes y heridos seguían sucediéndose con nuevos informes y revelaciones que minaban el apoyo para esta guerra y el apoyo local para los gobiernos de Bush y Blair. El mundo se horrorizaba ante el holocausto y el desastre que perpetraba la Administración Bush, acompañado de la OTAN, la ONU y el G-7. Las fuerzas de ocupación, a pesar del despliegue de más de 150.000 efectivos no habían sido capaces de tomar el control del país.

La crisis del ejército de EE.UU se agravó, los soldados eran llevados a emprender largas giras y la desmoralización comenzaba a degenerar y transformarse en un quiebre de las tropas, por lo que, en vista de la crisis política detonada en las Fuerzas Armadas, el régimen político y la Administración Bush, el Parlamento decidió tomar cartas en el asunto. El 15 de marzo de 2006 cuando Rumsfeld no había renunciado todavía, se constituyó en el Parlamento el Grupo de Estudio de Irak (ISG, en inglés Irak Study Group), una Comisión bipartidista propuesta por el representante republicano por Virginia Frank Wolf para evaluar la situación en Irak y formular recomendaciones políticas.

Liderado por James Baker, ex secretario de Estado republicano, y Lee H. Hamilton el dirigente demócrata que había encabezado la Comisión del 11- S, el 6 de diciembre de 2006 el ISG publicó un informe reconociendo que se había perdido la guerra en Irak, y formuló una política y estrategia opuesta a la que la Administración Bush llevó a cabo desde los atentados del 11- S. En primer lugar el informe planteaba la necesidad de una retirada gradual de las fuerzas. En segundo lugar el informe recomendaba abrir un diálogo directo con Siria, considerado hasta ese momento país parte del "Eje del Mal". En tercer lugar el informe recomendaba abrir un diálogo con Irán sobre Irak y el Medio Oriente, algo que parecía ser toda una herejía a los oídos del grupo Neocon. 

Abrir un diálogo con Irán, país con el que EE.UU estaba enfrentado desde hacía 22 años y era considerado también como parte del "Eje del Mal" era toda una estrategia opuesta a la formulada desde el 11 de septiembre del 2001 por la Administración Bush, y el grupo Neocon. Pero que el Parlamento resolviera conformar una Comisión, y que esta formulara un informe con una política opuesta a la formulada por Bush- Cheney y Rumsfeld, hablaba a las claras de la enorme crisis política que para el año 2006 se había abatido sobre el país. La crisis de la Administración Bush, y la derrota de Irak abría la perspectiva de vacío de poder, algo que los dos partidos políticos fundamentales del régimen no podían permitir que sucediera. El Parlamento decidió salir en defensa de las instituciones del régimen del país, severamente golpeadas por la crisis, y los dos partidos políticos más importantes del estado debían encabezar la búsqueda de una salida destinada a resolver la aguda crisis política abierta.

Esto implicaba entre otras cosas, en caso de agravarse la crisis, la necesidad de una salida elegante para la Administración Bush. De ahí que en la presidencia de la ISG se ubicara a James Baker, un hombre estrechamente vinculado a la familia Bush, miembro del Carlyle Group situado para negociar con los Bush una transición y una válvula de escape que lo salve de la humillación nacional e internacional. La constitución de ISG buscaba mostrar que ante la derrota evidente, Bush no bajaría la cabeza aceptando la derrota, ni mostrando abatimiento, sino que obedecería el dictamen de una comisión de expertos, funcionarios y autoridades versadas supuestamente en el tema. Intentaría de este modo la Administración Bush mostrarse fuerte, sin arriar las banderas, ni golpeada, ni vapuleada, sino interesada en acatar el sentir de "especialistas", que la llevarían a cambiar su estrategia para Medio Oriente.

La conformación de ISG tuvo otro significado: El debilitamiento de la Administración Bush implicaba la necesidad de que apareciera el Parlamento para rescatar al régimen político del país. Los 2 pilares del régimen de la Ley Patriota que la Administración Bush pretendía consolidar estaban gravemente golpeados: Tanto las Fuerzas Armadas como el Poder Ejecutivo estaban en crisis, el PNAC estaba contra las cuerdas, y de no haber un cambio de timón, la crisis amenazaba con tragarse al conjunto de las instituciones del régimen y el estado. La crisis de la Administración Bush continuaba desarrollándose sin cesar, ahora con la caída del dirigente Neocon John Bolton como embajador ante Naciones Unidas. Bolton provenía de varios think tanks Neocon, era investigador del Hudson Institute y había sido nombrado por Dick Cheney como vicepresidente del American Entreprise Institute donde participó en la creación del Proyecto para un Nuevo Siglo Americano. Tras la victoria de Bush Cheney lo impuso como asesor en el Departamento de Estado, desde donde impulsó la campaña de la existencia de "armas de destrucción masivas" de Sadam Hussein.

Pero su salida no acallaba las voces contra la Administración Bush que continuaban sin cesar. Ahora se sumaban al coro crítico de voces cada vez más miembros del Partido Republicano. A la voz crítica del senador republicano por el estado de New México Pete Domenici, se sumaba la de Richard Lugar, influyente miembro del comité senatorial para asuntos extranjeros, la de John Warner, figura no menos influyente en el comité para las Fuerzas Armadas, y la de Judd Gregg. A su vez, todos coincidían en que la crisis del gobierno del gobierno era grave, y también coincidían en que era de extrema gravedad la situación de Irak. 

La complicada situación de Irak, complicaba también la situación del Jefe del CENTCOM John P. Abizaid, quien acuñó la frase "larga guerra" (11) para definir la guerra contra el terrorismo y las invasiones a Irak y Afganistán, invocando la frase que subrayaba el proyecto estratégico de la Administración Bush. Toda la planificación de la operación militar en Medio Oriente, incluida la "corta" Guerra de Irak basada en la "Blitzkrieg del siglo XXI", eran a su vez parte de una estrategia de guerra de largo aliento y prolongados alcances. La misma idea manejaba James Jay Carafano, investigador principal de la Fundación Heritage, quien co-escribió el libro: "Ganar la Guerra Larga: Lecciones de la Guerra Fría para derrotar al terrorismo y la preservación de la libertad."

El término "guerra larga", era la definición más importante que ahora estaba cuestionada por la ISG producto de la derrota que estaba sufriendo el GWOT. La situación abierta de crisis política, y de las fuerzas armadas no sólo ponía una fecha de finalización a la supuesta "Guerra Larga", sino que estaba poniendo un punto final a la gestión de Abizaid al frente del CENTCOM, y corría el riesgo de poner punto final a la Administración Bush misma, cuyo poder y solidez comenzó a desvanecerse.Enn Washington la política comenzaba a moverse alrededor la estrategia diseñada por el Irak Study Group y la irrupción del Parlamento. Pero en Bagdad, esto profundos cambios iban también a expresarse en consonancia con la aparición del Irak Study Group, y la nueva orientación política que el Parlamento comenzaba a impulsar y lograba implementar respecto de las Guerras de Irak y Afganistán.

Irak: Los cambios en la situación política

El 15 de diciembre de 2005 volvió a haber elecciones en Irak para el Consejo de Representantes, que debían cerrar el período de transición desde la salida de Bremmer y el gobierno del CPA, a la promulgación de la nueva Constitución iraquí y al definitivo gobierno de Irak. Para estas elecciones se volvieron a presentar el bloque Chiíta de Sistani (UIA), la DPAK de los Kurdos, el Frente del Acuerdo Irakí (IAF) un frente de organizaciones sunníes, y Allawi presentó una nueva Lista Nacional Iraquí (INL) en acuerdo con el jeque Yawar. 

Los gobiernos de Estados Unidos y Gran Bretaña apoyaron sin tapujos a la INL, Allawi era el preferido de la Administración Bush, pero los comicios de diciembre de 2005 fueron muy decepcionantes para Allawi y la Casa Blanca: la INL sólo obtuvo el 8% de los sufragios y 25 escaños, con un distante 4to lugar tras el IAF, la DPAK y la UIA. Ésta última volvió a ganar y colocó en la Presidencia del Gobierno a Jamal Talabani, y como Primer Ministro a Nuri Al- Maliki, también conocido como Jawad al-Maliki o Abu Esraa del Partido Islámico Dawa.

Dado que la Constitución surgida de la Asamblea Constituyente de abril del 2005 otorgaba todo el Poder Ejecutivo al Primer Ministro, Nuri al-Maliki se convirtió en el gobernante de la Republica de Irak. Maliki era un viejo militante de Dawa una organización chiíta anticomunista, la más importante de la coalición UIA, desde los '70 cuando luchaba contra la dictadura de Saddam. La entronización de Dawa (en español, "Llamamiento") era la expresión del comienzo de los acuerdos entre Washington y el régimen de Irán. Tal lo orientado por el Parlamento de Estados Unidos y el Irak Study Group, dos viejos enemigos como el régimen iraní y Washington, comenzaban a tejer una alianza sorprendente, ambos estaban ahora unidos por el espanto que les provocaba el crecimiento de la insurrección iraquí.

Washington temía los efectos de la derrota, y Teherán temía que la revolución iraquí se introdujera en su propio país cuestionando la dictadura islámica que gobierna Irán desde 1979. En la medida en que se establecían estos primeros acuerdos entre la Administración Bush y el régimen iraní, Dawa comenzó a tener cada vez mayor protagonismo en la vida política de Irak. Maliki tenía una estrecha relación con el régimen de los ayatolahs que había financiado a la oposición islamista contra la dictadura de Saddam, con relaciones forjadas en la época de su exilio en Siria, Jordania e Irán.

Maliki había dirigido la lucha armada contra la dictadura de Hussein desde un órgano del partido Dawa llamado "Oficina de la Guerra Santa"; encargado de comandar a miles de guerrilleros que luchaban contra el Ejército y la Policía iraquíes, financiado por Teherán. Cuando se produjo la invasión de la OTAN, Maliki era el 2do líder más importante del Dawa detrás del número uno que era Ibrahim Al- Yafari. Maliki era quien encabezaba el Comité de Des-Baathificación que era un órgano encargado de despedir o expulsar de la administración pública a la mayoría de los funcionarios pertenecientes al partido Baath. Tras ser electo diputado a la Asamblea Nacional Constituyente, Maliki fue también uno de los negociadores del bloque chií para alcanzar un consenso en la elaboración de la nueva Constitución de Irak. 

Había participado en la Comisión de la Asamblea encargada de los asuntos de seguridad; y como tal logró que se redactara una Ley Antiterrorista muy dura para combatir a la resistencia iraquí, lo que le ganó fama de ser un implacable partidario de la "mano dura" contra la resistencia iraquí. Después de que tanto kurdos como sunníes y una gran parte de los chiíes se opusieran a que Ibrahim Al- Yafari fuera reelecto Primer Ministro, los ojos de la clase política del país se volcaron hacia Maliki que tenía mejores relaciones con los líderes políticos kurdos y suníes.

Por eso se planteó su nombre como el de un hombre capaz de encabezar un Gobierno de Unidad Nacional en Irak, que elaborara un plan basado en la mano dura contra la insurgencia, y a la vez, la negociación con los grupos étnicos y religiosos que apoyaran la ocupación. A partir de allí, Maliki se transformó en el dirigente político más importante de Irak. Tanto él como el partido Dawa se ubicaron en el centro del régimen político que cambió significativamente: Si bien mantuvo el status colonial, el régimen político iraní mutó de tener a la CPA en su centro, una institución que funcionaba como una oficina del Pentágono, a un gobierno como el de Maliki, que expresaba los acuerdos entre Teherán y Washington y tenían como objetivo frenar la insurgencia iraquí y estabilizar la ocupación de la OTAN.

Alrededor del nuevo gobierno de Maliki, comenzó el entrenamiento de fuerzas policiales, de fuerzas paramilitares estadounidenses y se inició la creación del núcleo de un nuevo ejército alrededor de fuerzas kurdas y antiguos mandos medios del ejército de Hussein con el objetivo de reprimir la resistencia organizada y el creciente descontento popular. No sólo se trataba de trabar relaciones con Irán, sino también de concertar acuerdos con fuerzas militares que habían sido disueltas, acusadas de corrupción, y de estar bajo el control de Hussein. Poco después, ante la incapacidad de controlar la situación, especialmente en las ciudades suníes, la OTAN se vio obligada a volver a reclutar a un gran número de efectivos de todos los rangos para mantener el control de ciudades, carreteras e infraestructura petrolífera. 

Junto a estas medidas, el Alto Tribunal Penal Iraquí condenó el 5 de noviembre de 2006 a Saddam Hussein a morir en la horcapor haber cometido un crimen contra la Humanidad, por la ejecución de 148 chiitas de la aldea de Duyail en 1982. Otros cargos que fueron efectuados a Hussein incluyen la responsabilidad por el ataque químico a Halabia en 1988, el aplastamiento de la rebelión chiita en1991, la guerra contra Irán entre los años1980-88, y la invasión de Kwait en 1990. En los 2 años del juicio, Hussein se mostró desafiante ante el Tribunal Iraquí que el jueves 28 de diciembre de 2006 confirmó la orden de ejecución. Saddam Husein fue ejecutado el 30 de diciembre de 2006, ahorcado por crímenes de lesa humanidad.

Maliki impuso la sanción de una Ley Antiterrorista en Irak muy dura para combatir a los insurgentes que se opusieron al nuevo Gobierno y a la presencia en el país de tropas extranjeras. Todo ello le ganó fama de ser un implacable partidario de la "mano dura" contra los enemigos del nuevo orden. Al mismo tiempo mencionó que tendería la mano a todos los grupos étnicos y religiosos del país para avanzar en una reconciliación nacional que permita obtener la paz, una pacificación que había ya costado hacia el año 2006 miles de millones de dólares y millones de muertos en Irak. Para el año 2005, mientras asumía Maliki en Irak, y el Parlamento de EE.UU tomaban el mando e imponían una nueva política para la guerra, los acontecimientos que conmovían a Medio Oriente eran parte de grandes sucesos que conmovían también a los propios EE.UU. El país era sacudido por las contradicciones, luchas y choques que estaba provocando el intento de imponer el régimen de la Ley Patriota por parte de la Administración Bush. Esta conmoción que sufría el país, en paralelo con la que sufría Medio Oriente, es motivo de análisis en el próximo capítulo.


Notas

(1) Carl Von Clausewitz "On War", libro VIII, capítulo 3, p. 591. Princeton University Press. 1984.

(2), (3), (4), (5), (6), (7), y (8) Federico Engels. "La Lucha de clases en Francia"

(9), y (10) Nahuel Moreno. "Revoluciones del Siglo XX"

(11) Washington Post. "Abizaid Credited With Popularizing the Term 'Long War" Bradley Graham & Josh White February 3, 2006

Capítulo V Beltway

"El árbol de la libertad debe regarse de vez en cuando con la sangre de patriotas y tiranos"

Thomas Jefferson. Carta a William Stephens Smith, Paris, 13 de Noviembre de 1787

"Beltway" (en español significa "Dentro de la Circunvalación") es una forma de referirse a los asuntos políticos que son importantes para los funcionarios de la maquinaria estatal de EE.UU. "Beltway" es el mundo de los burocracia y los agentes del gobierno federal, las instituciones del estado, el poder legislativo, la Corte Suprema, los ministerios federales, las agencias de seguridad, el ejército, los contratistas, lobbystas, los think thanks, los grupos de presión, y de los medios de comunicación que cubren la vida cotidiana de Washington. 

El término "Beltway" se refiere a la carretera de circunvalación Interestatal 495, una autopista periférica que rodea a Washington, DC, la capital del país. Geográficamente dentro del perímetro de la Circunvalación se encuentran el Condado de Arlington, la ciudad de Falls Church, la mayor parte de la ciudad de Alexandria, el condado de Fairfax, que son localidades que pertenecen al estado de Virginia. La circunvalación también incluye partes de los condados de Montgomery y Prince George, que pertenecen al estado de Maryland.

Dentro del perímetro de Beltway están la Casa Blanca, el Capitolio, la Corte Suprema, todos los ministerios, las agencias vinculadas al Poder Ejecutivo, el FBI, la CIA, el Pentágono y la sede de casi todas las organizaciones políticas y sociales que tienen alguna relevancia en EE.UU. Allí se dan las batallas políticas, choques de intereses, disputas y peleas internas que conmueven cotidianamente la vida política del país, pero tienen alcance y repercusión inmediata en el mundo entero. En los escasos kilómetros cuadrados de Beltway, se desenvuelve el drama cotidiano del teatro de construcción del estado norteamericano. Para el año 2005, existía un estado de convulsión en "Beltway".

Durante todo el año 2005 los problemas para el gobierno Bush se acumulaban, y la resistencia del movimiento de masas en el país a su política crecía constantemente. La Administración Bush sufría una fuerte desaprobación por su política racista hacia Nueva Orleans tras el paso del Huracán Katrina. En Irak, los nubarrones avanzaban sobre el PNAC porque la resistencia iraquí se extendía y fortalecía. La invasión había recibido un repudio mundial, y dentro del país crecía el movimiento contra la guerra, en la medida en que bajaba el apoyo a la invasión. El recorte de libertades democráticas con el régimen de la Ley Patriota había provocado una creciente resistencia en distintas franjas de la población, y surgían movimientos que expresaban su oposición a esa política.

La situación de la economía empezaba a mostrar nubarrones, en la medida en que afloraban las contradicciones en el "boom" de las hipotecas "subprime". La popularidad de la Administración Bush estaba en descenso y el rechazo crecía sobre todo entre las franjas más postergadas y oprimidas, sectores de la población que Nueva Orleans representaba. La combinación de la crisis del PNAC, con el ascenso del movimiento de masas en el país contra la política de Bush, aumentaba los niveles de tensión en Beltway, y comenzaba a desarrollar una grave crisis política como expresión de los problemas que para el gobierno Bush se acumulaban día a día, irremediablemente.

Beltway en llamas: Denuncias y crisis política

La crisis política se tradujo en escándalos y denuncias que comenzaron a estallar en el 2005 y afectaban a funcionarios de la CIA, del Poder Ejecutivo y los organismos de seguridad. A fines del 2005 alcanzó alta tensión el escándalo "CIA- Gate", que había empezado en realidad el 14 de julio de 2003 cuando los medios de comunicación revelaron el nombre de la agente encubierta de la CIA, Valerie Plame. La revelación del nombre de la espía encubierta de la CIA, salpicó al Vicepresidente Cheney porque Lewis "Scooter" Libby, "mano derecha" del vicepresidente, fue el principal imputado de la filtración a la prensa del nombre de la agente. Revelar la identidad de un agente secreto es considerado un delito federal, y las sospechas indicaban que la propia Administración Bush había filtrado el nombre de la agente de la CIA en venganza contra el esposo de Valerie Plame, el ex embajador Joseph Wilson.

El esposo de Plame había sido enviado por pedido de la CIA a constatar en una misión a Nigeria si existía tráfico nuclear con Irak, en momentos en que la Administración Bush necesitaba demostrar la existencia de armas de destrucción masiva (ADM) para justificar la invasión a Irak. Bush planteó que Irak poseía las ADM en su discurso sobre el Estado de la Unión. Pero Wilson desmintió a Bush en un artículo en el New York Times, afirmando que su investigación comprobó que Saddam Hussein nunca compró uranio enriquecido en Níger. La desmentida de Wilson fue considerada por la Administración Bush como una afrenta, y la filtración de la identidad de Valerie Plame se trató indudablemente de una venganza en castigo a la rebelión de un funcionario considerado de segunda categoría.

El escándalo se agravó, porque el propio gobierno había cometido delito federal, de acuerdo a la sección 421 del Acta de protección de identidades de Inteligencia de 1982, el cual plantea que es ilegal revelar intencionalmente información identificando a un agente encubierto. El escándalo era tal, que el fiscal Fitzgerald tuvo que citar a declarar al propio presidente Bush, y a otros funcionarios de la Casa Blanca, además de Lewis "Scooter" Libby, a Karl Rove, vicejefe de gabinete de Bush, John Hannah, asesor de Seguridad Nacional de Cheney, Andy Card, jefe de despacho de la Casa Blanca; y el portavoz Scott McClellan, entre otros. A medida en que se conocían los detalles del caso, y se confirmaba que la revelación de la identidad de la agente encubierta había salido de la propia Casa Blanca, las tensiones en "Beltway" se hacían más graves e importantes. Se trataba de una crisis política de envergadura, porque lo que estremecía a Beltway era que Fitzgerald podría presentar cargos criminales contra Cheney, lo que golpeaba directamente sobre la Casa Blanca y la Administración Bush.

En octubre del 2005, el jurado que investigaba el escándalo acusó de delitos federales a Lewis "Scooter" Libby, jefe de gabinete del vicepresidente Richard Cheney por perjurio, falso testimonio y obstrucción de la justicia. Lewis Libby, que era uno de los cuadros más importantes del gobierno y del PNAC, figuraba entre los 25 prominentes impulsores del PNAC desde 1997, y renunció luego de resultar formalmente acusado con cargos que podrían significar hasta 30 años de cárcel. La crisis política excedía el caso Libby, y comenzó a conmover a toda la superestructura estatal del país. En la Justicia Federal el caso fue conocido como United States vs. Libby, bajo el cual se condenó a prisión a Libby quien se consideraba a sí mismo como un discípulo de Paul Wolfowitz, el dirigente del PNAC.

