Viva la Revolución en Indonesia!

La Marx International
El 25 de agosto de 2025 estalló la revolución Indonesia, el cuarto país más poblado del mundo cuando el parlamento que país, votó a favor de aumentar los ingresos de los parlamentarios una auténtica provocación dado que sus ingresos ya superan en 40 veces el salario mínimo en Yakarta, la capital del país. El gobierno de Prabowo Subianto y el Partido Movimiento Gran Indonesia, conocido por su acrónimo en indonesio Gerindra, se encuentra acorralado por una enorme movilización de masas que abarca las ciudades de Yakarta, Malang, Surabaya, Manado, Yogykarta, Sernad, Sukabemi, Bandung, Purwokerto acompañado de acciones solidarias en Berlín, Nueva York y Melbourne.
El gobierno capitalista de Subianto tuvo que suspender la asistencia a la payasada de la Cumbre de Tianjin que reunió a los criminales gobiernos capitalistas de Xi Jinping, Modi o Putin, producto de las protestas masivas que estallaron en 30 pueblos y ciudades de Indonesia bajo el lema "Disolver el Parlamento". En la ciudad de Makassar, capital de Sulawesi del Sur, una multitud incendió el parlamento local, mientras que en Bandung, Java Occidental, otro parlamento regional fue incendiado por los manifestantes. En Surabaya, la segunda ciudad más grande del país, una multitud tomó una sede policial, quemó vehículos y destruyó cercas, enfrentándose a las fuerzas de seguridad. Cuando la policía intentó reprimir las protestas masivas con fuerza bruta, asesinó a Affan Kurniawan, un conductor de 21 años. En respuesta, el pueblo se manifiesta día y noche enfrentando a la policía.
Una revolución en el corazón del sudesteasático
La revolución que ha estallado en Indonesia es parte de la oleada revolucionaria que atraviesa el mundo con movilizaciones de masas en Grecia, Serbia, Turquía, Corea del Sur, Georgia, la resistencia palestina en la 3era Intifada, y los triunfos militares del ejército de liberación nacional de Ucrania en el Donbas, entre otros. A su vez la revolución en Indonesia asume las características de las revoluciones del siglo XXI con movilizaciones de masas, enfrentamientos armados en las calles, autoorganización y autodeterminación, el surgimiento de una Primera Línea contra la represión que caracterizó a las revoluciones en Hong Kong, Chile, Colombia, EE.UU con Black Lives Matter, Ucrania en el levantamiento de Plaza de la Dignidad, etc. entre otras. El proceso revolucionario de Indonesia es parte de la revolución que atraviesa el sudesteasiático que ha tenido como hitos la revolución en Sri Lanka, las huelga general en la India, la lucha del pueblo de Cachemira, la revolución en Bangladesh que liquidó el régimen dictatorial de Sheikh Hasina Wazed y la Liga Awami entre otros procesos.
En Indonesia las imágenes de edificios parlamentarios, oficinas gubernamentales y comisarías incendiadas ilustran gráficamente la profundidad del proceso revolucionario y recuerdan la revolución de 1998-99 que derribó la dictadura de Suharto que durante treinta y dos años gobernó Indonesia con mano de hierro. El 29 de agosto el pueblo incendió el primer edificio parlamentario provincial en Makassar, mientras que la movilización llegó a Brebes, Pekalongan, Cilacap, Tegal, Solo, Surakarta, Bandung, Nusa Tenggara Occidental y Kediri donde cientos de comisarías han sido saqueadas e incendiadas. Para calmar la ira colectiva el gobierno prometió investigar y procesar a los oficiales responsables del asesinato de Affan Kurniawan, y el presidente montó un espectáculo mediático visitando a su familia, abrazándola y regalándoles 200 millones de rupias y una casa para intentar calmar la situación. Pero eso no frenó la revolución, las batallas callejeras siguen estallando en todo el país.
Revolución política contra los partidos políticos, legisladores y el parlamento
Ahmad Sahroni diputado del Partido Nacional Democrático, declaró que los manifestantes eran "los más estúpidos del mundo" por exigir la disolución del parlamento. La respuesta del pueblo no se hizo esperar cuando la mansión de Ahmad Sahroni fue atacada y saqueada, y las imágenes mostraron cómo se llevaban sus objetos de lujo, incluyendo un reloj Richard Mille de 600.000 dólares. El diputado Eko Patrio que también había hecho declaraciones insultantes hacia el pueblo, publicó un video de disculpa llorando, pero fue en vano, su casa también fue saqueada. Poco después la casa de otro diputado, Uya Kuya, corrió la misma suerte, así como la opulenta mansión del ministro de Finanzas, Sri Mulyani. Los medios de comunicación y el gobierno han intentado retratar a los manifestantes como saqueadores violentos, pero en realidad los asaltos a las mansiones de los funcionarios son una expresión de furia la cual es producto de años de opresión, represión, pobreza que ha sufrido el pueblo.
