Viva la revolución en Nepal! Abajo el gobierno maoista!

La Marx International
El 8 de septiembre del 2025 estalló la revolución en Nepal, que derribó al gobierno capitalista del primer ministro, Khadga Prasad Sharma Oli, conocido como K.P. Sharma Oli, y el maoísta Partido Comunista Marxista Leninista Unificado (CPN-UML) de Nepal. Antes que nada, debemos aclarar que aunque el gobierno se denomine "Comunista o Marxista Leninista" el que cayó era un gobierno burgués que defiende el capitalismo en Nepal, igual que sucede en países como China, Cuba, Vietnam, o Corea del Norte, donde existen gobiernos denominados "comunistas" pero defienden el capitalismo, y los intereses de las clases dominantes burguesas.
La revolución tiene su clara vanguardia en la juventud, la denominada "Generación Z" miles de jóvenes nepalíes de entre 15 y 28 años que han utilizado las redes sociales como principal canal de organización y crítica al Gobierno. Cuando el gobierno de K.P. Sharma Oli anunció el bloqueo de varias plataformas de redes sociales como Facebook, Instagram, WhatsApp o X, miles de activistas salieron a la calle para protestar por la prohibición en la zona de New Baneshwar, donde los manifestantes derribaron las barricadas policiales que les impedían marchar hacia el edificio del Parlamento. La revolución se extendió a Katmandú, y luego a otras ciudades como Lalitpur y Bhaktapur.
Los manifestantes, portaban pancartas condenando la corrupción, y luego atacaron y quemaron las viviendas de varios líderes políticos nepalíes, entre ellas la residencia privada de Oli en la localidad de Balkot, luego atacaron la casa del líder maoísta y ex primer ministro Pushpa Kamal Dahal y apedrearon la del ministro de Información y Comunicación, Prithvi Subba Gurung. La policía respondió con cañones de agua, gases lacrimógenos y fuego real para dispersar a la multitud, posteriormente, las autoridades impusieron un toque de queda en la capital, pero la represión no hizo mas que atizar las protestas. Tras ello, cientos de personas penetraron en el recinto del Parlamento y prendieron fuego al edificio principal según declaró el propio vocero del gobierno Ekram Giri. Luego, la movilización y los piquetes armados de activistas se dirigieron al aeropuerto de Katmandú que debió quedar parcialmente cerrado.
Una revolución en el corazón del sudesteasiático
Anteriormente, hasta cinco ministros del Gobierno de Oli habían dimitido en 24 horas, aunque el gobierno había intentado calmar las manifestaciones levantando el veto a las plataformas de redes sociales. Entre ellos, se contó la renuncia del titular de Suministro de Agua, Pradeep Yadav, la del ministro del Interior, Ramesh Lekhak, y la del ministro de Agricultura, Ramnath Adhikari. El ministro de Finanzas de Nepal, Bishnu Prasad Paudel, fue perseguido y obligado a escapar por un río, mientras que Rajyalaxmi Chitrakar, esposa del ex primer ministro, Jhalanath Khanal fue quemada viva en su propia casa, a la vez que grupos de funcionarios huyeron en helicópteros.
La revolución que ha estallado en Nepal es una revolución de febrero en la definición de Nahuel Moreno como parte de la sistematización y actualización de la teoría de la revolución permanente que hemos llevado adelante desde el trotskismo ortodoxo. La revolución de Nepal es parte de la oleada revolucionaria que atraviesa el mundo con movilizaciones de masas en Grecia, Serbia, Turquía, Corea del Sur, Georgia, Indonesia, la resistencia palestina en la 3era Intifada, y los triunfos militares del ejército de liberación nacional de Ucrania en el Donbas, entre otros. EI proceso revolucionario de Nepal es parte de la revolución que atraviesa el sudesteasiático, la cual ha tenido como hitos la revolución en Sri Lanka, las huelga general en la India, la lucha del pueblo de Cachemira, la revolución en Bangladesh que liquidó el régimen dictatorial de Sheikh Hasina Wazed y la Liga Awami, y la revolución en Indonesia.e
A su vez la revolución en Nepal asume las características de las revoluciones del siglo XXI con movilizaciones de masas, enfrentamientos armados en las calles, autoorganización y autodeterminación, el surgimiento de una Primera Línea contra la represión que caracterizó a las revoluciones en Hong Kong, Chile, Colombia, EE.UU con Black Lives Matter, Ucrania en el levantamiento de Plaza de la Dignidad, etc. entre otras. El trasfondo de la revolución es el odio del pueblo acumulado por años de opresión, represión y cruda desigualdad propia de todos los países capitalistas que es sufrida por las capas mas débiles y vulnerables de la poblacion como en este caso son los jóvenes.