El 2 de julio del 2007 el presidente Bush buscando mitigar la crisis, eliminó la pena de prisión señalando que la encontraba excesiva. Sin embargo para octubre del 2005, dos tercios de la población, el 66%, opinaba que el país estaba sobre un carril equivocado, la aprobación para Bush seguía oscilando en sus niveles más bajos, y seguía perdiendo confianza incluso entre los sectores tradicionalmente republicanos, incluyendo evangélicos blancos o mujeres republicanas. Las crisis y las grietas dentro del gabinete Bush, las tensiones internas entre los funcionarios y los ministerios iban creciendo sostenidamente. 

La crisis política desatada entre mediados y finales del 2005 en la Administración Bush, golpeaba sobre la cúpula del gobierno, y repercutía en el Parlamento, los partidos políticos, las agencias de seguridad, el Pentágono, y los grupos de presión, pero golpeaba sobre todo al Poder Ejecutivo. En el Gabinete estallaron las diferencias entre William Kristol y Donald Rumsfeld, a la vez que la situación de Colin Powell se hacía insostenible. En el Poder Legislativo la crisis se expresó con las divisiones que comenzaron a producirse en el Parlamento, donde se agudizaban las divisiones y contradicciones tanto en el Partido Republicano, como en el Partido Demócrata. El bloque de representantes del Partido Demócrata comenzó a dividirse entre el ala encabezada por Joseph Lieberman que apoyaba vigorosamente el mantenimiento de las tropas en Irak, y otra ala encabezada por John Murtha, que abogaba por una rápida retirada.

En ese mismo período de fines del 2005 estalló la crisis en el bloque republicano de representantes cuando cayó Thomas DeLay, líder de la mayoría republicana en el Parlamento, denunciado por manejo ilegal de fondos electorales, conspiración y blanqueo de dinero, lo que supuso un duro golpe al gobierno. DeLay era una pieza fundamental de la Administración Bush en el Parlamento, y había impreso una fuerte disciplina en el bloque conduciendo con fuerza a la mayoría republicana en la Cámara de Representantes. Pero en medio de los escándalos, las divisiones y peleas internas que se sucedían, junto a las contradicciones presentes se agudizaban también las contradicciones más históricas y estructurales del régimen político del país. Beltway hervía desenvolviendo no sólo la crisis vinculada al fracaso del PNAC, sino que también la crisis actuaba sobre las contradicciones contenidas en el régimen político del país desde hace mucho tiempo.

La crisis desatada en Beltway agitó las aguas del régimen político más complejo y contradictorio que existe en el mundo. El régimen político de los Estados Unidos de América es un complicado entramado de contrapuestas instituciones políticas, con intereses a veces complementarios y a veces contradictorios, que se entrecruzan, y combaten permanentemente. La complejidad del régimen político de los EE.UU se caracteriza por la coexistencia de instituciones que son complementarias, y a la vez antagónicas, y que establecen críticas relaciones entre sí. Plagadas de intrigas, y de enfrentamientos, los intereses de estas instituciones ora se oponen, ora se complementan. El régimen político de los EE.UU, es una materia cuyo estudio comenzaremos a esbozar, y constituye un tema apasionante.

El régimen político republicano

En Beltway se encuentra el corazón del régimen republicano, surgido a fines del siglo XVIII con su clásica división de tres poderes: Ejecutivo, Legislativo y Judicial. La mayoría de los ciudadanos del país o del mundo cuando observan las instituciones existentes en Washington, el Parlamento, la Casa Blanca o la Corte Suprema, suponen que ellas siempre estuvieron allí. Pero no es así. Dando un vistazo a la historia esas instituciones no existían, fue necesario un largo proceso de revoluciones, guerras y luchas para que aparecieran. Debemos definir entonces que es el régimen político. Para Nahuel Moreno: "El régimen político es la diferente combinación o articulación de las instituciones estatales que utiliza la clase dominante (o un sector de ella) para gobernar. Concretamente, para definir un régimen político debemos contestar las preguntas: ¿Cuál es la institución fundamental de gobierno? ¿Cómo se articulan en ella las otras instituciones estatales? (1)

Este régimen político del estado apareció en forma completa tras las grandes revoluciones que la burguesía llevó adelante contra el feudalismo. Instituciones como el Poder Ejecutivo encargado de la administración del estado y ejecución de las leyes, o el legislativo encargado de crear leyes, normas y ordenamientos, fueron construyéndose a lo largo de los siglos. En la medida en que emergieron las primeras jóvenes repúblicas capitalistas evolucionaron estas instituciones, u otras, como el Poder Judicial, para aplicar leyes mediante los tribunales. Este régimen es, como plantea Moreno, una articulación de instituciones que representa a la clase dominante, en este caso a la clase social de la burguesía o capitalistas. Esta clase durante siglos avanzaba en instaurar el modo de producción capitalista, sin ostentar aún el poder que se encontraba en manos de la clase de los nobles, que habían dominado la economía y la sociedad en los siglos precedentes.

Para hacerse del poder, la burguesía debió enfrentar al absolutismo, los monarcas, tiranos y reyes que eran aún la clase dominante en los principales países del mundo, y desplazarlos mediante violentas revoluciones. Así lo explica George Novack: "Durante las etapas de formación del capitalismo, seis grandes levantamientos marcaron los pasos decisivos en el avance de la revolución democrático-burguesa. El primero fue la revolución holandesa de finales del siglo XVI, por la que los Países Bajos conquistaron su independencia y establecieron su república. El segundo fueron las revoluciones inglesas del siglo XVII, que aseguraron la supremacía de la burguesía británica y su parlamento. El tercero fue la revuelta de los colonialistas americanos, que crearon los Estados Unidos. El cuarto fue la revolución francesa, que fue decisiva en la demolición del viejo orden en Europa Occidental. El quinto fueron las menos victoriosas revoluciones de 1848 en ese continente. La Guerra Civil americana fue el acto final en estas series de luchas por medio de las cuales la burguesía mundial alcanzó la soberanía y la revolución democrática realizó su misión...Exceptuando esta última, tales revoluciones estaban dirigidas, fundamentalmente, contra los poderes dominantes de la jerarquía feudal: la Iglesia, la monarquía, la nobleza y los señores." (2)

Lo que vemos en Beltway es entonces el resultado de un proceso histórico. Fue en medio del desarrollo de las revoluciones de los siglos XVI, XVII, XVIII y XIX que evolucionaron las instituciones cuya articulación por la clase burguesa constituye el conocido como "régimen republicano" o "régimen de la democracia". La burguesía debió crear su propio estado que reemplazara al estado feudal, y debió construir una articulación particular de las instituciones del estado, denominada régimen democrático burgués. El desarrollo del régimen democrático burgués tuvo teóricos que formularon sus postulados fundamentales en las obras como la de John Locke, Montesquieu, Voltaire, y Rousseau. En los Estados Unidos tuvo a Franklin, Paine, o Madison. Las obras de todos estos autores inspiraron a todas las nuevas generaciones de revolucionarios, libre-pensadores, teóricos del estado y del régimen burgués.

Pero este proceso en los Estados Unidos tuvo un desarrollo particular. La peculiaridad del régimen republicano surgido en EE.UU tiene que ver con que fue producto de una revolución, pero diferente a la inglesa o a la francesa. Mientras que en Inglaterra o en Francia las revoluciones enfrentaron a regímenes totalitarios, reyes, y tiranías de monarcas absolutos, la revolución norteamericana en cambio fue una revolución que además de enfrentar a la tiranía y a la monarquía, enfrentó a un imperio. Fue una revolución antimperialista que derrotó al imperio más grande de esa época: El Imperio Británico. Así lo explica Nahuel Moreno: "... la gran revolución democrática burguesa en el mundo entero fueron dos, y la primera fue de carácter anticolonial, la revolución democrática burguesa yanqui, norteamericana. Se dio antes que la Revolución Francesa. Fueron dos revoluciones, una de tipo colonial, democrática, y otra de tipo democrática no colonial..." (3)

La Primera Revolución Norteamericana del siglo XVIII, fue además una conflagración mundial, en la cual intervinieron todas las potencias de la época: Holanda, Inglaterra, Francia, y España. La I Revolución Norteamericana, fue parte de la "Era de la Revolución Democrática", un proceso en cadena de revoluciones que sólo obtuvo triunfos en Francia y EE.UU. Así lo explica Novack: "El profesor R. R. Palmer ha caracterizado las cuatro décadas que van desde 1760 a 1800 como "la era de la revolución democrática"...el reto de las fuerzas democráticas a las aristocracias, patriciados, oligarquías y órdenes privilegiadas en...Suiza, América, Holanda, Gran Bretaña, Irlanda, Bélgica, Polonia y Hungría, durante la última parte del siglo XVIII. Cuando estos movimientos de protesta se acabaron o fueron extinguidos hacia 1800, la revolución había triunfado solamente en América y en Francia. Pero la grandeza de los logros realizados en estos dos países de dos continentes distintos autoriza tal designación para este período". (4)

Para comprender el surgimiento y carácter del régimen político republicano en los EE.UU, es necesario comprender como fue la revolución que dio origen el complejo de instituciones enclavado en el corazón de Beltway. Desarrollada como parte de un proceso mundial que Palmer denominó la "Era de la Revolución Democrática", la primera Revolución Norteamericana fue la Guerra de Independencia de los EE.UU, la que dio origen al país y a sus instituciones. Vamos a analizarla ahora, repasando algunos de sus hechos más salientes.

La Primera Revolución Norteamericana del Siglo XVIII

La Guerra de Independencia se dio entre los años 1775-1783, y estalló producto de la intolerable condición a que eran sometidas las13 colonias por parte del Imperio Británico. La industria de los armadores de buques de la burguesía yankee que proveía a la industria naval británica, y la industria en general, funcionaban bajo estrictos controles y en condiciones desfavorables de intercambio y producción. El comercio sufría del monopolio impuesto por la metrópoli, y los impuestos que Londres aplicaba a las colonias eran cada vez más altos y abusivos, como la Ley del Azúcar y la Melaza (Sugar Act,1764), la Ley de la Moneda (Currency Act,1764), o la Ley de Sellos de 1765 (Stamp Act, 1765). 

Toda esta situación desfavorable que sufrían los 13 estados se imponía con políticas de represión, recorte de libertades democráticas y opresión. Entre el conjunto del pueblo que habitaba las colonias, crecía un descontento que pronto se evidenció en la creación de grupos opositores al rey, como los denominados "hijos de la libertad" que encabezaban Samuel Adams o John Hancock. Los diversos grupos de Patriotas se convocaron en un Congreso de Representantes de nueve legislaturas coloniales en Nueva York, del 7 al 25 de octubre de 1765. Tanto esta primera reunión de nueve estados, que emitió el 19 de octubre de 1765 la "Declaración de Derechos y Agravios" (en inglés, "Declaration of Rights and Grievances"), como otras que se produjeron, no tenían en principio el objetivo de la Independencia. Quienes proponían la Independencia eran minoría, y la mayoría de los colonos exigía mejores condiciones en su status de ciudadanos del Imperio Británico. Pero la actitud violenta del Imperialismo Británico no dio márgenes a quienes pretendían negociar mejores condiciones con Londres.

En las colonias americanas estallaron incidentes violentos como la masacre de Boston del 5 de marzo de 1770, y movilizaciones populares de protesta como el motín del té de Boston el 16 de diciembre de 1773. El Imperio no quería mostrarse débil frente a los colonos de América, y demás regiones de sus vastos dominios, por lo cual reaccionó ocupando militarmente Boston en 1768. A la vez, el Parlamento de Londres promulgó un conjunto de leyes llamadas Townshend Acts de 1767, y luego las denominadas "Actas intolerables" de 1774 que recortaban las competencias de las instituciones autónomas, y aumentaban las de los funcionarios y militares británicos. 

Al carecer las colonias de representación en el Parlamento inglés, los colonos consideraban ilegítimos tales impuestos y leyes, por suponer una violación de sus derechos como ingleses, por lo que comenzaron a plantear la consigna de "Ningún impuesto sin representación". La rebelión dio origen a las primeras organizaciones que apuntaban al desarrollo de un régimen político distinto al colonial impuesto por el Imperio Británico. Grupos de Patriotas se organizaron en "Comités de Correspondencia", un gobierno secreto o "en las sombras" que daría lugar a la creación de instituciones alternativas de poder en cada una de la mayoría de las colonias.

Estas instituciones alternativas eran denominadas "Congreso Provincial", y se extendieron por Massachussets, Carolina del Norte, Carolina del Sur, Nueva York, Nueva Jersey y Nueva Hampshire. En Virginia y Maryland, se formaron Convenciones llamadas Asamblea de Hombres Libres. En el curso de dos años, los congresos provinciales o sus equivalentes, sustituyeron eficazmente al aparato de gobierno británico en las colonias, lo que culminó con la unificación de todos ellos en el Primer Congreso Continental que sesionó en Filadelfia, el 5 de septiembre de 1774. El Congreso Continental surgió como la institución revolucionaria más importante. Fue la que centralizó los gobiernos de las 13 colonias, unificó los ejércitos y esfuerzos de Guerra, redactó los documentos y finalmente declaró la Independencia. El Primer Congreso emitió una "Petición al Rey" el 25 octubre de 1774, que no fue atendida, tras lo cual se estableció un boicot comercial a los productos británicos. Londres respondió impulsando nuevas "leyes restrictivas", las Restraining Acts, del 9 de febrero de 1775.

El Imperio y el Congreso Continental buscaron acuerdos y negociar la crisis en 1775, pero los intentos de negociar con la "Resolución Conciliatoria" del 27 de febrero y la "Petición de la rama de Olivo" del 5 de julio fracasaron. Las hostilidades comenzaron en abril de 1775, y la Guerra fue un proceso de años de crueles batallas y enfrentamientos, que incluyó desde la actuación de una guerrilla popular de los colonos como los "Minutemen", hasta acuerdos políticos que involucraron a las potencias de la época como Francia y España. Algunos de los hitos fundamentales de la guerra fueron primero las batallas de Lexington y Concord el 19 de abril de 1775, que ocurrieron en el actual condado de Middlesex, Massachusetts con victoria de los Patriotas. La batalla de Bunker Hill, del 17 de junio de 1775, fue una victoria pírrica para los británicos, quienes a pesar de que finalmente tomaron y ocuparon Boston, sufrieron más de 1.000 bajas, casi una tercera parte de las fuerzas que los británicos tenían en Massachusetts.

Las autoridades del Imperio tenían bajo su control entre el 15 y el 20% de la población, y sólo controlaban algunas ciudades costeras, mientras que los Patriotas controlaban entre el 80 y el 90% del territorio. Tras la batalla de Bunker Hill, las autoridades británicas consideraban la situación tan apremiante, que el gobernador fue empujado a proclamar la ley marcial, y a prometer la libertad a los esclavos que se unieran al ejército del rey, mediante la Proclamación Dunmore, el 7 de noviembre de 1775. El Imperio Británico rearmó todo el plan militar a fin de aplastar la revolución norteamericana. Casi un año después de la batalla de Bunker Hill los británicos se marcharon en retirada y evacuaron Boston. 

La maniobra desató la euforia en las colonias, y en las ciudades sonaron las campanas de victoria, mientras la gente se echaba a las calles para festejar la derrota del invasor. Pero la retirada británica no era el fin de la ocupación, sino un plan de contraofensiva militar buscando controlar algún puerto importante, para llevar suministros, tropas y reemplazos. Nueva York se transformó en un punto para ese objetivo, porque era fácil de atacar y era la llave para el acceso al Valle del Hudson. 

Para defender Nueva York, el ejército continental y las milicias americanas fueron desplazados rápidamente a defender una ciudad que estaba rodeada de agua por todas partes y que podía ser atacada desde muchos sitios. Se decidió crear varios fuertes en los puntos más importantes de la ciudad, su costa, y cerca de 20.000 soldados trabajaron durante semanas preparándose para el ataque británico. Las tropas del ejército Patriota no tenían ninguna experiencia en combate, algunos regimientos apenas sabían disparar un arma o habían realizado el servicio militar. Tenían poca disciplina porque los soldados eran pescadores, herreros, carpinteros, músicos, era un ejército popular, de gente común y humilde con un oficio que se habían alistado de forma voluntaria en las milicias, hoy combatiendo y mañana dispersándose para ir a recolectar las cosechas, o cuidar de la familia.

El 29 de junio de 1776 la bahía de Nueva York presentó un espectáculo colosal: Un enorme bosque de mástiles con la llegada de la Royal Navy con más de 100 buques, 500 transportes y barcos de avituallamiento, 23.000 soldados regulares británicos, más 10.000 mercenarios alemanes, miles de trabajadores civiles, y mujeres del Ejército. La demostración anfibia más grande realizada por una potencia europea en el mundo, desembarcó ese día en Staten Island, Nueva York. Era la antesala de la batalla de Nueva York, David contra Goliat. El ejército del Imperio era un ejército profesional, con 15 generales con una media de 48 años, y 30 años de servicio militar. La media de los generales americanos era de 43 años, con 2 años de servicio militar. Los soldados británicos tenían una media de 9 años de servicio. Los soldados Patriotas sólo tenían unos meses de experiencia.

El Imperio contrató un total de 30.067 soldados mercenarios alemanes del ejército Hessian entre 1776 y 1782, entre las tropas de élite más caras, regenteada por el empresario comerciante de soldados mercenarios Friedrich Wilhem II Landgraf, del estado alemán de Hesse-Kassel. El poderío militar británico fue respondido por los Patriotas con una maniobra política de gran valentía. El 4 de julio de 1776, los representantes de las 13 colonias votaron unánimemente la Declaración de la Independencia que establecía el nacimiento de un nuevo país, los Estados Unidos. De esta decisión política surgió un régimen político basado en una confederación de estados soberanos, con un Congreso Unicameral en el cual cada estado tenía un voto, y actuaba como un gobierno representativo de todos los estados, cuyos representantes eran seleccionados por las asambleas legislativas de cada Estado.

Este régimen político se estableció mediante los Artículos de la Confederación, un documento de 13 puntos que unió a las 13 colonias para dar apoyo al Ejército. La respuesta del Imperio Británico fue iniciar la invasión de Nueva York. El general británico Cornwallis en una operación anfibia espectacular, con todo tipo de barcas de desembarco desplegó artillería, tropas y caballos, mientras los barcos de línea británicos abrían fuego sobre las playas y los campos de Long Island, un mar de chaquetas rojas descendió por la borda de sus barcazas, saltaba de los botes y perseguía a los piquetes americanos superando a los Patriotas en una proporción de casi dos a uno. Los Hessian provocaron terror en las tropas al atacar con sus bayonetas, de lo último en tecnología militar de la época, que era un arma desconocida para los Patriotas.

El general George Washington se vio obligado a evacuar a sus soldados, lo que dio a los británicos el control de Nueva York, con una demostración de fuerzas sin precedentes y una coordinación entre la flota y el ejército digna de la potencia mundial. El Imperio Británico había logrado poner en fuga a los Patriotas, tomar Nueva York, y tras el triunfo, lanzó la invasión de Nueva Jersey, con la estrategia de controlar diversos corredores y líneas de ríos, especialmente la línea del Río Hudson. Los jefes del ejército Imperial sabían que Nueva Inglaterra era el foco rebelde más duro y que controlando el río Hudson podían dividir en dos la región y avanzar con una poderosa fuerza compuesta de Hessians, Jägers, batallones Highland, infantería ligera y grenadiers. La contracara del ejército del imperio era el ejército Patriota sumergido en una profunda crisis.

A fines del año 1776 el ejército americano de George Washington estaba destruido, sólo contaba con 3.000 soldados, harapientos y hambrientos, lejos de los 30.000 soldados del inicio. La finalización de los contratos con las milicias y la llegada del invierno, junto con el desgaste de las batallas de los últimos meses y las deserciones habían dejado mermadas las fuerzas Patriotas. Las tropas iban mal vestidas, semidesnudos y la gran mayoría descalzos. Las tiendas de campaña escaseaban, la moral era baja y muchos dudaban de que la Revolución fuera a tener éxito; se dudaba del liderazgo de George Washington y se empezaba a hablar de entablar relaciones con los británicos, para poner fin a la revuelta. 

El Congreso decidió evacuar la ciudad y establecer el gobierno en Baltimore. El pánico se había extendido por la capital y muchos miembros de la elite Patriota creían que para Navidad los Hessian y los británicos estarían a las puertas de la ciudad. Algunos habían empezado incluso a evacuar la ciudad con todas sus pertenencias. Pero en el peor y más crítico momento de la Revolución, apareció en escena un actor impensado: El pueblo. Las tropas de Imperio necesitaban lograr que Nueva Jersey diera suministros y cobijo a más de 10.000 hombres. Los refuerzos, reemplazos y los suministros debían trasladarse desde el Reino Unido en barco, en un viaje de más de 3.000 millas por mar, el ejército británico tenía que vivir de lo que podía recolectar y recoger en las propias colonias, para poder subsistir en un país tan grande. El ejército británico necesitaba comida, forraje para los caballos y techos donde cobijarse. En teoría las tropas británicas debían pagar por todo lo que requisaban, pero comenzaron los saqueos y los abusos de autoridad de los soldados imperiales.