Esto suma otro elemento a la revolución de Indonesia: La crisis de la democracia burguesa. En todo el mundo los pueblos expresan el odio a las instituciones del régimen democrático burgués con una "ola abstencionista" que recorre el mundo en las elecciones, lo cual significa un inmenso avance en la conciencia de millones que rompen con la democracia burguesa, y ya no creen la las trampas del régimen de las clases dominantes. Lo que presenciamos en la revolución de Indonesia es un paso aún mas adelante: El pueblo sale a quemar los pàrlamentos. Es usual en las revoluciones que haya quema de oficinas públicas, y comisarías, pero no es usual ver la quema de parlamentos. Esto muestra que la revolución en Indonesia tiene los rasgos propios de las revoluciones del siglo XXI que implica revolución política, ruptura de los pueblo con sus direcciones tradicionales que los han controlado por décadas, y por lo tanto, radicalización y surgimiento de un nuevo activismo independiente que es la materia prima para la construcción de una dirección revolucionaria.
La izquierda reformista en Indonesia mostró su capitulación al régimen democrático burgues, al igual que el 99% de la izquierda global, cuando los jóvenes espontáneamente enarbolaron el grito de "Bubarkan DPR" ("Disolver la Cámara de Representantes"). La izquierda reformista socialdemócrata calificó a esta consigna como "ultraizquierdista". Los dirifentes stalinistas y socialdemócratas plantearon: "Si disolvemos el parlamento, ¿qué lo reemplazará?", "¿No abriría esto la puerta a que el presidente se convierta en un dictador?", "Disolver el parlamento es una demanda irracional. Deberíamos exigir nuevas elecciones", dijeron. De repente, toda esta izquierda reformista suena exactamente igual que el gobierno, quedaron apoyando al régimen que el pueblo odia y de espaldas a la revolución, escribiendo un nuevo capítulo de la crisis de la izquierda mundial.
El comienzo de la revolución: Indonesia Gelap (Indonesia Oscura)
La ola revolucionaria comenzó en Surakarta el 14 de febrero con protestas antigubernamentales bajo el nombre de "Adili Jokowi" o "Try Jokowi" que exigen la investigación de los casos de corrupción, lavado de dinero y extorsión. Luego las protestas del 17 de febrero contra la Instrucción Presidencial Número 1 de 2025 que implicaba una serie de recortes presupuestarios masivos, que se denominaron "Indonesia Gelap" o "Indonesia Oscura", encabezadas por el movimiento estudiantil, en particular la Unión de Estudiantes de toda Indonesia (BEM SI). A partir del 11 de marzo del 2025, estalló una nueva ola de movilizaciones bajo el nombre de Tolak RUU TNI en oposición al Proyecto de Ley del Ejército Nacional Indonesio, movimientos que eran la continuación de procesos anteriores como Reformasi Dikorupsi "La Reforma se está corrompiendo" del 2019, o Peringatan Darurat "Alerta de Emergencia" del 2024.
El proceso muestra que la revolución no es un drama de un solo acto. El desarrollo de la revolución en Indonesia muestra como es el desarrollo real de las revoluciones, algo que venimos demostrando con revoluciones como la Siria, la de Ucrania o Palestina, los hechos que vivimos son una respuesta cruda y real para aquellos afiebrados opinólogos, y analistas que posan de "marxistas" y adoptan una postura ultimatista exigiendo que la revoluciones sean breves, relampagueantes, fulgurantes y tengan a su frente "direcciones marxistas". Los charlatanes dirigentes de los grupos de izquierda consideran que la revolución es como en las películas de Netflix o de Hollywood: Sólo se las puedan definir como tales si quienes las dirigen prestan juramento sobre el Tomo I del Capital o a las 14 tesis de la revolucion permenente. Su mirada de intelectuales burgueses, y por lo tanto de ignorantes del marxismo, se choca de frente con el muro contundente de la realidad.
Frente a la revolución Indoneasia esos dirigentes se niegan a calificarla como tal. Lamentan que esta revolución podría fracasar y encontrar su fin sangriento por falta de un liderazgo revolucionario como excusa para no definirlas como tal. ¿Que clase de Marxistas anhelan una revolución tranquila y con garantías del 100%? Pero mientras en la "izquierda" mundial llueven las vacilaciones, quienes no tienen dudas de que hay una revolución en Indonesia son las clases dominantes: Están desesperados por frenar el proceso a cualquier costo, moviendo cielo y tierra para intentar contener el levantamiento con una estrategia de incentivos, y determinadas concesiones combinándolo con represion, pero nada concreto en cuanto a la cancelación de todos los impuestos que han estado asfixiando al pueblo.
El gobierno anunció la cancelación de los aumentos para los parlamentarios, pero esto no ha calmado el movimiento. Entonces ha intensificado la represión desplegando el ejército en las principales ciudades y puntos estratégicos, pero el movimiento continúa organizándose espontáneamente a través de redes sociales y grupos en barrios, escuelas, universidades, Desde La Marx International apoyamos los reclamos del pueblo indonesio y la revolución. Apoyamos la consigna: Disuelvan el Parlamento y destituyan a Prabowo! Junto con esta consigna es importante imponer un gobierno de emergencia, de los trabajadores y el pueblo al servicio de los intereses de los trabajadores, los campesinos, los pobres urbanos y la juventud. Juntos, hacemos nuestro el reclamo: ¡Viva la revolución indonesia!, ¡Disolución del Parlamento! ¡Abajo Subianto! ¿Juicio y castigo a los responsables de la represión! ¡Por un gobierno obrero y popular! El triunfo de la revolución indonesia es un paso adelante en la batalla por el socialismo en el sudesteasiatico, y por el socialismo global