En las movilizaciones los jóvenes portan pancartas con etiquetas como "#NepoKid" y "#NepoBabies", que denuncian el nepotismo de los funcionarios, cuyos hijos ostentan artículos de lujo y riqueza favorecidos tanto por familiares como allegados en el acceso a cargos y empleos públicos que les permite tener oportunidades que miles de jóvenes no pueden acceder. Son el espejo de la cruel desigualdad del Nepal capitalista, en el cual miles de jóvenes se ven obligados a salir del país en búsqueda de trabajo en Birmania, la India, u otros países de la región. De hecho, una de las grandes entradas de dinero de las familias en Nepal es el ingreso de remesas de dinero enviado al país desde el exterior por los miles de jóvenes que emigran búsqueda de trabajo, en un país capitalista en el cual los índices de desempleo, sobre todo entre los mas jóvenes figuran entre los mas altos de la región.
Un Febrero recurrente, un paso adelante del pueblo
La revolución en Nepal pone sobre el tapete la descomposción y crisis de los partidos stalinistas, denominados "comunistas", que se encaramaron al poder en varios países y se transformaron en oligarquías de clases dominantes capitalistas, en millonarios que asquerosamente oprimen a sus pueblos, llamandose asimismos como "marxistas", o "leninistas". El maoísmo es una variante del stalinismo, que adoptó las estrategias de Stalin, adornando el revisionismo stalinista con disparatadas conceptualizaciones propias. Nepal estuvo gobernado por la monarquía del rey Gyanendra desde 1951, pero en febrero de 1996 grupos maoístas lanzaron una guerra de guerrillas que se prolongaría durante 10 años.
El maoísta Partido Comunista de Nepal etiquetó a las fuerzas del gobierno de "fuerzas feudales", e incluyó bajo esta acusación a la monarquía y a los principales partidos políticos. Fiel a su teoría de la revolución por etapas, salieron a la lucha por desarrollar un "Nepal capitalista" contra las fuerzas feudales, pero 2002 el rey decidió abolir el gobierno marioneta que regenteaba y asumió directamente todos los poderes del estado bajo la excusa de la "guerra contra el terrorismo". EE. UU., la Unión Europea, la India y otras naciones prestaron ayuda militar y económica al Reino de Nepal, y contando con ese apoyo el rey Gyanendra reinstauró la monarquía absoluta en febrero de 2005.
La monarquía absoluta de Gyanendra lanzó provocadoras prohibiciones, persiguió a los opositores calificándolos como "terroristas", encarceló periodistas, y cerró periódicos, intercalando períodos de duros enfrentamientos armados, con períodos en los cuales hubo negociaciones entre el Gobierno y los insurgentes. Finalmente, las milicias armadas llegaron a dominar el 80% del territorio de Nepal, estableciendo gobiernos locales y regionales en varios distritos contando con más de 30.000 combatientes, de los cuales cerca del 40% eran mujeres. Los disturbios comenzaron en 2004 cuando las milicias anunciaron un bloqueo a la capital, y en el 2006 el Partido Comunista de Nepal anunció el fin del conflicto el 21 de noviembre de 2006, producto de un acuerdo por el las guerrillas tomaban parte en el nuevo gobierno a cambio de entregar las armas a la ONU. El 24 de diciembre del 2007 el Parlamento de Nepal decidió establecer una república.
Viva la Revolución en Nepal! Viva la lucha de los pueblos del sudeste asiático!
A partir de allí el Partido Comunista de Nepal gobernó en diferentes coaliciones con partidos burgueses, e inclusive con elementos de los partidos monárquicos. El último Primer Ministro Khadga Prasad Oli, fue el 5to desde el fin de la monarquía, en una sucesión de gobiernos de los maoístas que consolidaron una injusta y cruel estructura del capitalismo en Nepal, y terminaron, como muchos dirigentes ex guerrilleros, transformándose en oligarcas millonarios que trabajan en favor del capitalismo.
Desde La Marx International apoyamos los reclamos del pueblo de Nepal, apoyamos la revolución y sus consignas. La lucha debe continuar hasta imponer un gobierno de emergencia, de los trabajadores y el pueblo al servicio de los intereses de los trabajadores, los campesinos, los pobres urbanos y la juventud. Juntos, hacemos nuestro el reclamo: ¡Viva la revolución en Nepal!, ¡Fuera el gobierno maoísta del Partido Comunista! ¡Juicio y Castigo a los responsables de la represión! El triunfo de la revolución en Nepal es un paso adelante en la batalla por el socialismo en el sudesteasiatico, y por el socialismo global.