Los colonos huían o escondían todo lo que podían cuando se acercaban las tropas británicas y Hessian, y el pueblo de Nueva Jersey se negó a darle apoyo. Los lugareños ofrecieron resistencia y comenzaron a llevar adelante levantamientos espontáneos contra los invasores. Esto no estaba en los cálculos del Imperio. La situación del poderoso ejército británico comenzó a ser cada vez más complicada. Era odiado por el pueblo, que lo veía como un invasor, no obtenía apoyo local, ni los suministros que necesitaba. Thomas Paine lanzó el documento "La Crisis Americana" que apeló a los sentimientos más profundos de los ciudadanos para luchar contra la tiranía, a la vez que los problemas logísticos del ejército británico se agravaban porque dependían cada vez más del suministro por mar.

La I Revolución Norteamericana fue una enorme movilización de masas. Miles de personas movilizadas del pueblo para combatir, porque detrás de cada soldado patriota, hubo familias, afectos, amigos que daban apoyo. Quienes no combatían, hostigaban a las tropas del Imperio, organizando emboscadas, engaños, haciendo espionaje, informando a los jefes Patriotas, escribiendo panfletos. Una inmensa red de colaboración y resistencia, una movilización gigantesca, es la explicación de que a pesar de su aplastante superioridad técnica, el ejército del Imperio se encontrara ante una posición cada vez más difícil. Aunque la Royal Navy permitía llegar con seguridad a los convoys de transporte, el volumen transportado de suministros no era suficiente para mantener el ritmo de consumo de las tropas británicas y los mercenarios Hessian.

Entre los primeros levantamientos espontáneos estuvo el de Philemon Dickinson, líder de una milicia local, que atacando y usando métodos de guerrilla empezó a acosar a las guarniciones situadas en el Delaware, actuando cuando el enemigo se presentaba en números reducidos mientras buscaban comida o forraje. James Ewing, uno de sus oficiales de Washington montó movimientos guerrilleros en la zona de Trenton, hostigando y realizando ataques relámpago en "plan comando". El éxito de estos ataques radicaba no tanto en los daños que causaban como en la tensión y el desgaste físico y mental que provocaban en las tropas enemigas.

La situación para el ejército imperial empezó a convertirse en una pesadilla. El Coronel Rall, al frente de las tropas Hessian en Trenton, observaba con alarma cómo sus tropas eran atacadas cuando salían a buscar forraje o para buscar suministros. Esos ataques no causaban muchas bajas pero sí provocaban un desgaste continuado, con hombres capturados cuando intentaban buscar leña, o algún soldado sufría una baja mortal en una pequeña escaramuza, al caer emboscado durante una patrulla. Las tropas Hessian en Trenton comenzaban a sufrir un desgaste importante, y acusaron la falta de sueño o de descanso ante las señales continuadas de alarma, las escaramuzas esporádicas, la aparición sorpresiva de piquetes rebeldes, o los alertas de ataques inminentes falsos. Aprovechando esta situación, Washington llevó adelante el extraordinario cruce del Río Delaware el 25 de diciembre de 1776, en la cual miles de soldados Patriotas, enfrentando las inclemencias, el frío y las peores condiciones, cruzaron el río y atacaron por sorpresa al ejército Imperial.

La moral revolucionaria levantó, y tras los éxitos en Trenton, se sucedieron varias batallas, hasta llegar las de Saratoga en septiembre y octubre de 1777. En la primera batalla de Saratoga los británicos ganaron, pero sufrieron muchas bajas. En la segunda el ejército de Estados Unidos aprovechó la posición vulnerable de los británicos y los derrotó. Francia, la otra potencia de la época y enemiga de Inglaterra, salió en ayuda de Estados Unidos, con el Tratado de la Alianza de 1778. Ese tratado, junto con el de Aranjuez, firmado con el reino de España en 1779, fue lo que compensó las fuerzas entre los contendientes, tanto terrestres como navales. 

La capacidad militar británica era muy superior a las fuerzas de los Patriotas, pero los acuerdos firmados con Francia y España, equilibró las fuerzas. Esto, sumado al hecho de que la mayoría de la población apoyaba abrumadoramente a los revolucionarios, selló el destino de la guerra, que tuvo su episodio final en el Sitio de Yorktown, Virginia, el 19 de octubre de 1781. Las fuerzas estadounidenses y francesas rodearon a los soldados británicos liderados por George Cornwallis y lo derrotaron. Con la rendición de Cornwallis, fueron capturados más de 7.000 soldados británicos, el último gran contingente del ejército británico en los Estados Unidos. Lord North, el Primer Ministro del Reino Unido durante la Revolución Americana, perdió el poder en marzo de 1782 y el nuevo Primer Ministro, Lord Rockingham, quería alcanzar la paz con Estados Unidos. 

La victoria de los Patriotas fue un hecho colosal que conmovió al mundo. Las élites europeas no podían creer las noticias que llegaban de América: El todopoderoso Imperio Británico había sido derrotado. La lucha de David y Goliat volvía a repetirse: El Imperio fue derrotado por una nación pobre y apenas naciente, que contaba con un humilde ejército popular y una economía precaria. Como lo explica George Novack: "Los colonos de los 13 estados fueron el primer pueblo del Hemisferio Occidental en zafarse del sometimiento a los poderes europeos y embarcarse en su propia carrera nacional. La suya fue la primera revuelta colonial victoriosa de la época capitalista una proeza realmente sin precedentes dado que, desde los tiempos romanos, ningún pueblo colonial había conseguido con éxito zafarse del dominio de una madre patria" (5)

Las Revoluciones de Holanda e Inglaterra y la evolución del Parlamento

El segundo Congreso Continental ratificó los Artículos de la Confederación el 1 de marzo de 1781. El Tratado de París del 3 de septiembre de 1783 consagró el triunfo de los patriotas con el reconocimiento de Gran Bretaña de la independencia de EE.UU y la renuncia a toda pretensión británica sobre su territorio. Tan pronto como la unidad que demandaba la Guerra de Independencia se hizo innecesaria, el Ejército Continental se disolvió, aunque conservó una fuerza muy pequeña. De ese modo, en aquella primera Confederación que constituyeron los Estados Unidos, cada estado tenía su propio ejército y 11 de los 13 estados tenían una marina. Pero lo más importante es que tras los años de la cruel y dura guerra por la independencia, los sentimientos contra la tiranía, contra el imperio, contra la monarquía, por la democracia y la libertad arraigaron muy fuerte en el pueblo norteamericano.

Y junto con el descrédito de estas instituciones, surgió con fuerza y prestigio el Parlamento como institución fundamental en oposición a la monarquía, en la figura del Congreso Continental. Esta fue la base de la consolidación del régimen democrático burgués en EE.UU, y tal eran los sentimientos que arraigaron en el pueblo, que 7 meses después de la victoria en Yorktown, varios oficiales sugirieron algo razonable en el contexto del siglo XVIII: que Estados Unidos debería establecer una monarquía y que George Washington debería convertirse en rey. Washington rechazó la monarquía de forma inmediata considerándolo algo inapropiado y deshonroso, exigiendo que nunca más se volviera a tocar el tema. Y cuando un grupo de oficiales en 1783, amenazó con un golpe contra el Congreso Continental para asegurarse su paga, la llamada conspiración de Newburgh fue apaciguada por George Washington de inmediato.

Así es como fue surgiendo el Parlamento en Estados Unidos, una institución que es pieza fundamental del régimen republicano, enclavado en el corazón de Beltway. Pero que surgió como producto del desarrollo de una organización revolucionaria, el Congreso Continental nacido para unificar a los Congresos Provinciales, que dirigió la Guerra y la diplomacia al firmar acuerdos con las potencias extranjeras, redactó los documentos de la Independencia y los Artículos de la Confederación, que actuaron como una primera Constitución. Sin embargo el Parlamento no nació en la joven república de EE.UU, los antecedentes de esta institución se remontan a siglos precedentes con las revoluciones holandesa e inglesa. 

Si bien tanto el Parlamento como la Constitución de los EE.UU son instituciones surgidas de la I Revolución Norteamericana, no son creación pura y exclusiva de los dirigentes revolucionarios, conocidos como los "Padres Fundadores", Thomas Jefferson, Benjamin Franklin, John Adams, Thomas Paine, George Washington, o James Madison. El Parlamento había surgido antes en la historia y los jefes Patriotas sufrían la influencia del modelo de Inglaterra y Holanda, en cuyas sucesivas revoluciones tuvo gran protagonismo el Parlamento.

El Parlamento ingles había surgido en base al Gran Consejo, órgano asesor del monarca durante la Edad Media. El Gran Consejo era una convención convocada por los monarcas ingleses donde participaban obispos, abades, barones y condes, convocados cuando el rey necesitaba conseguir dinero a través de impuestos. En la medida en que se desarrollaban en Europa las primitivas Formas de Acumulación capitalistas, la burguesía como clase social iba ganando cada vez más peso e importancia económica y social, lo cual se reflejó en la composición de las convocatorias del Gran Consejo. 

La creciente presencia de los capitalistas y burgueses en un mundo dominado aún por los nobles, se expresó en Europa en la integración de las nuevas organizaciones y Parlamentos, o en los acuerdos como las Cortes de León de 1188, la Carta Magna de 1215 en Inglaterra, las Cortes Catalanas de 1192, o la Bula de Oro de 1222 en Hungría. Todas estas nuevas instituciones y acuerdos de diversas maneras y razones, limitaban los poderes del rey, y exigían una serie de reclamos democráticos. En Inglaterra, la creciente influencia de la burguesía se expresó en la composición del Parlamento integrado por representantes de la Iglesia y los nobles, elementos pilares del feudalismo, pero también integrado por representantes de la burguesía provenientes de los condados y de las ciudades más importantes. El Parlamento fue impuesto al rey siguiendo la letra de la Carta Magna, pero la nobleza y los reyes resistieron, intentando sostener y fortalecer la institución del absolutismo monárquico.

Por eso fue necesaria una revolución para imponer formas parlamentarias en Inglaterra, la que fue encabezada por el noble de origen francés Simón V de Montfort, quien con la batalla de Lewes el 14 de mayo de 1264, derrotó a la monarquía de los Plantagenet. A partir del triunfo de Monfort la convocatoria al Parlamento fue llevada a cabo sin autorización real previa, y tuvo una novedad política: Junto a los obispos, abades, condes y barones fueron convocados 2 burgueses de cada borough, electos en sus municipios o barrios del reino. La representación de los burgueses y su carácter electivo fue una medida revolucionaria para la época. Simón de Montfort se vio obligado a imponerla para compensar el poder de la monarquía y los nobles, lo que comenzó a institucionalizar la participación en el parlamento de caballeros y burgueses conocida históricamente como la reunión de "los Comunes" (en inglés, The Commons). La nobleza desató una contraofensiva, por la cual Montfort fue derrotado y asesinado en la Batalla de Evesham en 1265, y la autoridad del rey fue restaurada.

Pero la revolución ya no tuvo vuelta atrás y Simón V de Montfort quedó para la posteridad como uno de los padres de la democracia parlamentaria. En 1341, la nobleza y el clero fueron convocados de manera separada por primera vez, creando lo que sería efectivamente una Cámara Alta, llamada Cámara de los Lores y una Cámara Baja, llamada Cámara de los Comunes. Sin embargo la burguesía inglesa no había logrado consolidar aún un régimen democrático como el que aspiraba a desarrollar. El rey todavía tenía derecho a veto en las decisiones del Parlamento, y la Cámara de los Lores era más poderosa que la Cámara de los Comunes. Sin embargo el poder de la nobleza disminuyo a finales del siglo XV por la guerra de los 100 años, que tuvo un capítulo particular en Inglaterra con la Guerra de las Dos Rosas. 

En ella, buena parte de la nobleza murió en el campo de batalla, o fue ejecutada posteriormente por su participación, muchos aristócratas perdieron sus tierras, y la nobleza entró en la etapa final de su historia. Sin embargo, aun cuando el feudalismo entraba en su etapa de decadencia definitiva, la nobleza estableció en Inglaterra la supremacía de la monarquía absoluta a través la dinastía de los Tudor con la Corona Imperial. La monarquía absoluta y el rey se apoyaban en la poderosa Cámara de los Lores, que supeditaba todos los movimientos de la Cámara de los Comunes.

Mientras ocurría esto en Inglaterra, el enfrentamiento entre los nobles y los burgueses alcanzó carácter internacional y atravesó Europa desde mediados del siglo XVI hasta todo el siglo XVII. Este proceso alcanzó un punto agudo con la Revolución Holandesa. Conocida como la Guerra de los 80 años o Guerra de Flandes. La Guerra fue librada por la burguesía de las Provincias Unidas de los Países Bajos contra Carlos V, que encabezaba la poderosa monarquía absoluta de los Habsburgo. En los libros de historia se presenta a la Revolución Holandesa como una Guerra religiosa entre protestantes y católicos. El hecho es que en esa época, los partidos políticos no existían como hoy los conocemos, y los distintos sectores sociales actuaban defendiendo sus intereses organizados en órdenes religiosas, o iglesias.

Así, la burguesía organizó las distintas órdenes religiosas protestantes en Borgoña, Suiza, Luxemburgo, Bélgica, Alemania y Holanda, contra la poderosa alianza de los Habsburgo, la Santa Sede y la Inquisición, que eran la máxima autoridad de Europa. La Revolución Holandesa tuvo características similares a la I Revolución Norteamericana: Combinó los reclamos democráticos con la lucha antiimperialista, de liberación nacional, en la cual las Provincias Unidas derrotaron al poderoso Imperio Español y lograron en 1648, el reconocimiento de su independencia. Y tuvo otra característica común con la I Revolución Norteamericana: Fue dirigida por el Parlamento, que eran los Estados Generales, una asamblea que originalmente reunía a los tres estados, nobleza, clero y burguesía. 

Los Estados Generales eran convocados por los duques borgoñones cuando necesitaban de fondos, pero en un complejo proceso derivaron en la institución que dirigió la guerra, constituyó la República de las Provincias Unidas, conformó un Gobierno confederal que ejerció el poder, y controló las dos grandes empresas comerciales del país, la Compañía de las Indias Orientales y la Compañía de las Indias Occidentales. La naciente República consolidó la figura del estatúder, un embrión de la figura del Poder Ejecutivo, Primer Ministro o Presidente. Merced a este moderno sistema político las Provincias Unidas emergieron como una potencia mundial gracias a su poderosa armada y flota mercante, y sobre todo, debido al desarrollo de nuevas Formas de Acumulación capitalistas como las Empresas Comerciales y las Manufacturas que actuaban, en términos económicos, en forma complementaria, en ese estadio del capitalismo. 

Las Empresas Comerciales fueron una Forma de Acumulación capitalista constituidas por sociedades de inversores que obtenían ganancias en base al dominio del comercio entre metrópoli y colonia y la explotación de mano de obra en las colonias descubiertas. Actuaban al servicio del dominio de vastos territorios coloniales en los cuales estas empresas actuaban como un verdadero estado y gobierno, realizaban inversiones, desarrollaron manufacturas y explotaban mano de obra local, lo cual les permitía obtener enormes ganancias.

Por otro lado las Manufacturas eran empresas capitalistas que producían mercancías en base a la explotación del trabajo humano manual. En la manufactura se estableció la división del trabajo al interior del establecimiento, y la explotación del trabajo humano permitió el surgimiento de las primeras relaciones de producción asalariada, aunque la clase obrera, o clase trabajadora, tenía un desarrollo todavía embrionario en esa etapa del capitalismo (5) Merced a estos avances económicos y políticos, Holanda vivió un importante auge económico, cultural, se convirtió en la gran potencia y el país más importante de la época. La Revolución Holandesa sacudió la arena política internacional y fue un aliciente para la burguesía inglesa, enfrentada con la monarquía absoluta de los Estuardo, sucesora de la dinastía Tudor. 

En Inglaterra la Cámara de los Comunes le envió en 1628 la Petición de Derecho a Carlos I, demandando la restauración de sus libertades. Pero la respuesta de Carlos I fue disolver el Parlamento, y gobernar sin él por 11 años. Tras el desastre financiero de las Guerras de los Obispos, los Estuardo se vieron forzados a convocar al Parlamento para que pudieran autorizar nuevos impuestos, conformando las asambleas conocidas históricamente como el Parlamento Corto y el Parlamento Largo que se reunieron con varios recesos y formas entre 1640 y 1653.

Las tensiones entre el rey y su parlamento aumentaron y se deterioraron aún más. Esto llevó al estallido de la Guerra Civil Inglesa entre los burgueses y nobles que comenzó con la Batalla de Edgehill de octubre de 1642 y culminó con la victoria final de las fuerzas parlamentarias encabezadas por Oliver Cromwell. Las fuerzas parlamentarias ejecutaron a Carlos I en enero de 1649, e instauraron la República, basada en el Parlamento, en alianza con el nuevo ejército modelo, abolieron la Cámara de los Lores y ejercieron el poder desde la Cámara de los Comunes. La Revolución tuvo un ala izquierda encarnada en los llamados "Levellers", un movimiento político compuesto por los primitivos destacamentos de la clase obrera inglesa. 

Para enfrentar al ala derecha y al ala izquierda de la Revolución, Cromwell disolvió el parlamento y ejerció una dictadura: Aplastó a los Levellers, y ejerció el poder con el título de Lord Protector del reino. Rechazó ser rey, y convocó a distintas formas parlamentarias, basadas en el documento llamado "Humilde Petición y Consejo". En ese documento propuso un régimen político basado en el Parlamento, con la Cámara de los Comunes electa como Cámara Baja, una Cámara de los Lores compuesta por nobles del reino como Cámara Alta, y una monarquía subordinada a la constitución sirviente al parlamento y las leyes de la nación.

Los nobles reaccionaron con una contrarrevolución para reponer a la monarquía de los Estuardo. Apoyados por nobles de Francia, España y Escocia lanzaron un golpe liderado por el general del ejército John Lambert. Las fuerzas escocesas lideradas por George Monck, junto a las fuerzas internacionales invadieron Inglaterra, convocaron al Parlamento y reinstalaron la monarquía y la Cámara de los Lores. Carlos II regresó a Inglaterra como Rey en mayo de 1660, y repuso la monarquía absoluta de los Estuardo, que disolvió el parlamento en 1861. A la muerte de Carlos II, su hermano Jacobo II avanzó con la contraofensiva de los Estuardo, pretendiendo restaurar el poder de la Iglesia Católica en Inglaterra.

No conforme con consolidar su contraofensiva en Inglaterra, la dinastía absolutista de los Estuardo comenzó a establecer la posibilidad de trabar acuerdos con Luis XIV de Francia, para llevar la contraofensiva absolutista a toda Europa. Existía la posibilidad de un acuerdo internacional entre Jacobo II, jefe de la monarquía absoluta de los Estuardo, quien llevaba adelante la contraofensiva en Inglaterra, y Luis XIV el denominado "Rey Sol" jefe de la monarquía absoluta de los Capetos en Francia. Luis XIV resumía el programa del absolutismo monárquico con una frase: "El estado soy yo"

Ante el peligro de la unidad de ambas poderosas monarquías absolutas, la burguesía Europea reaccionó agrupando en Holanda una poderosa fuerza de invasión a Inglaterra. Esta fuerza fue financiada por la ciudad de Ámsterdam, por banqueros de Portugal, Génova y Lombardía, como el Papa Inocencio XI, quien en nombre de la banca de Génova hizo un préstamo millonario, o el banquero judío- portugués Francisco Lopes Suasso que prestó 2 millones de guilders. Quien encabezó la coalición burguesa fue la poderosa oligarquía de banqueros Orange- Nassau, encabezada por Guillermo III de Orange, quien alquiló 400 transportes, y negoció los contratos de 14.000 mercenarios alemanes de Brandeburgo, Würtemberg, Hesse-Kassel y Celle. A Guillermo le costó convencer a la élite gobernante holandesa que una expedición tan cara era realmente necesaria, pero cuando Luis XIV atacó los barcos holandeses en los puertos franceses, la burguesía entendió que debía actuar con premura.

Los holandeses se cuidaban de aparecer como una "invasión" ante el pueblo inglés, por eso la flota holandesa de 53 barcos de guerra fue puesta bajo el mando del Contra-Almirante inglés Arthur Herbert. La denominada "Revolución Gloriosa" triunfó cuando las tropas de la burguesía derrotaron a Jacobo II en la Batalla de Reading, una acción militar que fue acompañada por fuertes manifestaciones anti-católicas en Bristol, Bury St. Edmuns, Hereford, York, Cambridge y Shropshire y el asalto de una turba protestante al Castillo de Dover. Los Estuardo, la Reina y el Príncipe de Gales huyeron a Francia, y en 1689, la Convención del Parlamento de Inglaterra declaró que la huida de Jacobo significaba una declaración de abdicación. Guillermo III de Orange accedió al trono de Inglaterra y sancionó la Declaración de Derechos (en inglés, Bill of Rights).

El contenido del Bill of Rights está en el texto del preámbulo de la Declaración de Independencia de los Estados Unidos de 1776, de la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano de 1789 que se suscribió en la Revolución Francesa, y en la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948. La Declaración de Derechos plantea que el Rey no puede crear o eliminar leyes o impuestos sin la aprobación del Parlamento, no puede cobrar dinero para su uso personal, sin la aprobación del Parlamento, y no puede reclutar y mantener un ejército en tiempos de paz, sin aprobación del Parlamento. Consagra que las elecciones de los miembros del Parlamento deben ser libres, que las palabras del Parlamento no pueden obstaculizarse o negarse, y que el Parlamento debe reunirse con frecuencia.

La Declaración de derechos se completó con otra ley, la Ley de Tolerancia (en inglés, Toleration Act) que concede libertad religiosa a los anglicanos, la libertad de culto público, el derecho a abrir escuelas y el acceso a todas las funciones públicas. El régimen de monarquía Parlamentaria impuesto por la Revolución Gloriosa impulsó la creación del Banco de Inglaterra en 1694, el primer banco central de la historia del capitalismo. Y el ministerio de comercio (Board of Trade), que permitió a la burguesía inglesa y europea obtener importantes ventajas comerciales. Esto dio un enorme impulso al capitalismo inglés y los trabajos de los intelectuales que sentaron las bases del pensamiento científico y político como Newton, Pope, Leibniz, Swift y John Locke, con su "Ensayo sobre el poder civil" de1690. Y las revoluciones que se produjeron dieron cada vez más relevancia al Parlamento. Cuando los Patriotas llevaron adelante la I Revolución Norteamericana en el siglo XVIII, no hicieron más que seguir los pasos de las revoluciones que les habían precedido.

Contradicciones y evaluación del régimen democrático burgués

El Congreso Continental que dio origen al Parlamento de los EE.UU, continuó los pasos de los Estados Generales Holandeses, la Cámara de los Comunes de Simón de Monfort, el Parlamento largo de la Guerra Civil Inglesa encabezada por Oliver Cromwell, y el Parlamento definitivamente consagrado por la Revolución Gloriosa encabezada por Guillermo de Orange. Las diversas formas parlamentarias que se desarrollaron a los largo de los siglos XIII, XIV, XV, XVI, XVII y XVIII se continuaron con los Estados Generales, y con formas parlamentarias, incluso más radicalizadas que surgieron en la Revolución Francesa. Estas primeras e incipientes formas parlamentarias y esbozos de régimen político, sirvieron a los Jefes Patriotas de base para edificar el régimen político republicano en los EE.UU, y ubicar al Parlamento en él, como una de sus instituciones centrales.

En este espejo de revoluciones se miraban los jefes Patriotas que debían redactar la Constitución de los EE.UU. Pero en el desarrollo de esta tarea, se toparon con otra contradicción. Quienes impulsaban estos regímenes políticos y ostentaban el poder desplazando a los nobles, era una clase propietaria de magnates y empresarios, una oligarquía muy rica de capitalistas y banqueros, que le temían al pueblo pobre tanto como le habían temido los reyes que ellos mismos desplazaron. Producto de que el poder estaba pasando de una clase propietaria rica a otra, y que ésta oligarquía de capitalistas y banqueros que tomaban el poder le temían al pueblo, los regímenes que impulsaron daban libertades muy limitadas a las masas pobres. Como lo plantea Novack: "La tenaz república burguesa establecida por los pioneros holandeses fue mucho más oligárquica que democrática. En 1640, el estadista holandés François Van Aersens declaró que el gobierno de los Países Bajos era realmente una aristocracia, "donde el pueblo no tiene voz" (7)

Detrás de los revolucionarios holandeses estaban poderosas casas de banqueros capitalistas, el empresariado de Amsterdam que en el siglo XV se convirtió en el principal puerto comercial europeo para el grano procedente de la región báltica. Los ricos empresarios poseían Empresas Comerciales que cazaban ballenas en la costa de Svalbard, comerciaban con especias en la India e Indonesia, y fundaban empresas manufactureras en Nueva Ámsterdam, hoy Nueva York, Sudáfrica, y América del Sur. No debe llamar a engaño el hecho de que los intereses de estas capas empresariales fueran defendidos por gobiernos absolutistas, monarcas o dirigentes que ostentaban títulos nobiliarios. Las monarquías absolutas ya defendían abiertamente los negocios capitalistas de los empresarios genoveses, portugueses, venecianos, de Castilla y Aragón, de Borgoña, de la banca de Lombardía y los países bajos. Incluso el propio papado era ya una institución que estimulaba y desarrollaba el capitalismo desde hacía varios siglos, controlando poderosas empresas, negocios de todo tipo, comerciales, financieros, y de bienes raíces.

El feudalismo estaba carcomido hasta la raíz por las poderosas empresas capitalistas que dominaban la economía de regiones enteras, instalaban manufacturas en los 5 continentes, explotaban la mano de obra indígena y traficaban con millones de esclavos del África. Ya desde los siglos XIV y XV, detrás de las monarquías absolutas se expresaban los poderosos intereses de empresarios capitalistas: detrás de Carlos V y los Hasburgo estuvo la banca Fugger, o la dinastía banquera de los Rotschild, que actuaban en toda Europa. Detrás de Guillermo de Orange estaba la riquísima oligarquía Nassau de Borgoña. Estas capas de empresarios debían remover el estado feudal para construir su propio estado, pero temían dar demasiadas libertades a las masas pobres y laboriosas en las cuales se habían apoyado, para llevar adelante las revoluciones contra la nobleza. Y esta precisamente fue la segunda contradicción con la que se encontraron los jefes Patriotas, muchos de los cuales eran también ricos hacendados, propietarios y poseedores de esclavos.

Como lo explica George Novack: "Aunque la nueva clase dirigente nativa, compuesta por los comerciantes y otros grandes propietarios en el Norte y por los plantadores en el Sur, tomaron las riendas del poder de los oficiales británicos...Nada más obtuvieron el mando del país, saltaron las disputas en casi todos los estados de la confederación, desde 1783 a 1787, entre los patricios y los plebeyos para decidir quién debería gobernar y cómo debería hacerlo..." (8) Las limitaciones a los derechos democráticos que los nuevos regímenes republicanos tenían destinados a las masas pobres, eran el producto de la contradicción que vivía la burguesía entre la necesidad de llevar adelante una revolución contra la vieja clase explotadora de los señores feudales y sus imperios, pero a la vez, mantener la propiedad privada de los medios de producción y cambio.

Así lo explica Novack: Las razones de estas restricciones fueron planteadas con franqueza por los principales portavoces de las clases altas... John Adams, que iba a ser el segundo presidente, escribió en 1787-88... "Es esencial para la libertad que los derechos de los ricos estén asegurados; si no lo están enseguida los ricos serán robados y se convertirán en pobres, y a su vez robarán a sus ladrones, y de esta manera ni la libertad ni la propiedad de ninguno serán respetadas..." (9) Los roces entre patricios y plebeyos, ricos y pobres, en la naciente república habían comenzado desde el inicio mismo de la I Revolución Norteamericana. Como afirma Novack: "La guerra de liberación respecto de Gran Bretaña estuvo entrelazada con una guerra civil en las colonias entre los Conservadores y los Patriotas. Los comités levantados por las masas insurreccionales en cada localidad, coronadas por el Congreso Continental, fueron instrumentos para destrozar la autoridad real y servir como bases de poder de la causa revolucionaria. Las fricciones y conflictos en el seno de la coalición de clases que hizo la revolución fueron en ocasiones muy agudos" (10)

Estas contradicciones de clase venían desarrollándose desde la época colonial, cuando el país era gobernado por el Imperio Británico, y ya afloraban en las colonias las diferencias sociales y de clase. Había existido la rebelión de Bacon en Virginia en 1676, o la revuelta campesina de Jacob Leisler de 1689 en Nueva York, que eran expresiones de esos conflictos de clase. Como lo explica Howard Zinn:"... Después de la virginiana Rebelión de Bacon, en 1760, se produjeron dieciocho nuevos intentos de derrocar los gobiernos coloniales. También hubo ocho revueltas de negros en Carolina del Sur y Nueva York, y cuarenta algaradas de diferente naturaleza...la élite colonial tenía que vérselas con la ira clasista de los blancos pobres -los criados, los arrendatarios, los pobres de las ciudades, los sintierra, los pagadores de impuestos, los soldados y los marineros ...a medida que se abría la brecha entre ricos y pobres...el país no "nació libre", sino que nació esclavo y libre, criado y amo, arrendatario y terrateniente, pobre y rico". (11)

Esta tensión entre ricos y pobres se expresó 5 años después del triunfo de la I Revolución Norteamericana en la Rebelión de Shays, el levantamiento popular sucedido en Massachusetts el 29 de agosto de 1786. Fue una rebelión de los campesinos y el pueblo pobre, entre ellos muchos veteranos de guerra, quienes con las armas en las manos, debieron movilizarse para defender sus derechos. La rebelión fue encabezada entre otros por Daniel Shays, un veterano de la Guerra de la Independencia Americana, de allí su nombre. La población agrícola rural se encontró tras la Guerra de Independencia sufriendo graves abusos, obligados a pagar impuestos de toda clase, tasas municipales, provinciales y federales. Eran acosados por sheriffs, alguaciles y abogados, sufrían la miseria y ruina espantosa, lo que los llevaba a vender sus propiedades o su ganado por menos de su valor, para sobrellevar la pobreza y salvar a sus familias. Cuando no podían responder a las demandas a las que eran sometidos por parte de los comerciantes o las autoridades civiles, los campesinos de Massachusetts comenzaron a perder sus tierras y otros bienes.

Al no poder cumplir con sus deudas y obligaciones tributarias, muchos pobres granjeros de Massachusetts como Daniel Shays que habían sido soldados en la Revolución, se encontraron al volver a sus casas amenazados en la Corte de perder sus pocos bienes por deudas, cuando incluso a muchos de ellos se les debían pagas por parte del ejército. Esto dio lugar a fuertes resentimientos contra los recaudadores de impuestos y los tribunales. Los campesinos se lanzaron a cerrar los tribunales del distrito. En los últimos meses de 1786 los campesinos se movilizaron para detener las audiencias judiciales de impuestos y cobro de deudas. En el estallido de la insurrección, las masas de campesinos pobres comenzaron a organizar una fuerza armada, para lo cual planearon la toma del arsenal de armas de Springfield.

La burguesía comercial de Boston decidió organizar una milicia privada para reprimir a los campesinos. James Warren escribió a John Adams el 22 de octubre, "Ahora estamos en un estado de anarquía y confusión rayana en Guerra Civil". La Corte Suprema Judicial de Massachusetts acusó a quienes encabezaban la protesta de "personas desordenadas, desenfrenadas, y sediciosos". El Gobernador de Massachusetts Bowdoin, ordenó a la legislatura la suspensión del habeas corpus con una nueva distinción legal: la rebelión en una república, a diferencia de una monarquía, debe ser castigado con la ejecución. La legislatura estatal de Massachusetts aprobó proyectos de ley autorizando la imposición de la ley marcial, dando al gobernador de amplios poderes para actuar contra los rebeldes. La legislatura también sancionó la Ley de Descalificación prohibiendo a cualquier rebelde tener cargos o ser electo. La rebelión fue derrotada, varios cientos de sus participantes fueron acusados, y aunque la mayoría de ellos fueron indultados en virtud de una amnistía general, 18 hombres fueron declarados culpables y condenados a muerte. La Rebelión de Shays mostró las contradicciones de clase de la naciente república: Libertades para la burguesía comercial e industrial, derechos muy limitados para los trabajadores, campesinos y pueblo pobre.

Sin embargo para la evaluación histórica de los regímenes parlamentarios surgidos en aquella época, aun cuando la rebelión de Shays ponía de manifiesto sus contradicciones políticas y sociales, es necesario ubicar el análisis en su contexto histórico para valorarlos en forma correcta. Para la época, esos los regímenes fueron un enorme avance si los comparamos con los brutales regímenes de las monarquías absolutas, tiranías y Santa Inquisición que habían dominado Europa en los siglos precedentes. El reemplazo de los regímenes de nobles y reyes por el régimen democrático burgués, fue un paso adelante en la historia, porque aún con sus limitaciones, esos regímenes republicanos fueron enormes avances en los derechos democráticos. Justamente por eso, el reemplazo de un régimen político por otro más progresivo, fue un proceso que demandó siglos, e implicó enormes guerras y revoluciones.

Fue necesaria la muerte de millones que entregaron sus vidas, para conquistar esas libertades, y el régimen democrático burgués de Estados Unidos no fue la excepción, Así lo explica Novack: "Pese a sus limitaciones, la república Yankee fue el gobierno democrático más progresista del mundo en aquel estadio de expansión del capitalismo mundial. Su existencia daba ánimo a las fuerzas democráticas del Viejo Mundo en sus luchas, a menudo descorazonadoras, contra los regímenes antiguos y oligárquicos. Su ejemplo de resistencia victoriosa, ante el mayor imperio del mundo, proporcionaría un potente estímulo a las guerras de independencia que sostendrían los pueblos latinoamericanos contra la más débil colonización española en el siglo siguiente. Así pues, los Estados Unidos constituyeron un modelo operativo de gobierno democrático y republicano nacido por medio de la acción revolucionaria de las masas" (12)

La Convención Constituyente de Filadelfia de 1787

En el estudio del desarrollo del régimen republicano hemos visto la evolución histórica del Parlamento, y como llegó a ubicarse en el centro del régimen político de la naciente república. Veremos ahora el cambio que se produjo en el régimen democrático burgués tras la Convención Constituyente de Filadelfia que se llevó a cabo entre el 14 de mayo y el 17 de septiembre del año 1787. Tras ella, el régimen político se modificó drásticamente y pasó de una estructura de estados soberanos, a un poder más centralizado. Hasta allí EE.UU era un estado descentralizado, el poder residía en los estados soberanos, unidos débilmente por los Artículos de la Confederación. 

En éste régimen, el Parlamento estaba ubicado como institución central. Pero a partir de la Convención de Filadelfia, la institución central pasó a ser el Poder Ejecutivo, que empezó a desplazar al Parlamento del centro del régimen político. De este modo, EE.UU pasó de ser una Confederación, a ser una Federación con un gobierno central fuerte. El cambio fue impuesto por las burguesías de los estados más fuertes económicamente, sobre los estados más débiles, y fue estipulado en la redacción de la Constitución que intentaba dar respuesta a los enormes desafíos políticos, sociales, nacionales e internacionales que asechaban a la joven república.

Estados Unidos había derrotado al Imperio Británico en la guerra de la Independencia, y había pasado por su primera conmoción interna con la Rebelión de Shays. Esta conmoción fue analizada como algo positivo por Thomas Jefferson. En una carta asu amigoWilliam Stephens Smith, le planteó: "El árbol de la libertad se debe restaurar de vez en cuando con la sangre de patriotas y tiranos. Es su abono natural." Estados Unidos era un país pequeño, de apenas 3 millones de habitantes, y las potencias de la época España, Francia e Inglaterra se disputaban la injerencia en sus destinos. La naciente república estaba acechada por deudas con Francia y los Países Bajos, no tenía un sistema de recaudación impositiva, y tenía miles de esclavos. Era un país con distintos sectores burgueses que pugnaban por sus intereses, masas campesinas en crisis y sin una Constitución definitiva, salvo los Artículos de la Confederación que unían débilmente los 13 estados.

Los Jefes Patriotas debían constituir un nuevo estado y un régimen político sin que existieran muchos modelos en que inspirarse: No existían muchas repúblicas burguesas en el mundo que sirvieran como ejemplo. La Revolución Francesa, que fue un gran laboratorio de construcción de una república, aún no se había producido. Para llevar adelante las sesiones de la Convención Constituyente de Filladelfia los delegados eligieron a George Washington, el máximo dirigente de la I Revolución Norteamericana para que presidiera la convención. Los debates giraron esencialmente alrededor de dos posturas: El Plan Virginia y el Plan Nueva Jersey. El que finalmente se impuso en la Convención fue el plan Virginia, intensamente trabajado por la delegación de ese estado, que llegó antes que las otras delegaciones a Filadelfia.

La delegación de Virginia comenzó a reunirse diariamente con los delegados de los distintos estados, para negociar un plan que proponía un gobierno federal fuerte que elabore y haga cumplir leyes nacionales, que recaude impuestos nacionales, y un Parlamento con representación proporcional a los habitantes de cada estado. Este plan buscaba dejar atrás los artículos de la Confederación y avanzar en un régimen más centralizado, con un Poder Ejecutivo y un Parlamento electos por el voto popular. Era un plan apoyado por los estados más poderosos económicamente y de mayor población. Los estados pequeños presentaron el "Plan Nueva Jersey" que proponía una legislatura unicameral con un voto por estado, como funcionaba hasta ese momento.

Tras largas y difíciles negociaciones, se logró un acuerdo llamado el "Compromiso de Conneticut" que impulsó Robert Sherman delegado de ese estado, con el que se acordó un Parlamento bicameral, con una Cámara Baja electa por representación de acuerdo a la cantidad de población, como lo planteaba el Plan Virginia y la Cámara Alta con representación de dos senadores por cada estado, independientemente de la cantidad de habitantes, como lo planteaba el Plan Nueva Jersey. Este Parlamento bicameral fue una concesión que los impulsores del Plan Virginia hicieron a los estados más pequeños que impulsaban el Plan Nueva Jersey, para evitar una ruptura de la república recién nacida. De ese modo, el régimen político se estableció como una federación con un Parlamento Bicameral, que satisfizo los intereses de ambas partes. 

Este régimen político resultó ser un régimen bastante novedoso para la época, que contó con la elaboración de una Constitución de avanzada. La Constitución fue diseñada con un Preámbulo como breve declaración introductoria, luego los artículos que establecen la descripción de los 3 poderes, primero el Legislativo, luego el Ejecutivo, y el Judicial, además de sus competencias. Describe además el proceso necesario para reformar la constitución con el método de enmiendas. Establece que la Constitución es la ley suprema que está por encima de las leyes y las constituciones de los estados, las cuales no deben estar en conflicto con las leyes de la Constitución federal.

Surgió así la Constitución más antigua entre las más importantes que hay hoy existentes, en medio de grandes e históricos debates y negociaciones, que buscaron respaldar sus posiciones en textos basados en grandes teóricos de las leyes. La Carta de Derechos fueron 10 enmiendas añadidas en 1791, inspiradas en la Bill of Rights inglesa de 1698, que incluyó la cláusula del debido proceso, un principio jurídico que establece las garantías mínimas de todo ciudadano ante la ley. También incluyó los juicios con jurado, el derecho a portar armas, la prohibición de fianzas excesivas, y el fin de los castigos crueles e inusuales. La Constitución colocó una serie de cambios que fueron novedades históricas, como por ejemplo, la elección presidencial por el voto popular, o el diseño de un Poder Ejecutivo, cuestiones que eran de avanzada para la época, algo tan inusual, que quienes lo acordaron temían que el pueblo pensara que estaban dando un golpe de estado o creando una tiranía.

Los Jefes Patriotas no querían que la figura de un poder ejecutivo central y fuerte, se confundiera con el nepotismo de figuras usuales en aquella época como un rey absoluto, o un déspota. La política europea estaba dominada por la figura de funcionarios todopoderosos como Colbert o Mazarino en Francia, lo que llevó a los Jefes Patriotas a especificar explícitamente que el Presidente es elegido mediante sufragio indirecto por un colegio electoral con un mandato de 4 años. El presidente quedó consagrado como jefe de la administración general a cargo de la diplomacia, tratados internacionales, y comandante en jefe del ejército, que expresa su agenda de trabajo al congreso, con el mensaje de la Unión. 

Para declarar la guerra tiene que aprobarla el Senado, y en época de crisis, tiene el derecho de veto, que puede neutralizarse con dos tercios. En cuanto al Poder Judicialel artículo III de la Constitución estableció la Corte Suprema (en inglés, Supreme Court), compuesta de un juez presidente, y jueces asociados nombrados por el Presidente y confirmados por el Senado. Poseen la facultad de revisión judicial, de declarar inconstitucionales leyes federales o estatales y leyes de poderes ejecutivos federales, o estatales y dividió la nación en distritos judiciales y creó tribunales federales para cada distrito.

La Constitución instituyó la remoción de cualquier funcionario federal mediante la figura del impeachment en caso de una falla grave. En relación al voto, quedó consagrado que el presidente y los congresistas eran electos por sufragio, pero en esa época, sólo tenían derecho a voto los ciudadanos varones de origen europeo, propietarios y protestantes. Ni las mujeres, ni las minorías raciales o religiosas tenían derechos electorales, con lo cual se planteaba un problema: Que representación tendrían los esclavos. Los esclavos suponían cerca de un quinto de la población total y un 40 % de la población de los estados del Sur. Comenzó un debate en la Convención de Filadelfia acerca de si los esclavos serían tenidos en cuenta como parte de la población en la determinación de la representación en el Congreso, o no. La burguesía esclavista sostuvo que los esclavos deberían ser considerados personas en la determinación de la representación, pero como eran propiedad de sus dueños, no debían tener voto, ni pagar impuestos.

Los delegados de estados donde la esclavitud había desaparecido, sostenían que los esclavos deberían ser incluidos en los impuestos, pero no en la determinación de la representación. Finalmente se acordó el compromiso por el cual tres-quintos de la población de esclavos sería contados, tanto a la hora de la distribución de impuestos, como para el reparto de los miembros de la Cámara de Representantes. Diez estados habían proscrito ya la esclavitud, y muchos delegados en la Convención la denunciaron. Pero Georgia y las dos Carolinas, amenazaron con abandonar la Convención si se prohibía el comercio de esclavos, entonces, para evitar una ruptura del país, la Convención resolvió que el Congreso tendría el poder de prohibir la trata de esclavos, pero no antes de que al menos pasaran 20 años, o sea, a partir del 1 de enero de 1808. Así, la Convención Constituyente de Filadelfia dejó plantada una contradicción de hierro en el país: La naciente república nacía haciendo grandes innovaciones en el régimen político, pero conservando relaciones de producción esclavistas, de características retrógradas y enemigas de las libertades civiles.

Las contradicciones del naciente régimen republicano de los EE.UU

Estas contradicciones se explican por los intereses económicos y sociales que estaban detrás de las burguesías de los estados más fuertes económicamente que se impusieron en la Convención. Todas las resoluciones que tomó la Convención salvo la primera, fueron escritas por el representante de Virginia, James Madison, y relatadas por el gobernador de Virginia, Edmund Randolph. Virginia era el estado más fuerte de la época. Tras la redacción de la Constitución el estado dio al país lo que se llamó la "Dinastía de Virginia", Washington, Jefferson, Madison y Monroe, 4 de los 5 primeros presidentes, fueron provenientes de Virginia. El poderío y la preeminencia de Virginia en esa época del país, se explica por su ubicación económica y política, que fue producto de la evolución y nacimiento de los estados que constituyeron la Unión.

Virginia nació fruto del emprendimiento de los negocios impulsados por el Imperio Británico, que se multiplicaron tras la derrota del Imperio Español a manos de la revolución Holandesa en el siglo XVI. Esto llevó a las potencias a aprovecharse de la crisis de España, para lanzarse a la fundación de colonias en América. Inglaterra se lanzó a la colonización imitando el modelo de España, y en esa primera etapa, Isabel I extendió contratos a particulares a partir de 1578 por el norte de América. El proceso de extensión de contratos desató un movimiento de instalación de colonos particulares, que incluyó la emigración de disidentes políticos y religiosos, presbiterianos, cuáqueros, puritanos, etc. quienes obtenían permisos para instalarse en el norte de América, en zonas lo más apartadas posible del Imperio Español.

Esta fase de oleadas de colonos incluyó al grupo de calvinistas que viajó en el Mayflower, y fundó en 1620 la colonia de Plymouth y Province Town, entre otras. En general, esas primeras colonias particulares fracasaron por que los europeos no se adaptaron a las duras condiciones, sufrieron el clima, los alimentos, enfermedades y hambre. No disponían tampoco de capitales para realizar las inversiones necesarias que garantizaran el éxito de la empresa, lo que sí sucedió a partir de la segunda fase de colonización en la cual las concesiones y cédulas reales fueron para Empresas Comerciales que junto a las Manufacturas, eran las Formas de Acumulación predominantes en ese estadio del capitalismo. 

El poderío de Virginia surgió a partir de la actividad de la Empresas Comerciales que obtuvieron cédula real en 1606: la Compañía de Virginia de Londres y la Compañía de Virginia de Plymouth, llamadas así en homenaje a Isabel I a quien se la denominaba "la Reina Virgen". La Compañía de Virginia de Londres terminó constituyendo un verdadero nudo empresarial desde el cual se desprendieron ramas y negocios subsidiarios que dieron lugar a nuevas locaciones, colonias y estados. La Compañía de Virginia de Plymouth se estableció al norte en la zona de Nueva Inglaterra, donde también el pastor John White fundó Massachusetts, una gran colonia puritana como parte de una sociedad y grupo inversor que obtuvo el permiso y compró el territorio de la bahía de Massachusetts. También en esa zona Roger Williams, un pastor puritano impulsó Rhode Island que estableció su congregación en la bahía de Narrangaset donde fundaron Providence.

Connecticut nació a partir de la congregación fundada por Thomas Hooker que también promovió la libertad religiosa, y fundó la ciudad de New Haven. Pennsylvania fue colonizada con una gran expedición de 23 barcos con viajeros cuáqueros, en los territorios otorgados por el rey al empresario de bienes raíces William Penn por sus servicios a la corona. En toda la región que se llamó Nueva Inglaterra, la economía se basó en la construcción naval, la pesca de la ballena y una artesanía rudimentaria, con una agricultura muy deficiente debido al clima hostil y al suelo baldío. La economía de la región giraba alrededor de colonias de campesinos que habiendo perdido sus tierras, o habiendo sufrido expropiaciones en Europa, venían a América en busca de tierras para asentarse y vivir.

No fue el centro de estas economías regionales las ganancias empresariales, las únicas actividades empresarias que sí prosperaron fueron las de los comerciantes, como la de un sector de capitalistas dedicados al tráfico de esclavos, como la encabezada por la familia DeWolf de Bristol en Rhode Island, que amasaron una fortuna con el comercio de esclavos, la destilación del ron y plantaciones de propiedad en Cuba y Guadalupe. Según el historiador Lorenzo Johnston Greene el comercio de esclavos en la economía de Nueva Inglaterra "creó una clase rica de mercaderes de esclavos". De todos modos, este círculo de comerciantes era muy estrecho, y sus actividades empresariales muy dependientes de los estados del sur que utilizaban los esclavos en gran escala en las plantaciones. 

El resto de los colonos de Nueva Inglaterra y los estados del Norte sólo buscaban tierra para el autoabastecimiento. El reparto de la tierra entre los campesinos era una especie de primitiva reforma agraria a efectuada través de la Asamblea de la colonia. Ésta distribuía los lotes a la congregación religiosa que lo solicitara para que la comunidad hiciera el reparto. La Asamblea de la colonia y las comunidades religiosas repusieron las tierras comunales, que estaban siendo expropiadas en Europa por los ejércitos imperiales. El desarrollo de una economía campesina auto- abastecedora, y limitado desarrollo de los negocios, hizo que las actividades de la Compañía de Virginia de Plymouth cesaran.

Su actividad fue absorbida por la Compañía de Virginia de Londres cuyo impulsor fue el empresario Bartholomew Gosnold, la cual se constituyó como sociedad anónima en 1606 en la zona de la Bahía de Chesapeake, donde están los actuales estados de Virginia y Maryland. Esta empresa, al revés que la Compañía de Virginia de Plymouth, fue muy exitosa en el desarrollo de los negocios en un área de influencia que abarcó hasta el Caribe y las islas de Sommers, hoy Bermudas. Tuvo importantes inversores como Thomas West, Señor de la Warre, que sirvió como el primer gobernador de Virginia entre 1610 y 1618. Con idas y vueltas, avances y retrocesos, logró establecer una base económica con fincas y establecimientos de plantación, donde se cultivaba tabaco, maíz y arroz para la exportación a Europa.

Se estableció una política de estímulos para que los colonos convencieran a parientes y a amigos de emigrar, a la vez que se recogieron niños de las calles, de orfanatos, prostitutas, y delincuentes de las urbes y cárceles inglesas para llevarlos a Virginia. El proceso de poblamiento se hizo más fluido en la medida en que Virginia se transformó en un centro comercial, y pegó un salto enorme cuando comenzó, el arribo de esclavos a Jamestown, según Howard Zinn: "En 1700, ya había 6.000 esclavos en Virginia, lo que equivalía al 8,3% de la población. En 1763 había 170.000 esclavos, lo cual equivalía, aproximadamente, a la mitad de la población" (13) Virginia era el centro económico de la nación, por lo cual se ganó así el derecho de transformarse en el centro político del país.

Vinculado a la actividad de la Compañía de Virginia surgió Maryland, colonia creada en 1632 por católicos marginados en Inglaterra, encabezados por el empresario Cecilius Calavert también conocido como Lord Baltimore, muy apreciado por su servicio a la corona. Carolina del Norte fue un desprendimiento de Virginia, lo mismo que Carolina del Sur fundada por los 8 "Lores Propietarios". Para 1.775 Carolina del Norte poseía cerca de 175 mil habitantes, 100 mil blancos y 75 mil negros esclavos. De las Carolinas se desprendió Georgia, bautizada e este modo en homenaje al rey George de Inglaterra. Esta colonia fue producto de la actividad de la Empresa Comercial denominada "Corporación Marítima para el Establecimiento de la Colonia de Georgia en América" (en inglés,"Trustees sea Establishing the Colony of Georgia in America").

Kentucky también era un condado de Virginia, y toda esta zona se estableció como emprendimiento manufacturero a partir de 1.730, cuando se estableció el cultivo de algodón, cuyo éxito provocó que toda la región comenzara a llamarse el "Reino del Algodón". Esta zona abarcó también las colonias establecidas por las actividades empresariales de Francia. El financista francés Antoine Crozat, quien tuvo el monopolio del comercio alrededor del golfo de México hasta el actual Illinois, desarrolló negocios en las posesiones francesas ubicadas alrededor del Missisipi de las que surgieron los estados de Alabama, Luisiana y Missisipi. En estas colonias también se utilizó el tráfico de esclavos traídos desde el África, y más tarde estos estados se integraron al complejo económico- social denominado "Reino del Algodón".

Las actividades empresariales desarrolladas en Virginia por los hermanos Stephen y Moses Austin, dieron origen varias décadas después a estados como Misuri o Texas. Los estados de Nueva York, Nueva Jersey y Delaware surgieron fruto de las actividades de la Empresas Comerciales de Holanda, y Suecia, luego apropiadas por Inglaterra. Todo el proceso de surgimiento de los estados que conformaron la Unión, fue un proceso harto complejo que supera con creces este breve esbozo que ofrecemos aquí a modo de síntesis, pero es necesario presentar esta descripción sintética para comprender porque de la Convención Constituyente de Filadelfia surgió un régimen político democrático burgués tan complejo y contradictorio, que buscaba lograr un equilibrio entre los poderes.

Este sistema de controles y contrapesos, (en inglés, "checks and balances"), al igual que la separación de poderes proviene en términos jurídicos del constitucionalismo anglosajón, y también es atribuido a Montesquieu. Pero, aunque inspirado en ellos, el régimen político que surgió de la Convención de Filadelfia es esencialmente un sistema que surge como resultado de las contradicciones que asechaban a la naciente nación, un joven país que debía impedir el peligro de instauración de una dictadura, o tiranía, y a la vez tenía que instaurar un gobierno central fuerte. Debía crear una Federación, de un puñado de estados autónomos, con economías e intereses muy diversos. Debía impedir que una nación débil cayera en las garras de algunas de las potencias que dominaban el escenario mundial como Holanda, Inglaterra, España, Portugal o Inglaterra. Así lo explica George Novack: "los revolucionarios americanos crearon la primera de las grandes convenciones constitucionales (asambleas constituyentes)... Establecieron también un efectivo sistema federal de estados que operarían dentro de una república democrática unida...Redactaron una constitución escrita que marcaba estrictamente los poderes que el gobierno podía y no podía ejercer y al que una posterior enmienda añadió un Código de Derechos específico. Hicieron explícitamente superior la autoridad civil frente a la militar" (14)

Por eso la Constitución aprobada buscó que unas instituciones limiten a otras, con mecanismos como el veto del presidente sobre leyes aprobadas por el Congreso, o el poder del Congreso de alterar la composición y jurisdicción de los tribunales federales. Pero también otorgando inéditas libertades democráticas al pueblo, como lo explica Novack: "...Aunque todavía limitados en muchos aspectos, los derechos del pueblo fueron considerablemente extendidos en varios campos. El derecho al voto fue ampliado bajo las constituciones de muchos estados y se instauraron gobiernos representativos. Los códigos criminales, terriblemente duros, dirigidos contra los pobres, fueron suavizados" (15)

A su vez, el régimen debía contemplar los intereses de sectores de capitalistas como la burguesía comercial de los estados del Norte, con los de la burguesía terrateniente de los estados del Sur, lo cual daba como producto una articulación de instituciones muy contradictoria. En esta articulación existían algunas de las mayores libertades democráticas inéditas en la historia, como lo explica Novack: "Aunque la nueva clase dirigente nativa, compuesta por los comerciantes y otros grandes propietarios en el Norte y por los plantadores en el Sur, tomaron las riendas del poder...la revolución inició un proceso de democratización interna que arrolló la resistencia de los ricos y dio a la gente ordinaria no esclava más libertades de las que entonces disfrutara ninguna otra nación" (16) Sin embargo, tal como lo plantea Novack, estos derechos eran para los ciudadanos no- esclavos.

Otra muy distinta fue la situación para los esclavos, lo cual estableció una situación de coexistencia de enormes libertades democráticas para un sector de la población, y lanegación de las más elementales libertades civiles para otro. Las leyes más modernas de avanzada quedaron en connivencia con la retrógrada institución de la esclavitud, que la burguesía de Virginia, Maryland, Georgia y las Carolinas, defendían. Estos aspectos explican la complejidad del régimen republicano establecido en la Convención de Filadelfia. Hay otros aspectos de carácter económico- social que debemos también desentrañar para comprender la complejidad del régimen político que surgió en la Convención.

Y para ello, debemos abordar una polémica existente desde hace muchos años entre los estudiosos, analistas e historiadores sobre el surgimiento de los EE.UU, y el desarrollo de su régimen político y social. Muchos autores de diversas corrientes, producto de la existencia de la esclavitud en los estados del Sur, plantean que al momento de su nacimiento EE.UU no era una nación capitalista. Con diversos argumentos, y matices, estos autores presentan la existencia de una oligarquía terrateniente y de relaciones de producción esclavistas en los estados del Sur como la prueba de que para la época de la Convención de Filadelfia, el país tenía un sector feudal. Y que EE.UU tuvo dos economías distintas, un sector capitalista en el norte, y un sector no- capitalista en el Sur. De este análisis se desprende la conclusión de que EE.UU, al momento de su nacimiento, no era una nación enteramente capitalista.

Esta visión es totalmente equivocada. La nación que surge de la I Revolución Norteamericana y se reafirmó en la Convención Constituyente de Filadelfia de 1787, era absolutamente capitalista. Es cierto que en los estados del Sur se establecieron relaciones de producción no- capitalistas. Y es cierto también que el aspecto de los oligarcas terratenientes de los estados sureños, que iban a Oxford y a Cambridge a cultivarse, desarrollaban una cultura de grandes caballeros, y explotaban a miles de esclavos prohibiéndoles por ley toda clase de derechos; tenía más apariencia de clase feudal, que de clase capitalista. Pero contra las apariencias, debemos entender la esencia del fenómeno, para comprender la dinámica política y social de los estados del Sur. 

Contra lo que muchos autores han planteado, los estados dirigidos por esa élite no sólo no eran feudales, sino que tenían el desarrollo capitalista más avanzado del país. Para Karl Marx, la colonización en los estados del Norte es en base a la constitución de colonias de campesinos libres que buscan poseer su parcela de tierra y se instalan como colonos. 

En cambio en los estados del Sur, las colonias son verdaderas empresas capitalistas. Así analiza Marx la colonización en los estados del Norte: "Aquí hay que distinguir dos clases de colonias. En el primer caso se trata de verdaderas colonias...la masa de los colonos dedicados a la agricultura, aunque hayan aportado de la metrópoli un capital más o menos grande, no constituye una clase capitalista y menos todavía es su producción una producción capitalista. Son, en mayor o menor extensión, campesinos que trabajan para sí y cuya preocupación primordial y fundamental es procurarse sustento, producir sus propios medios de vida, por cuya razón su producto fundamental no tiene carácter de mercancía, pues no se destina al comercio. El sobrante de sus productos, después de cubrir su propio consumo, lo venden o lo cambian por artículos manufacturados de importación, etcétera. Otra parte de los colonos, más reducida, establecida en la costa, en las riberas de los ríos navegables, etcétera, crea ciudades comerciales. Pero tampoco sus actividades pueden calificarse, en modo alguno, de producción capitalista" ". (17)

En relación con el proceso de colonización que dio origen a los estados del Sur, Marx afirmó: "En la segunda clase de colonias, las plantaciones, son desde el momento mismo de crearse especulaciones comerciales, centros de producción para el mercado mundial donde existe un régimen de pro­ducción capitalista, aunque sólo de un modo formal, puesto que la esclavitud de los negros excluye el libre trabajo asalariado, que es la base sobre la que descansa la producción capitalista. Son, sin embar­go, capitalistas los que manejan el negocio de la trata de negros. El sistema de producción introducido por ellos no proviene de la esclavitud, sino que se injerta en ella. En este caso, el capitalista y el terrateniente son una sola persona". (18) Nahuel Moreno lo explicó categóricamente: 

"La colonización española, portuguesa, inglesa, francesa y holandesa en América fue esencialmente capitalista. Sus objetivos fueron capitalistas y no feudales: organizar la producción y los descubrimientos para efectuar ganancias prodigiosas y para colocar mercancías en el mercado mundial. No inauguraron un sistema de producción capitalista porque no había en América un ejército de trabajadores libres en el mercado. Es así como los colonizadores para poder explotar capitalística­mente a América se ven obligados a recurrir a relaciones de producción no capitalista: la esclavitud o una semi‑esclavitud de los indígenas. Producción y descubrimientos por objetivos capitalistas; relaciones esclavas o semi‑esclavas; formas y terminologías feudales (al igual que el capitalismo mediterráneo) son los tres pilares en que se asentó la colonización de América". (19)

Moreno coincide con Marx en que la colonización del Norte es predominantemente de campesinos: "Si hay un lugar de América cuya colonización no es capitalista es el noreste de Estados Unidos... A esta región fueron, o se quedaron, los europeos que querían tierras, clima y producción como las de Europa...Esa inmigra­ción dio origen a un pequeño campesinado que se abastecía a sí mismo y que colocaba en el mercado el ligero sobrante que le quedaba. Vista desde un ángulo histórico esta inmigración continuaba la magnífica tradición del medioevo europeo de colonizar nuevas tierras con campesinos independientes. Pero en Norteamé­rica hubo una diferencia que resultaría fundamental: el exceso de tierras impidió el crecimiento de una clase terrateniente feudal, aunque hubo intentos de ello... el norte de Estados Unidos debemos definirlo como una región colonizada por oleadas de pequeños campesinos que no soportaron relaciones de producción pre capitalistas y que, como consecuencia de ello, se constituyeron durante siglos en un mercado interno en continuo crecimiento. El noreste de Estados Unidos heredó las ventajas del feudalismo europeo: pequeña producción agraria, sin sus tremendas desventajas: una clase de terratenientes feudales, inevitables parásitos, en la futura produc­ción burguesa" (20)

Dado que la clase obrera recién surgía como tal en el mundo, según Moreno, la colonización no tuvo relaciones de producción capitalistas propiamente dichas: "La verdad es que no puede haber otra definición marxista para las colonias españolas‑portuguesas y el sur de Estados Unidos que la de producción capitalista especialmente organizada para el mercado mundial con relaciones de producción pre- capitalistas. Si nos gustaran las paradojas podríamos decir...que el sur de Estados Unidos y Latinoamérica fueron colonizados en forma capitalista pero sin dar origen a relaciones capitalistas y que el norte de Estados Unidos fue colonizado en forma feudal (campesinos que buscaban tierras y nada más que tierras para autoabastecerse) pero sin relaciones feudales." (21)

En ese estadio del capitalismo Empresas Comerciales y las Manufacturas, trabajaban en forma complementaria: las Empresas Comerciales como la Compañía de Virginia de Londres, desarrollaban Manufacturas, es decir, empresas donde se explotaba trabajo manual humano, y se establecía la división del trabajo al interior del establecimiento. La oligarquía sudista utilizó en las manufacturas relaciones de producción esclavistas, aunque muy diferentes al esclavismo de períodos anteriores de la historia como el de los romanos, o griegos, que producían casi exclusivamente para un mercado interno. 

La esclavitud impuesta en las manufacturas del Sur continuaba la experiencia de las empresas establecidas por el Imperio Británico cuya producción se destinaba al mercado internacional. En el establecimiento manufacturero la producción se dividía en 2 partes: una dedicada al cultivo de mercancías como tabaco, el maíz, o azúcar para la exportación, y otra a las necesidades de consumo de la vasta población que integraba la manufactura: incluía la elaboración de su propia comida, el tejido de su propia tela, y la construcción de sus propias casas en el hogar.

La producción manufacturera tuvo 2 modelos diferentes, por un lado el "modelo Virginiano" que se desarrolló fundamentalmente en Virginia y Maryland, y por otro el "modelo de Jamaica", que se desarrolló en Georgia y las dos Carolinas. En Virginia y Maryland la finca era relativamente pequeña, con esclavos y trabajadores rurales negros y blancos que hacían labores juntos en los campos. El propietario de esclavos vivía en su plantación todo el año, la consideraban como su casa y con frecuencia establecían relaciones íntimas con esclavos y sus familias que se mantenían de generación tras generación. Como lo explica Novack: "La casa de George Washington, por ejemplo, contenía un establecimiento de tejidos. Otros plantadores tenían como propiedad fábricas de hilado y tejido que empleaban no sólo mano de obra esclava, sino sirvientes blancos sobre una base del trabajo asalariado" (22)

En el modelo de Jamaica aplicado en Georgia y las dos Carolinas las fincas copiaron el modelo manufacturero que se había impuesto en la isla de Jamaica para la producción de azúcar, donde se explotaba a grandes masas de esclavos afroamericanos que progresivamente reemplazaron a los colonos a contrato. La finca estaba manejada por los supervisores y capataces, el dueño de la finca no residía allí, sólo la visitaba esporádicamente. Este sistema de plantación fue utilizado para producir algodón, y se estableció el llamado "Reino del Algodón", destinado a la exportación hacia las grandes fábricas inglesas de la industria textil Manchester, aunque también a Europa y el mercado interno colonial. 

Así lo explica Novack: "Hasta el surgimiento del Reino de algodón, el sistema de plantación capitalista en las colonias inglesas fue perfeccionado en la escala más grande de Jamaica. Económicamente considerado, toda la isla se convirtió en una vasta plantación dedicada al cultivo de la caña de azúcar y la fabricación de azúcar, que luego era enviada al extranjero para su venta. Las plantaciones...pertenecen a los propietarios ausentes residentes en Inglaterra y gestionados por los superintendentes contratados. Eran extremadamente productivas y trabajadas en su totalidad por la mano de obra esclava...Los obreros estaban estrictamente clasificados y trabajaron en escuadrones, bajo supervisión estrecha...Los pequeños agricultores que originalmente habían poblado la isla fueron expulsados ​​y desaparecieron gradualmente" (23)

En síntesis, los dos tipos de establecimientos manufactureros de los estados del Sur introdujeron maquinaria y división de tareas dentro de la finca, al principio pequeños establecimientos en la búsqueda de minerales preciosos, luego para el cultivo y explotación de materias primas como tabaco, arroz, y el maíz. Más tarde enormes fincas con cultivo del algodón destinado a la exportación hacia las grandes fábricas inglesas de la industria textil en Manchester, y también de Europa y el mercado interno colonial, lo cual les permitió establecer el desarrollo capitalista más avanzado. Son establecimientos capitalistas cuya producción gira alrededor de las ganancias de sus propietarios. 

Por eso, aunque en el origen de EE.UU, 1 de cada 6 ciudadanos era esclavo, el país nació como una nación capitalista. Existe hoy en el país un profundo proceso de revisión y reencuentro con el pasado, de re- examen de la esclavitud y del rol y comprensión de los aspectos más contradictorios de los Padres Fundadores. Pero para la comprensión de estos aspectos, se hace necesario dejar de lado toda visión subjetiva, basada sólo en la personalidad, o ideas de Jefferson o Washington, por ejemplo. Esos aspectos subjetivos son importantes, pero completamente secundarios a la hora de comprender sus contradicciones.

Muchos trabajos pretenden revelar el carácter aparentemente contradictorio de muchos de los Padres Fundadores. Ellos seran capaces de estar políticamente en las barricadas junto al pueblo francés combatiendo a la monarquía absolutista, o sufrir graves inclemencias y realizar proezas heroicas enfrentando al Imperio Británico, para luego retornar a la finca y seguir explotando cruelmente a miles de afroamericanos. Esta conducta vista con ojos contemporáneos, aparece como una tremenda contradicción inexplicable, pero para la época ellos lo vivieron como algo normal y natural. 

Su conducta y acciones no se comprenden solamente por aspectos psicológicos, o personales, sólo pueden entenderse si se indaga sobre las poderosas fuerzas motrices económicas y sociales que les dieron origen, incluyendo en el análisis al sector de clase al que pertenecieron, lo cual determinó por completo sus accionar. Ellos son parte de una poderosa burguesía manufacturera, con apariencia de oligarcas feudales, pero en esencia, burgueses de rancia estirpe, que explotaban riquísimas manufacturas para abastecer mercados nacionales e internacionales. Sólo así se puede comprenderse el carácter contradictorio de su accionar político. Y sólo así pueden comprenderse las contradicciones del régimen político que impusieron en el país que ellos fundaron: Eran los representantes locales de la clase internacional de la burguesía manufacturera. Esta clase, para defender sus intereses, era capaz de enfrentar al imperialismo, a los tiranos, y cumplir tareas progresivas tal como lo hicieron los manufactureros holandeses en Europa.

La burguesía manufacturera holandesa tuvo agallas para enfrentar a los Habsburgo, al "Rey Sol", a los Estuardo y a quien se pusiera en su camino. Pero esta misma clase social de manufactureros holandeses, a la vez que se enfrentaban a terribles tiranías, las derrocaban, y daban al mundo algunos de las innovaciones políticas que perdurarían por siglos, estaban desarrollando el sistema capitalista en el orbe, para lo cual esclavizaban a millones de personas en los cinco continentes. El cambio más importante en el régimen político de EE.UU fue llevado adelante por este sector de clase social, poco estudiada y analizada. Este cambio tuvo impacto mundial, cientos de naciones del mundo lo han imitado y copiado siguiendo el modelo de su Constitución y preámbulos, pero fue impuesto por un sector de clase social burguesa, poco comprendida por las ciencias sociales.

Así lo explica Nahuel Moreno: "Lo importante es que esta producción capitalista originó desde el comienzo de la colonización una clase capitalista autóctona, independiente de los comerciantes y de la burocracia, los burgueses terratenientes. Todavía no ha sido estudiada la historia latino­americana partiendo de esta caracterización de conjunto: la existencia desde un principio de una clase burguesa autóctona ligada a la producción regional. Esa clase es similar a la del sur de los Estados Unidos que dio a Washington. Los historiadores libera­les y sus émulos marxistas han ignorado la existencia de esa clase porque no era una burguesía industrial y la han clasificado como a terratenientes feudales, cuando, por el contrario, es una clase burguesa mucho más progresiva que la burguesía comercial compradora" (24)

Con el cambio que se estableció en la Convención Constituyente de Filadelfia, el régimen pasó de un país descentralizado a un estado central fuerte con 3 poderes, la Constitución, y las Enmiendas o Bill of Rights, lo cual fue un enorme avance. Pero a su vez, al ser este cambio impuesto por una clase explotadora esclavista, estableció una contradicción que marcaría para siempre la historia de los Estados Unidos. Estableció la paradoja de la instauración de un régimen de libertades democráticas inédito en la historia, impuesto por una clase social que asentaba su supremacía política y social en relaciones sociales reaccionarias y retrógradas. Esta paradoja, preparó las condiciones para que el país transitara el camino de la I Primera Revolución Americana, a la II Revolución Americana, con la Guerra de Secesión.

Un nuevo cambio en el régimen: Surgen los partidos políticos y predomina el Federalista

Tras la Convención de Filadelfia, y en los próximos 70 años de la historia del país hasta la Guerra Civil, todo el eje de la situación política pasó por la lucha entre la burguesía manufacturera esclavista del Sur y la burguesía industrial de los estados del Norte. Así lo plantea Novack: "Quien no tenga muy presente el hecho de que el centro de gravedad de la política estadounidense durante los primeros setenta y dos años de su existencia se encuentra precisamente en este gran conflicto corre el riesgo de perder el hilo conductor en el laberinto de los acontecimientos..." (25) 

Tras la Convención Constituyente de Filadelfia, todos los dirigentes de la Revolución Norteamericana como Washington, Jefferson, Madison, Hamilton, Paine, Adams, Franklin, etc salieron en un "frente" común a defender la Unión y la Constitución. Frente a las Convenciones especiales llamadas por los estados para debatir y decidir su aprobación o rechazo, todos eran "federalistas" y defendieron la formación de la nueva federación, en debates que fueron muy duros y difíciles. En muchos casos, la intervención de los Padres Fundadores fue decisiva para que los estados aprobaran la nueva Constitución.

Pero ese "frente" que conformaron para defender la nueva Constitución, apenas se formó el gobierno se desgarró. Las contradicciones sociales y políticas que enfrentaban a esos dos sectores capitalistas más importantes del país, rompió ese "frente". Así lo planteó Novack: "Tan pronto como...la maquinaria del nuevo gobierno ha puesto en funcionamiento los antiguos aliados se encontraron opuestos entre sí en una serie de cuestiones importantes. Su lucha por la supremacía se reanudó en una escala más amplia en el marco de la República. Siete décadas de lucha parlamentaria, y en última instancia una guerra civil... estaban obligados a determinar... quien estaba dominando los Estados Unidos." (26)Ese proceso dio lugar a otro cambio en el régimen democrático burgués: Surgieron los primeros partidos políticos, constituidos y desarrollados como tales, algo que hoy es común, pero que en aquella época fue otra novedad del régimen político republicano de los EE.UU.

Washington designó en su primer gabinete a Thomas Jefferson como Secretario de Estado y a Alexander Hamilton Secretario del Tesoro. Ambos funcionarios encabezaron a los dos partidos políticos que dieron origen al primer sistema de partidos políticos del país. Por un lado, Alexander Hamilton, y John Adams se encontraban entre el sector representante de los comerciantes y banqueros de los estados del Norte, quienes se organizaron alrededor del Partido Federalista. Este fue de hecho el primer partido político de Estados Unidos, cuya red de partidarios era urbana, e impulsaban un programa político de constitución de un estado central fuerte, la creación de un banco nacional, la fijación de aranceles e impuestos, eran proteccionistas comercialmente, y proclives a abolir la esclavitud.

En cambio Thomas Jefferson y James Madison encabezaron a los representantes de la burguesía manufacturera del Sur, quienes comenzaron a organizarse en el Partido Demócrata- Republicano. Su programa era de mayor autonomía de los estados respecto del gobierno central, y no veían con buenos ojos el banco central. Eran esclavistas y abogaban por el librecambio con Europa. En los más de 70 años que van de la I a la II Revolución Norteamericana, la lucha entre estos 2 sectores pasó por 3 etapas: En la primera etapa con la presidencia de Washington los Federalistas ejercieron la supremacía. Si bien Washington se declaró independiente de los 2 partidos, en realidad apoyaba el programa Federalista, como lo plantea Novack: "En el primer período de sus relaciones durante los gobiernos de Washington y Adams los capitalistas comerciales controlan la máquina Federal. Pilotado por Hamilton, la visión de futuro de los estadistas norteamericanos más, tuvieron éxito en la promulgación de las partes más importantes de su programa." (27)

Pero no sólo fue la ubicación político- social de estos dos sectores de las clases dominantes lo que dividió las aguas entre los dos partidos. También lo hizo el impacto de los acontecimientos internacionales: Dos años después de la Convención Constituyente de Filadelfia, la Revolución Francesa del 14 de julio de 1789 fue un latigazo que conmovió al mundo. Una insurrección de masas tomó por asalto la Bastilla, detonó la toma de las ciudades y pueblos todas las provincias, provocó la insurrección del campesinado, impuso en agosto la Declaración de Derechos, y decretó el fin del régimen feudal, lo que hirió de muerte al absolutismo monárquico y al rey Luis XVI. 

Así lo explica Novack: "El acontecimiento revolucionario central de la época burguesa fue el levantamiento en Francia a finales del siglo XVIII...produjo, con mucho, el mayor impacto y tuvo la mayor influencia internacional de todos los levantamientos sociales y políticos de la época burguesa...se desarrolló en el país más rico, más populoso y más culto del continente. Sus acontecimientos, ideas e instituciones, así como sus ejércitos, desbordaron las fronteras nacionales...El espectáculo de la corona, la Iglesia y otras venerables instituciones siendo tumbadas por los levantamientos del pueblo, levantó entusiasmo e invitó a la emulación" (28)

La Revolución Francesa fue el eslabón final de la cadena de revoluciones que caracterizó a la "Era de la Revolución Democrática" que definieron Novack y R. R. Palmer entre 1760 a 1800. Los Federalistas no vieron con buenos ojos la Revolución Francesa. Washington consideró excesiva la decapitación de los reyes y nobles por la revolución. Por otro lado, los Demócratas- Republicanos apoyaron la Revolución, Jefferson venía de ser embajador en Francia y abrazó con entusiasmo sus ideas. El impacto de la revolución francesa desató la revolución en Haití la colonia francesa más rentable, y entre 1791 y 1804 la revolución haitiana abolió la esclavitud y la proclamó la República en un país con 452 mil esclavos negros, un grito de libertad que resonó en la isla, tras la caída de la monarquía en Francia.

Pero además de las condiciones económico-sociales de la época, y del impacto de los acontecimientos internacionales, fue otro elemento decisivo el que motorizó la evolución de los partidos políticos en la historia del país. Un profundo cambio económico- social se estaba produciendo en el sistema capitalista. Hasta el siglo XVIII, el capitalismo la Forma de Acumulación predominante era la Manufactura, los capitalistas manufactureros estaban a la vanguardia del desarrollo de las fuerzas productivas, y encabezaban los cambios político- sociales más importantes. La burguesía manufacturera de los estados del Sur eran los representantes locales de esa clase internacional, pero a mediados del siglo XVIII comenzó a emerger una nueva Forma de Acumulación capitalista que contenía y superaba a la manufactura: La Industria. Esta Forma de Acumulación operó enormes y profundos cambios en el capitalismo y la economía mundial. 

En la industria, el capitalista incorporó las máquinas, que reemplazaron al trabajo manual, con lo cual el establecimiento pasó a convertirse en una fábrica. La división del trabajo combinada con las máquinas permitió la producción en serie, lo que elevó la productividad y la explotación del trabajo lo que impulsó un salto cualitativo en la producción.

Por esta razón la industria implicó un salto en el proceso de acumulación de capital y ganancias. Este proceso comenzó a partir de innovaciones técnicas como el de John Wyatt, quien anunció en 1735 su máquina de Hilar, que revolucionó la industria textil. La introducción de las máquinas permitió también un cambio radical en la producción y el comercio porque revolucionó los transportes y las comunicaciones. En el comienzo de la industria, las innovaciones tecnológicas más importantes fueron la máquina de vapor y la denominada Spinning Jenny, relacionada a la industria textil. Pero tras ellas, nuevas máquinas y tecnologías surgieron y fueron una superación permanente del proceso de producción que incluyó la producción agropecuaria, con lo que la industria comenzó a absorber también a la producción del campo, del mar como la pesquera y la de materias primas. Al introducirse la industrialización en el campo, revolucionando toda la producción, la producción del campo terminó siendo absorbidas por la industria y transformándose en una variante más de las Formas de Acumulación industrial.

Con la industria surgió un nuevo sector de clase social, la burguesía industrial. Y junto a ella, surgió el moderno proletariado asalariado, lo que consolidó al modo de producción capitalista con sus dos clases sociales fundamentales: la burguesía que ya existía y una moderna nueva clase que si bien había aparecido esporádicamente antes en la historia, lo hacía ahora por primera vez en forma orgánica y masiva: la clase obrera. Así lo explica Federico Engels: "Pero ha sido precisamente esta revolución industrial la que ha puesto en todas partes claridad en las relaciones de clase, la que ha eliminado una multitud de formas intermedias, legadas por el período manufacturero y, en la Europa Oriental, incluso por el artesanado gremial, creando y haciendo pasar al primer plano del desarrollo social una verdadera burguesía y un verdadero proletariado de gran industria". (29)

El Eje de Acumulación o sea, el centro geográfico donde se desarrolló esta Forma de Acumulación capitalista fue Inglaterra. El predominio de Inglaterra había quedado sellado en el Tratado de Utrecht de 1713, lo que llevó a que Inglaterra fuera desplazando del centro del capitalismo a las demás potencias como Portugal, España u Holanda, que habían sido el centro mundial de las Manufacturas. Si la Manufactura trabajaba en forma complementaria con las Empresas Comerciales, la Industria se complementó con los Bancos, que constituyeron la Forma de Acumulación Financiera característica del capitalismo industrial. Inglaterra era la vanguardia en el desarrollo de un nuevo Régimen de Acumulación Capitalista, que tenía a la Industria como Forma de Acumulación Predominante.

Esta es la razón, por la cual burguesía industrialista de los estados del Norte quería seguir estableciendo relaciones privilegiadas con Inglaterra, dado que a los industrialistas y banqueros del Norte les interesaba impulsar el nuevo Régimen de Acumulación en la flamante y recientemente constituida nación. Cuando en 1792, estallaron en Europa, las guerras que tenían como principales contendientes a Francia y Gran Bretaña disputándose la hegemonía mundial, Jefferson y el partido demócrata- republicano abogaron por alinearse con Francia, estableciendo restricciones al comercio británico. Pero el partido Federalista priorizó las relaciones con Gran Bretaña y llevó adelante una política exterior pro- inglesa, razón por la cual tanto la Administración Washington- Hamilton como la de Adams, practicaron la neutralidad en el conflicto europeo lo cual era la línea que Londres imponía a sus aliados.

La política exterior pro-Inglesa de las administraciones Federalistas se continuó con el Tratado de Amistad, Comercio y Navegación entre Su Majestad Británica y los EE. UU, comúnmente conocido como el Tratado de Jay que se firmó en 1794, y puso fin a las cuestiones pendientes desde el Tratado de París de 1783 posterior a la I Revolución Norteamericana. El Tratado de Jay permitió 10 años de intercambio comercial, con las posesiones británicas en la India y el Caribe, en medio de las guerras que sacudían Europa. El Tratado de Jay también fijó la retirada de las unidades del ejército británico del Territorio del Noroeste al oeste de Pensilvania y norte del río Ohio, además de que resolvió establecer un arbitraje sobre los problemas de la frontera con Canadá. El apoyo al tratado anunciado por Washington fue decisivo para su ratificación por las 2/3 del Senado en noviembre de 1794. 

Desde la perspectiva británica, su guerra con Francia exigía mejorar las relaciones con los Estados Unidos, para evitar que EE.UU cayeran en la órbita francesa. El Tratado Jay enfadó a Francia, que capturó casi 300 buques estadounidenses con rumbo a puertos británicos en el Atlántico, el Mediterráneo y el Caribe. El presidente Adams, en previsión de una guerra con Francia impulsó las Leyes sobre Extranjeros y Sedición en 1798, que buscaba ponerle límites a la inmigración de extranjeros y a la crítica de la prensa hacia el gobierno. Eran leyes contra los refugiados franceses que participaban en la política estadounidense y contra editores republicanos o inmigrantes irlandeses, que se los consideraba potencialmente peligrosos ante la política pro- británica de los Federalistas. La ley incrementó el período de espera para obtener la naturalización y autorizó la expulsión de ciudadanos extranjeros.

Ante el incremento de las tensiones con Francia, el presidente Federalista Adams envió una delegación diplomática a París a negociar la paz que se logró con el Tratado de Mortefontaine. Pero la división entre los sectores burgueses del Norte y del Sur se había agravado. Thomas Jefferson y James Madison se opusieron enérgicamente el Tratado de Jay, y a la Ley sobre Extranjeros y Sedición. Ambos lanzaron una campaña nacional de oposición, en la que denunciaron la inconstitucionalidad de esas leyes en resoluciones redactadas para las asambleas de Kentucky y Virginia, ubicándose como baluartes en la defensa de los derechos democráticos. Su campaña sentó las bases para la constitución del partido Demócrata- Republicano y Jefferson renunció a su cargo de Secretario de Estado, hecho que manifestó públicamente la ruptura entre los Padres Fundadores.

Pero no solo la política exterior dividió a ambos partidos, también la política interna los dividía día a día. Un punto que acentuó la división fue la creación del primer Banco de los Estados Unidos establecido legalmente en 1791 por el Congreso. La burguesía industrial federalista impulsaba la creación del banco central, como parte de su estrategia de desarrollar el régimen de acumulación industrial, y fue ideado por Alexander Hamilton para saldar las deudas que tenía el país desde la Guerra de Independencia, y establecer una moneda estable. La moneda existente en el país era el billete "Continental" creado para pagar los gastos de la revolución y liberación de los Estados Unidos, pero la impresión excesiva del Continental para financiar los gastos de la guerra de independencia, provocó una grave inflación y depreciación de la moneda, quedando incorporada la frase "no vale un continental", hasta el día de hoy en la cultura del país.

Había en ese momento en el país más de 50 monedas en circulación inglesas, francesas, españolas, portuguesas, vales emitidos por estados, ciudades, tiendas, y empresas de las grandes ciudades. Los valores de estas monedas eran tremendamente inestables, con lo cual se hacía casi imposible realizar transacciones, desarrollar un comercio u otorgar créditos, nunca se sabía el valor o el tipo de cambio tanto de la parte acordada en recibirlo, como de quien otorgaba. El Continental depreciado y la existencia de monedas inestables convertían al país en un paraíso para los especuladores. Los más perjudicados eran los sectores más humildes y los habitantes distantes que sufrían la degradación de sus haberes, a la vez que las distancias y caminos primitivos hacia que los valores sean desconocidos y las transacciones imposibles.

Había necesidad de contar con una nueva moneda fuerte y con valor, lo que llevó a Alexander Hamilton, Secretario del Tesoro en el gobierno de George Washington, a imponer mediante el decreto legal suscrito el 4 de abril de 1792 que el país adopte como moneda propia al "daler" mexicano, denominado "dollar" en la fonética inglesa. El "daler" mexicano había surgido en 1535 por orden de Carlos V Rey de España y Emperador de Alemania, en las recién descubiertas minas de plata de México. El Rey ordenó que se acuñara una moneda similar a la que se utilizaba en Europa con el nombre de "thaler"; nombre que es una abreviatura de "Joachimsthaler", el valle al norte de Bohemia en el cual se encontraban las minas de plata que proveían el metal para acuñarla. Los acuñadores tallaron las 2 columnas de Hércules formados por las costas del nuevo y viejo mundo, cuya imagen estilizada formó una "S" cruzada por 2 barras verticales.

Hamilton impulsó la adopción de la nueva moneda, y la creación de la Casa de la Moneda donde se acuñara, además de un plan de creación de impuestos para financiar la constitución del Banco Central. Éste se constituyó con una financiación inicial basada en la venta de 10 millones de dólares en acciones, la compra por parte del gobierno de Estados Unidos de los primeros 2 millones, y los restantes a la venta para ser comprados por ciudadanos del país o extranjeros, aunque éstos últimos no tendrían voto en las reuniones de directorio. El requisito para la compra es que una cuarta parte del precio de compra habría que pagarla en oro o plata. Con estas condiciones, el Banco de los Estados Unidos podría técnicamente poseer $500,000 en dinero real y podría conceder préstamos crediticios. 

El Banco quedó constituido como una empresa privada, cuyos estatutos no podían ser denegados hasta 1811, tiempo durante el cual ningún otro banco federal podría estar autorizado a funcionar, a la vez que los estados tendrían la libertad de crear bancos interestatales. La creación del Banco Central permitía el control de las finanzas y el crédito a gran escala, a la vez que limitaba el accionar y la capacidad de crédito de los estados. Hamilton, buscando constituir un esquema impositivo para financiar el Banco, estableció impuestos al derecho de importación de bebidas alcohólicas, y aumentó el impuesto al whisky destilado en el país y otros licores. Este fue el origen de la Rebelión del Whisky, un levantamiento popular, en la cual se puso de manifiesto la existencia de la autoridad del poder central dado que fue reprimida por primera vez con el envío de tropas federales, a diferencia de lo que ocurrió con la rebelión del Shays.

El Segundo Período: El predominio del Partido Demócrata- Republicano

En el año 1800 Jefferson ganó las elecciones presidenciales y llegó al poder el Partido Demócrata- Republicano, con lo cual se abrió una segunda etapa tras la I Revolución Norteamericana. Esta etapa se caracterizó por el absoluto predominio del partido Demócrata- Republicano y la crisis y desaparición del Partido Federalista, lo que significó un nuevo cambio en el régimen político del país: Consolidados el Parlamento, el Poder Ejecutivo, el Judicial y el ejército, el sistema de partidos políticos se redujo a un solo partido. En marzo de 1801 Jefferson se convirtió en el tercer Presidente de Estados Unidos y designo a James Madison como Secretario de Estado, con lo cual la burguesía manufacturera de los Estados del Sur que era el sector económicamente más poderoso, comenzó a impulsar su programa para profundizar la acumulación capitalista que habían desarrollado y controlaban.

Los Demócrata- Republicanos habían hasta ese momento desarrollado una oposición implacable y sistemática a las medidas de los gobiernos federalistas, y si bien los intereses de ambos sectores burgueses se encontraban en cierto y complejo modo entrelazados, el enfrentamiento crecía y la burguesía del Norte perdía terreno ante la más poderosa burguesía manufacturera del Sur, por lo que debía ceder permanentemente ante las presiones de los sudistas. El proyecto de la burguesía industrial era aún incipiente y embrionario, el capitalismo industrial recién comenzaba en el mundo y ellos pretendían llevarlo adelante en un país pequeño, apenas desarrollado, y muy pobre. Por el contrario, la burguesía manufacturera se asentaba en Formas de Acumulación que tenían un desarrollo y una estructura consolidada, era una clase más poderosa, con más capacidad y recursos, lo que le permitió desarrollar campañas políticas con métodos profesionales, e innovaciones de avanzada para la época que los fue fortaleciendo hasta hacerse con el poder.

El impulso de este proceso político estuvo al servicio del desarrollo del régimen de acumulación manufacturero, para lo cual era necesario obtener más territorios donde establecer más manufacturas, plantaciones y esclavos. El "Reino del Algodón" debía ampliarse y extenderse con lo que el territorio del país debía ampliarse hacia las zonas cálidas, aptas para su cultivo, es decir, hacia el sur. La Administración Jefferson llevó adelante la compra de Luisiana con lo que el país aumentó en más de 2 millones de kilómetros cuadrados su territorio nacional. Pero a su vez, la producción manufacturera intensiva provocó un agotamiento los suelos en los estados conocidos como el "Reino del Algodón", lo que requería de más territorio y obligaba a la oligarquía sudista a ocupar más tierras fértiles que permitieran desarrollar la producción.

A su vez, los estados donde los suelos estaban agotados, se convertían en proveedores de esclavos de los estados que se incorporaban al "Reino del Algodón". Así lo explicó Karl Marx: "El cultivo de la artículos de exportación del sur, algodón, tabaco, azúcar, etc, llevada a cabo por los esclavos, sólo es remunerativo, siempre y cuando se lleva a cabo con grandes bandas de esclavos, en una escala masiva y en grandes extensiones de un suelo naturalmente fértil, que requiere sólo de simple mano de obra. El cultivo intensivo, que no depende tanto de la fertilidad de los suelos, sino de la inversión de capitales, la inteligencia y la energía de la mano de obra, es contrario a la naturaleza de la esclavitud. De ahí la rápida transformación de estados como Maryland y Virginia, que anteriormente empleaban esclavos en la producción de artículos de exportación, en estados que acumulan esclavos para exportarlos hacia el sur profundo. Incluso en Carolina del Sur, donde los esclavos forman cuatro séptimas partes de la población, el cultivo del algodón se ha inmovilizado casi completamente durante años debido al agotamiento de los suelos. De hecho, por la fuerza de las circunstancias de Carolina del Sur ya se ha transformado en parte en un estado fuente de esclavos, ya que ya vende esclavos por 4 millones de dólares al año para los estados del extremo sur y el sur-oeste. Tan pronto como se llega a este punto, la adquisición de nuevos territorios se hace necesaria, de manera que una parte de los dueños de esclavos con sus esclavos puede ocupar nuevas tierras fértiles, y que un nuevo mercado para los proveedores de esclavos se establezca, por lo tanto, para la venta de esclavos, que puede ser creado por la sección restante. Es, por ejemplo, indudable que sin la adquisición de Louisiana, Missouri y Arkansas por los Estados Unidos, la esclavitud en Virginia y Maryland habría sido aniquilada hace mucho tiempo" (30)

La política de establecer acuerdos políticos y comerciales con Francia, quien vendió el territorio de Luisiana a EE.UU en 1803, llevó al gobierno Demócrata- Republicano a mantener la neutralidad durante la guerras napoleónicas. Napoleón había ganado una victoria decisiva en la batalla de Austerlitz en 1805, y como consecuencia en Europa no hubo grandes conflagraciones militares en los años siguientes, aunque las tensiones y las disputas entre Francia e Inglaterra por el dominio del capitalismo mundial alcanzaba todos los continentes y regiones. En la medida en que la Administración Demócrata- Republicana establecía acuerdos con Francia, crecían las tensiones con Inglaterra, que veía con malos ojos el cambio en la política exterior de los EE.UU. EE.UU pasó del Tratado de Jay firmado por las administraciones Federalistas que casi condujo a una guerra con Francia, a los acuerdos con Francia llevados adelante por la administración Demócrata- Republicana, que conducían a una guerra con Inglaterra.

Al final del segundo mandato de Jefferson, era conocida en el seno del Partido Demócrata- Republicano la decisión de Jefferson de retirarse de la actividad política, y Madison fue el candidato a sucederlo. Madison ganó las elecciones a la presidencia en 1808 con relativa facilidad ya que no existía oposición, el Partido Federalista se había derrumbado y sólo conservaba cierto apoyo en la región de Nueva Inglaterra. Una de las razones del colapso y posterior desaparición del Partido Federalista fue la muerte de uno de sus fundadores, Alexander Hamilton, que murió tras batirse a duelo con el vicepresidente y miembro del Partido Demócrata- Republicano, Aaron Burr. 

El primer grave problema que la Administración Madison debía enfrentar era la crisis en las relaciones diplomáticas con Gran Bretaña. Mientras la tensión entre Londres, París y Washington crecía, el conflicto atravesó todas las regiones y continentes: la invasión de Napoleón a la península Ibérica desató la revolución en las colonias de América del Sur contra España, la armada inglesa bloqueó a los buques estadounidenses para impedirles comerciar con Francia, y los choques se extendían hasta la India o el África. Gran Bretaña decidió apretar el lazo y armó a las tribus indígenas en el Territorio del Noroeste para hostigar a la Administración Madison. 

Estados Unidos consideró el abordaje de sus buques como una afrenta a la soberanía del país, y el Congreso, dirigido por Henry Clay y John C. Calhoun, aprobó una declaración de guerra contra Gran Bretaña. La declaración se emitió con la oposición de los federalistas que, en caso de ir a una guerra con Gran Bretaña, se negaron a proporcionar apoyo financiero o soldados y e incluso amenazaron con la secesión de Nueva Inglaterra. Pero la Administración Demócrata- Republicana descubrió que la guerra era casi imposible porque no había fondos. Su propia política los llevó a esa situación: Los Demócrata- Republicanos estaban demoliendo el esquema económico de los Federalistas: habían desmantelado el Banco de los EE.UU, y reducido el sistema tributario. Por eso en el mensaje de la Unión, Madison pidió un plan de guerra para construir buques y fortalecer el ejército, ante la inminente guerra con Gran Bretaña que comenzó en 1812. 

La guerra con Inglaterra se desarrolló con las batallas en los territorios del Noroeste, de los Grandes Lagos, en la frontera del Canadá, en Baltimore, y la importante conflagración de Nueva Orleans, en la cual los británicos fueron derrotados. El Imperio atacó Washington en 1814, destruyó la Casa Blanca, el Capitolio y otros edificios públicos. Pero el ejército de EE.UU contuvo a los británicos y finalmente se firmó la paz mediante el Tratado de Gante. Mientras tanto en Europa, Napoleón había sido derrotado en la Batalla de Waterloo. La guerra terminaba, y comenzaba un período de relativa paz y crecimiento económico en el mundo y EE.UU. Esto consolidó y fortaleció a la Administración Demócrata- Republicana.

Sin embargo la guerra con Gran Bretaña fue también parte de la estrategia de extensión territorial de la Administración Demócrata- Republicana que continuó llevándose adelante en medio de la conflagración. El presidente Madison impulsó la colonización del Territorio del Noroeste después de la batalla de Tippecanoe en 1811, con lo cual comenzó a materializarse un aspecto fundamental de la estrategia de extensión territorial: la expulsión de los indios ​​de sus tierras tribales. Este proceso de remoción de los indios ​​de sus tierras implicó un verdadero genocidio que tuvo un protagonista excluyente: Andrew Jackson. 

Así lo explica Howard Zinn: "La "mudanza" de los indios era necesaria para abrir el vasto territorio americano a la agricultura, al comercio, a los mercados, al dinero...Andrew Jackson era un especulador inmobiliario, comerciante, negrero y el más agresivo enemigo de los indios de la primitiva historia americana...se convirtió en un héroe nacional en 1814, cuando luchó en la batalla de Horseshoe Bend contra mil creeks, de los cuales mató a ochocientos... Cuando acabó la guerra, Jackson y sus amigos empezaron a comprar las tierras confiscadas a los creeks y Jackson se hizo nombrar comisario del tratado dictado en 1814, por el cual se dejaba a la nación creek sin la mitad de su territorio..." (31) El Tratado con los indios Creeks sentó un precedente. La expropiación de tierras que estas civilizaciones habían ocupado por siglos, combinó en la estrategia de la burguesía manufacturera, ataques y exterminios con tratados que según Zinn, abrían hábilmente grietas entre las comunidades comunistas primitivas.

Así lo explica Howard Zinn: "... Concedía a los indios la propiedad individual de la tierra, consiguiendo así abrir fisuras entre ellos, rompiendo la costumbre de la tenencia comunal de la tierra, sobornando a unos con tierras, dejando a otros sin ella, introduciendo entre ellos la competitividad y la confabulación...Entre 1814 a 1824, en una serie de tratados con los indios del Sur, los blancos se apoderaron de las tres cuartas partes de Alabama y Florida, una tercera parte de Tennessee, una quinta parte de Georgia y Mississippi, y partes de Kentucky y Carolina del Norte. Jackson jugó un papel clave en estos tratados, con el uso del soborno, el engaño y la fuerza para apoderarse de más tierras, y además dio empleo a sus amigos y parientes. Estos tratados y estas violaciones del territorio indio, permitieron la implantación del reino del algodón y el establecimiento de las fincas negreras...Jackson había extendido las colonias blancas hasta la zona fronteriza de Florida, que era propiedad de España Aquí yacían los poblados de los indios seminóles, y se refugiaban algunos esclavos negros Con el pretexto de que era un santuario de esclavos fugitivos e indios saqueadores, Jackson empezó a realizar incursiones en Florida, según dijo, era esencial para la defensa de los Estados Unidos Era el prólogo clásico a una guerra de conquista. Así empezó la Guerra Seminóle de 1818, que acabó con la adquisición americana de Florida. Aparece en los mapas escolares con el lema discreto de "Compra de Florida, 1819" - pero en realidad nació de la expedición militar de Andrew Jackson más allá de las fronteras de Florida, quemando poblados seminóles y capturando fuertes españoles, hasta que España se vio "persuadida" de la necesidad de vender...Así llegó Jackson a ser gobernador del territorio de Florida..." (32)

Toda esta política de expansión sentó las bases para la conformación de un nuevo estado de la Unión sobre la base del antiguo territorio del Noroeste que se llamó Indiana. En 1810, la Administración Demócrata- Republicana anexó el oeste de Florida que le pertenecía a España, y comenzó con México la disputa por los territorios de Texas. Los nuevos estados admitidos a la Unión fueron Louisiana en 1812, e Indiana en 1816. Mientras tanto, el Partido Federalista, que había tenido una postura pro- británica y secesionista en la guerra con Gran Bretaña, se disolvió y desapareció de la escena política. En las elecciones presidenciales de 1820 los demócratas-republicanos ni siquiera tuvieron oposición ya que el Partido Federalista desintegrado, no postuló a ningún candidato presidencial. En consecuencia, el Presidente Demócrata- Republicano Monroe fue reelecto casi por unanimidad en elecciones en las que obtuvo el 82,9% de los cargos de Representantes, es decir, 155 de los 187 cargos en pugna. Con un dominio tan aplastante y una oposición casi inexistente parecía que el partido estaba en su apogeo, pero en muy corto tiempo las cosas cambiaron dramáticamente, provocando un nuevo cambio en el régimen político del país.

El Tercer Período: Surgen el Partido Demócrata y el Partido Republicano

El tercer período de la transición entre la I y la II Revolución Norteamericana se produce con la crisis del Partido Demócrata- Republicano, con el cual surgen los 2 partidos políticos que son pilares del régimen democrático burgués de EE.UU: El Partido Demócrata y el Partido Republicano. El sistema político del país fue nuevamente mutando y de las entrañas del propio partido político Demócrata- Republicano fueron surgiendo las 2 tendencias que conformarían más tarde los 2 partidos. Muy pronto comenzaron las batallas internas en el Partido Demócrata- Republicano entre Andrew Jackson, máximo héroe de la Guerra de 1812, John Quincy Adams, Secretario de Estado de Monroe que provenía del Partido Federalista, William H. Crawford, Secretario del Tesoro de Monroe; y Henry Clay Presidente de la Cámara de Representantes del Congreso. Diversas facciones seguían a estos dirigentes, tanto así que aunque el partido aumentó el número de representantes y llegó a acaparar el 88,7% de los escaños; en la práctica esa mayoría se diluyó porque se dividieron en grupos rivales.

Cuando el Partido Demócrata- Republicano escogió como candidato presidencial a William Crawford, la unidad del partido ya había sido destruida, y de hecho la organización se había dividido. Crawford recibió el importante apoyo de los ex-presidentes Jefferson y Madison que conservaban una gran influencia en su condición de fundadores del partido; pero su apoyo no pudo evitar la crisis. Jefferson sólo pudo contemplar, impotente, el proceso de desintegración del partido que había fundado y llevado al poder. La división y polarización en el seno del moribundo Partido Demócrata-Republicano reflejaba el cada vez más extremo enfrentamiento entre la burguesía industrial del Norte y la manufacturera del Sur, que obligaba a acuerdos y arreglos para evitar un enfrentamiento total. El más importante de ellos fue el Compromiso de Misuri, de 1820, entre los representantes de los estados esclavistas y abolicionistas en el Congreso para mantener el equilibrio que entonces había entre los 11 estados no esclavistas y los otros 11 esclavistas.

Al discutir en 1819 la ley de admisión del nuevo estado de Misuri que era esclavista, esto desequilibraría la composición del senado que estaba compuesto por dos representantes de cada estado. Habia dos senadores por cada estado esclavista, los cuales eran: Maryland, Delaware, Virginia, Carolina del Norte, Carolina del Sur, Georgia, Kentucky, Tennessee, Misisipi, Luisiana y Alabama. El senado tenía también 2 representantes por cada estado no esclavista los cuales eran Nuevo Hampshire, Massachusetts, Connecticut, Rhode Island, Nueva York, Nueva Jersey, Pensilvania, Vermont, Ohio, Indiana e Illinois. La solución negociada a la que se llegó el 2 de marzo de 1820 fue incorporar 2 nuevos estados 1 esclavista, Misuri, y otro no esclavista, Maine, que dependía del estado de Massachusetts.

Se acordó el establecimiento de una línea divisoria, definida por el paralelo 36º 30', como límite futuro de los estados occidentales esclavistas y abolicionistas, conocida como la línea Mason-Dixon, a partir de lo cual, con el Compromiso de Misuri, la línea Mason-Dixon se convirtió en un símbolo de la división y frontera cultural respecto de la esclavitud en el pais. La crisis y el enfrentamiento entre la burguesía manufacturera del sur y la industrial del norte borraba paulatinamente la fronteras entre los viejos partidos políticos; había ex -federalistas que apoyaban a Jackson, mientras que otros estaban con Adams. Por otro lado, ex- demócrata-republicanos se aliaban con federalistas, mientras que ex- federalistas apoyaban a Demócrata- Republicanos. 

Por eso, las elecciones presidenciales de 1824 iban a implicar otro cambio en el régimen político del país. Fueron las primeras elecciones presidenciales en las que el voto popular elegiría de forma directa a los miembros del Colegio Electoral. En aquella época la mayoría de los Estados reformaron sus leyes estatales para que fueran los propios ciudadanos y no las Legislaturas Estatales las que eligieran a los funcionarios denominados Electores presidenciales; que tenían a su vez la responsabilidad de elegir al Presidente de la nación.

En otras palabras, el régimen político republicano pasó de un sistema de elección presidencial de Tercer Grado a uno de Segundo Grado, permitiendo así que fuera el sufragio popular directo el que definiera la composición del Colegio Electoral encargado de designar al Presidente. La elección presidencial continuó siendo indirecta, pero la reforma le dio a todos los ciudadanos, independientemente de su clase social, nivel económico o grado de educación, una participación directa y decisiva en la elección presidencial. Quienes seguían sin poder tener acceso al voto eran las mujeres y los negros, tanto los esclavos como los libertos, pero el incremento de votantes y su gravitación hizo que surgiera un nuevo elemento político de enorme importancia. Junto con la afluencia en las votaciones, emergió el "negocio" de la política y las elecciones, con los cuales los fraudes, la red de tráfico de influencias, el clientelismo político y la maquinaria electoral se pusieron a la orden del día.

En el estado de Nueva York había surgido el Tammany Hall, una maquinaria política que respondía al Partido Demócrata- Republicano y jugó un importante papel en el control de la política de la ciudad de New York, basado en los inmigrantes, principalmente irlandeses. Pero en la elección de 1824 ese partido tenía un cuadro crítico, los Estados del Sur apoyaban mayoritariamente a Jackson, al igual que la región central del Atlántico; Quincy Adams era fuerte en el Noreste, Clay en partes del Oeste; Crawford en el litoral del Sureste. Cuando se celebró la elección el día 9 de noviembre de 1824, Jackson obtuvo el 41,36% de los votos populares, Quincy Adams el 30,92, Clay el 12,99% y Crawford el 11,21%. Sin embargo, en el Colegio Electoral las cosas fueron algo diferentes: Jackson tenía 99 electores, Quincy Adams 84, Crawford 41, y Clay 37. Como ninguno tenía mayoría absoluta, según las normas constitucionales la Cámara de Representantes de los Estados Unidos debía elegir al nuevo Presidente entre los tres candidatos que reunían más apoyo en el Colegio Electoral.

Es decir, debía optar entre Jackson, Adams y Crawford. Clay, al verse eliminado de la contienda presidencial, llegó a un acuerdo con Quincy Adams, por el cuál éste último se comprometía a nombrarle Secretario de Estado, a cambio de lo cual, usó su poderosa influencia en el Cámara de Representantes. Merced a su acuerdo con Clay, Quincy Adams fue electo Presidente con el apoyo de 13 estados, contra 7 que apoyaron a Jackson y 4 a Crawford. Jackson y sus partidarios denunciaron el acuerdo político destinada a "robarle" la victoria.

De hecho resultaba bastante irónico que en la primera elección por sufragio popular el ganador fuera designado por un acuerdo político que dejaba por fuera al candidato más votado y beneficiaba al que había perdido en votos populares. Pero esto desnudaba que la elección por Colegio electoral resultaba obsoleta, de hecho, un elemento de los más antidemocráticos del régimen democrático burgués creado por los Padres Fundadores, que perdura hasta hoy. El caso de las elecciones de 1824, demostró que el sistema de elección indirecta daba lugar a componendas y fraude. De hecho, el acontecimiento de que resultara electo presidente alguien que no tenía mayoría de votos volvió a suceder repetidas veces en la historia del país, como por ejemplo el caso de las elecciones del año 2000, donde Bush derrotó a Gore.

Si la compleja y decisiva campaña electoral había herido gravemente al Partido Demócrata-Republicano; el resultado significó su final. Las heridas no podían ser curadas, y nadie tenía interés en reconciliar a las facciones enfrentadas; más bien el enfrentamiento se agudizó, porque los antiguos demócratas-republicanos que apoyaban a Jackson decidieron hacer una oposición encarnizada al Gobierno de John Quincy Adams. Jackson y sus partidarios representantes de la burguesía manufacturera sudista, fundaron de hecho un nuevo partido que con el tiempo se conocería como el Partido Demócrata. Adams y Clay fundaron el Partido Nacional-Republicano, que pocos años después fracasó y desapareció; pero muchos de sus miembros, encabezados por Clay, fundarían el Partido Whig de los Estados Unidos, que surgió como representante de los intereses de la burguesía industrial del Norte.

Entre ambos sectores burgueses que desarrollaban la disputa por el control del país, existía una enorme clase de campesinos y pequeños agricultores que también pugnaban por la defensa de sus intereses político- sociales. Pero esta clase nunca pudo establecer sus intereses en forma independiente de los 2 grandes sectores burgueses, o seguían a la burguesía industrialista del Norte organizada ya alrededor del Partido Republicano, o seguían a la burguesía manufacturera del Sur organizada alrededor del partido Demócrata. 

Así lo explica Novack: "El papel de los agricultores en la política estadounidense del siglo XIX, es un magnífico ejemplo del axioma de que una clase económicamente subordinada no puede ser el poder supremo en la vida política. Los agricultores estadounidenses carecían de la cohesión interna, la fortaleza económica integrada y la amplia perspectiva política para dirigir la nación. Con mucho, la parte más numerosa de la población, eran también la más heterogénea y dispersa...Una parte de los cultivadores occidentales encontraron sus mercados principales en el Este industrial y Europa, y otra en el Sur esclavista. La dependencia económica condujo a la dependencia política. Una sección de los agricultores adhirió al Partido Demócrata de los plantadores, otros ligados a sí mismos con los partidos de la burguesía del Norte, el Whig y más tarde al Partido Republicano" (33)

A pesar de la desintegración del Partido Demócrata- Republicano, y la nueva geografía política que estaba emergiendo, la burguesía sudista continuó hasta 1948 manejando la maquinaria política del poder, ya organizada claramente en el Partido Demócrata. Con las Administraciones del Andrew Jackson y Martin Van Burén, el Partido Demócrata profundizó su estrategia de exterminio de las sociedades indígenas y expropiación de nuevos territorios, al servicio de la expansión territorial.

Como lo explica Howard Zinn: "El sistema de las haciendas, basado en el cultivo del tabaco en Virginia, Carolina del Norte y Kentucky, y del arroz en Carolina del Sur, se extendió hasta las nuevas y fértiles tierras algodoneras de Georgia, Alabama y Mississippi, y necesitaba más esclavos...Cuando Jackson llegó a la presidencia, Georgia, Alabama y Mississippi empezaron a introducir leyes para extender la autoridad de los estados sobre los indios en su territorio Se dividió el territorio indio para su distribución a través de la lotería estatal...Unos tratados firmados bajo presión y por engaño dividieron en minifundios las tierras tribales de creeks, choctaws y chickasaws, conviniendo a cada individuo en presa fácil de contratantes, especuladores y políticos. Los creeks y los choctaws permanecieron en sus terrenos individuales, pero muchos de ellos fueron engañados por las compañías inmobiliarias...Los creeks, desprovistos de su tierra, faltos de dinero y comida, se negaron a ir al oeste Unos creeks hambrientos empezaron a atacar las granjas blancas, mientras que la milicia de Georgia y los colonos atacaban los poblados indios. Así empezó la Segunda Guerra Creek...Las fuerzas que llevaron a la "mudanza" de los indios...Nacían de la subida del precio del suelo, y de la codicia de los hombres de negocios. Los indios iban a acabar muertos o exilados, los especuladores inmobiliarios más ricos, y los políticos más poderosos." (34)

Miles de pobladores indígenas fueron desplazados al Oeste, bajo la promesa del gobierno federal de otorgarles ayuda económica y darles nuevas tierras. Pero esas ayudas y tierras escasamente aparecieron y gran parte de la población india murió en las largas travesías de éxodo forzado. Los indios que se rebelaban eran asesinados por el ejército federal que daba carta blanca a los inmigrantes y colonos blancos para que se establecieran en los territorios ocupados. La expansión iba más allá de las montañas Rocosas, y se chocó con México.

Así lo explica Zinn: 

"Al suroeste estaba México, que había ganado su independencia en una guerra revolucionaria contra España en 1821. México era un país enorme que incluía Texas y lo que hoy conocemos como Nuevo México, Utah, Nevada, Arizona, California y una parte de Colorado. Después de una campaña de agitación, y con la ayuda de Estados Unidos, Texas rompió con México en 1836 y se declaró como la "República de la Estrella Solitaria". En 1845, el Congreso estadounidense la incorporó como nuevo estado de la Unión. Ahora estaba en la Casa Blanca James Polk, del partido Demócrata un expansionista..." (35)

México nunca reconoció la independencia de Texas y por lo tanto defendía los límites de 1819. Sin embargo, Estados Unidos, Gran Bretaña y Francia aceptaron la afirmación de Texas como estado independiente, con lo que avanzó el despojo de un vasto territorio que pertenecía a una nación como México, débil y recientemente independizada. En los años siguientes, la legislatura de Texas reivindicó como propio aún más territorio mexicano y finalmente llegó a reclamar las Californias. En 1845 Estados Unidos anexó Texas a través de una resolución conjunta del Congreso, lo que precipitó la guerra con México.

Entre quienes se oponían a la guerra con México estuvieron los abolicionistas, según Zinn:

 "... la Sociedad Americana Abolicionista dijo que la guerra "se hace sólo con el propósito detestable y horrible de extender y perpetuar el régimen esclavista por el vasto territorio de México...El 21 de enero de 1848 Frederick Douglass, antiguo esclavo, orador y escritor extraordinario, escribió (en su periódico de Rochester, el North Star) sobre "la guerra actual -desgraciada, cruel e inicua- contra nuestra república hermana México parece una víctima propiciatoria de la codicia anglosajona y del amor al dominio" (36)

Con el Tratado de Guadalupe Hidalgo de febrero de 1848, se dio fin a la guerra mediante la cual la frontera de México se estableció en el Río Grande, tras ser despojado de vastos territorios como Texas, además de una amplia franja de territorio que comprendía Alta California, Nuevo México y grandes porciones de los estados mexicanos de Chihuahua y Sonora, en una gran extensión conocida como la Cesión mexicana. Según Zinn, tras el despojo a México: "La Ley del Esclavo Fugitivo, aprobada en 1850, fue una concesión a los estados sureños a cambio de la admisión en la Unión de los territorios mexicanos conquistados en la guerra (especialmente California) como estados libres de esclavitud. La Ley facilitaba a los negreros la captura de antiguos esclavos, o simplemente, la captura de negros acusados de huir..." (37)

Se estaba produciendo un punto de inflexión, en las relaciones políticas y la situación del país. La burguesía manufacturera aplicó métodos cada vez más violentos y antidemocráticos en la medida en que iba perdiendo peso económico y político, mientras crecía el de la burguesía industrial. La Ley de Kansas- Nebraska, impulsada por el senador y dirigente del partido Demócrata Stephen Douglas en 1854 para la creación de los estados de Nebraska y Kansas, precipitó la batalla por Kansas, que fue el preludio de la guerra civil. Según el compromiso de Misuri de 1820 en ambos nuevos estados no debería estar permitida la esclavitud. Pero la Ley de Kansas- Nebraska lo anuló al plantear que si esos estados eran esclavistas o no, lo decidían los ciudadanos mediante la "soberanía popular".

Su promulgación desató la batalla por Kansas, en la cual la oligarquía sudista envió bandas armadas que aterrorizaron a los colonos, para desplazarlos de sus tierras, y obtener más territorios donde establecer más manufacturas, plantaciones y esclavos. La Administración Demócrata del presidente Franklin Pierce impulsó la inmigración de miles de no residentes pro esclavistas de Missouri a Kansas que establecieron fraudulentas elecciones por fraude e intimidación, y establecieron un gobierno pro-esclavitud en Lecompton. En respuesta, los abolicionistas del norte inundaron Kansas, escribieron la primera constitución de Kansas (1855) y eligieron a la legislatura del Estado Libre en Topeka.

En un mensaje al Congreso el 24 de enero de 1856, el presidente Franklin Pierce declaró como gobierno oficial al constituido en Lecompton, y rebelde e insurrecto al electo en Topeka. Recibió la respuesta del senador republicano Charles Sumner que tomó la palabra para denunciar la amenaza de la esclavitud en Kansas, en un discurso recordado como "El crimen contra Kansas", que terminó en una batahola en el senado. La violencia continuó en aumento. El presidente Pierce llevó a cerca de 500 soldados del Ejército de EE.UU, y con sus cañones apuntando ordenaron la disolución de la Asamblea Legislativa del Estado Libre. En respuesta se armaron las milicias abolicionistas como el Séptimo de Caballería de Kansas, liderado por el Coronel Charles R. Jennison, que comenzó a tener el sobrenombre de "Jayhawkers", por ser un ejército que enfrentaba a los rufianes pro- esclavistas. Los Jayhawkers invadían granjas, saqueaban haciendas y liberaban esclavos, en una verdadera batalla por Kansas, que pasó a la historia como el "Bleeding Kansas", y provocó nuevos cambios en el régimen político del país.

Por un lado, llevó a la desaparición del partido Whig, que se dividió entre los partidarios de que Kansas fuera esclavista y quienes luchaban por una Kansas abolicionista. Por otro lado llevó a la creación del partido Republicano, compuesto por los antiesclavistas más decididos, que impulsaron la lucha por Kansas, con dinero, armas y soldados. Así lo explica Karl Marx: "Apenas había pasó el proyecto de ley Kansas-Nebraska...cuando emisarios armados de los esclavistas...cuchillo en una mano y el revólver en la otra, cayeron sobre Kansas y buscaron mediante las mayores atrocidades sin precedentes, desalojar a sus colonos del territorio colonizado por ellos. Estas incursiones fueron apoyadas por el gobierno central en Washington. Pero provocaron una tremenda reacción. A lo largo del Norte, pero sobre todo en el Noroeste, se formó una organización de ayuda para apoyar a Kansas con hombres, armas y dinero. Fue de esta organización de ayuda que surgió el Partido Republicano, que, por tanto, debe su origen a la lucha por Kansas" (38)

También la lucha por el control de las instituciones por ambos sectores burgueses en pugna, fue lo que llevó a invasiones, acciones armadas y disputas. Como lo explica Marx: "Como se sabe, la representación de los estados individuales en la Cámara de Representantes del Congreso depende del tamaño de sus respectivas poblaciones. A medida que las poblaciones de los estados libres crecen mucho más rápidamente que los de los Estados esclavistas, el número de representantes del Norte estaba obligado a superar a la del Sur con gran rapidez. La sede real del poder político del Sur está de acuerdo transfiere cada vez más en el Senado estadounidense, donde cada estado, si su población es grande o pequeño, está representado por dos senadores. Con el fin de hacer valer su influencia en el Senado y, a través del Senado, su hegemonía sobre los Estados Unidos, el Sur, por tanto, requiere una formación continua de los nuevos estados esclavistas. Sin embargo, esto sólo era posible a través de la conquista de tierras extranjeras, como en el caso de Texas, o por medio de la transformación de los territorios pertenecientes a los Estados Unidos por primera vez en los territorios de esclavos y más tarde en Estados esclavistas, como en el caso de Missouri, Arkansas, etc" (39)

Fue así que se precipitó la lucha por el control de las instituciones, los partidos políticos, los estados, el ejército. Incluso las instituciones se enfrentaron entre sí, como preludio a las invasiones, acciones armadas y disputas. En el histórico juicio Scott vs Sandford de1857, Dred Scott , un esclavo afroamericano que había sido llevado por sus propietarios a estados en los cuales por el Compromiso de Missouri de 1820 se prohibía la esclavitud, intentó demandar por su libertad. La Corte Suprema de Justicia en un aberrante fallo histórico, declaró que los negros, sean esclavos o libres, no podía ser ciudadanos de Estados Unidos y, por tanto, carecían de legitimación para demandar en la Corte Federal. 

El fallo pro- esclavista de la Corte Suprema pisoteó las leyes Federales, al Parlamento, y a la Constitución de estados, como lo explicó Marx: "...Este Tribunal, que cuenta con nueve jueces, cinco de los cuales pertenecen al Sur, había sido durante mucho tiempo la herramienta más dispuesto de los esclavistas. Se decidió en el año 1857, en el conocido caso de Dred Scott... que los esclavos podían ser obligados a trabajar en los territorios por parte de sus propietarios, por lo que cada dueño de esclavos individuo tenía derecho a introducir la esclavitud en los territorios hasta entonces libres en contra de la voluntad de la mayoría de los colonos" (40)

La evolución del régimen político republicano de los Estados Unidos

La "batalla por Kansas" fue el preámbulo de la Guerra Civil, 4 años después de comenzados los sucesos de Kansas la conflagración histórica entre el ejército de la Unión y el ejército Confederado, que abrió una nueva etapa política, social y económica en la historia del país, con eventos que dieron lugar a nuevas instituciones y cambios en el régimen político. En la medida en que hemos repasado las distintas etapas de la historia, hemos ido viendo como surgen las instituciones que son hoy parte del régimen político republicano. Cuando analizamos la crisis política que surgió en el año 2005 en la Administración Bush, vemos como repercutió sobre las distintas instituciones que conforman el régimen político.

Pero a su vez, todo este análisis evolutivo que hemos hecho aquí nos permite comprender de qué modo las instituciones de éste régimen son parte de una evolución histórica, un proceso genético con distintas fases, y períodos. Vimos como el régimen político republicano es al principio una débil articulación de estados confederados, unidos por los Artículos de la Confederación. Luego, en la medida en que se logra el triunfo de la I Revolución Norteamericana emerge el Parlamento como institución central del régimen. A la vez, vimos como el Parlamento es una institución cuya historia y evolución no pertenece solo a la historia de Estados Unidos, sino que está también vinculada a la historia de Europa y las sucesivas revoluciones y luchas que son parte de la evolución y surgimiento del capitalismo.

Luego, con la Convención Constituyente de Filadelfia, el régimen republicano evolucionó a un estado central fuerte, y un conjunto de instituciones más centralizado con eje en el Poder Ejecutivo, en el cual surgen la Constitución, las enmiendas y el Poder Judicial. Más tarde vimos como en la medida en que se desatan los conflictos entre los distintos sectores de clase burgueses, la burguesía manufacturera por un lado y la burguesía industrial por el otro, emergen los partidos políticos en medio de los conflictos internos y externos de la crisis con Francia y España. En el periodo en que domina la burguesía manufacturera se producen la guerra con Inglaterra, y más tarde con México. 

Surgen y evolucionan el Partido Federalista, el Demócrata- Republicano, el Whig y finalmente el Partido Demócrata y el Partido Republicano. Todas estas instituciones que hemos analizado surgen en ese primer período de 75 años de desarrollo del país, y nos permite comprender a fondo el origen de las contradicciones de un complejo régimen político, el régimen democrático burgués surgido en Estados Unidos, que será tomado como modelo de casi todas las naciones capitalistas que van a ir emergiendo en el mundo.

Pero estas instituciones del régimen democrático burgués no son las únicas instituciones que están hoy en Beltway. Existen otras instituciones que surgieron mucho después de conformado el régimen republicano del país. Por ejemplo, cuando analizamos la crisis política desatada en el país en el 2005 con el caso Libby, vemos que la crisis golpeaba en instituciones como el Pentágono, el FBI, la CIA, que conviven con el Parlamento, la Corte Suprema y la Casa Blanca. Pero instituciones como el Pentágono, el FBI, la CIA, e incluso la actual estructura de las Fuerzas Armadas de los EE.UU fueron apareciendo mucho después en la realidad histórica del país. Esas instituciones surgieron producto de los profundos cambios sociales y políticos que operaron en el capitalismo, los cuales incluyeron cambios tales como el surgimiento de nuevas sectores de clase sociales, o la aparición de nuevas Formas de Acumulación capitalistas, que produjeron a su vez cambios en la estructura del estado y el régimen político del país.

A su vez, esos cambios impactaron sobre el país y el mundo. En la medida en que estas nuevas instituciones fueron emergiendo, afueron expresándose y modificando el régimen político del país producto de que las nuevas instituciones surgidas se incrustaron y pasaron a convivir con las viejas instituciones del régimen político republicano que surgió en los primeros 75 años de vida de la nación. De éste modo fue conformándose lo que conocemos como Beltway. Las fuerzas motrices económicas, políticas y sociales que dieron lugar al surgimiento de las nuevas instituciones, las complejas y contradictorias relaciones entre las nuevas instituciones emergentes y las anteriores existentes como parte del régimen republicano, las diferentes ubicaciones que estas instituciones tienen en Beltway, que explican los alcances de la crisis y cambios políticos que comenzaron a operar en los EE.UU a partir del año 2005, son motivo de análisis en el siguiente capítulo.


Notas


(1) Nahuel Moreno. Revoluciones del Siglo XX.

(2) George Novack. Democracy and Revolution Pathfinder Press 1977

(3), y (4) Nahuel Moreno. Escuela de Cuadros 1984

(5) George Novack. Democracy and Revolution Pathfinder Press 1977

(6) El Fin de las Multinacionales. Capítulo V Ley General de las Formas de Acumulación. Amazon 2012

(7), (8), (9) y (10) George Novack. Democracy and Revolution Pathfinder Press 1977

(11) Howard Zinn. "A People's History of the United States". 1980

(12) George Novack. Democracy and Revolution Pathfinder Press 1977

(13) Howard Zinn. "A People's History of the United States". 1980

(14), (15) y (16) George Novack. Democracy and Revolution Pathfinder Press 1977

(17) y (18) Karl Marx. Historia crítica de la plusvalía, T. II, Méjico, Fondo de Cultura Económica, págs. 331 y ss.

(19), (20) y (21) Nahuel Moreno. Cuatro tesis sobre la colonización española y portuguesa,tesis II 1948

(22) y (23) George Novack "El sistema de plantación colonial" New International Diciembre 1939

(24) Nahuel Moreno. Cuatro tesis sobre la colonización española y portuguesa,tesis II 1948

(25), (26), y (27) George Novack. The Struggle for National Supremacy, 1789-1848. Agosto 1939

(28) George Novack. Democracy and Revolution Pathfinder Press 1977

(29) Federico Engels Antiduhring

(30) Karl Marx. La Guerra Civil norteamericana. Die Presse N º 293, 25 de octubre 1861

(31) Howard Zinn. "A People's History of the United States". 1980

(32), y (33) George Novack. The Struggle for National Supremacy, 1789-1848. Agosto 1939

(34), (35), (36) y (37) Howard Zinn. "A People's History of the United States". 1980

(38), (39) y (40) Karl Marx. La Guerra Civil norteamericana. Die Presse N º 293, 25 de octubre 1861

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